Los Simpson 04x17: Última salida a Springfield - Sindicalismo

Probablemente, una de las cosas que más ha convertido a Los Simpson en un referente en la historia de la televisión, es el hecho de ser una sátira contundente de la sociedad actual, y su capacidad para criticar con dureza las injusticias que se cometen a diario en la misma. La cuarta temporada de Los Simpson no estaba siendo ajena a este hecho, y estaba preparando su bala de plata para dispararla contra el corazón de aquellos empresarios que explotan a diario a sus trabajadores. Los Simpson 04x17 es un episodio muy divertido, pero lo que verdaderamente lo hace especial, es que pese a haber pasado casi 24 años desde su emisión el 11 de marzo de 1993, su mensaje debería calarnos igual a día de hoy.

El título del episodio homenajea la novela Last exit to Brooklyn de Hubert Selby Jr. la cual ya trató temas espinosos que muchos se esfuerzan en no ver allá por los 60. Tras ver una nueva secuencia de McBain, quien había estado muy desaparecido en esta temporada, veremos que el Señor Burns se prepara para recortar un poco más los derechos de sus empleados. Habrá un flashback de Burns en el que será retratado como si fuera Buster Brown. También encontramos una referencia sutil a la desaparición del líder sindical Jimmy Hoffa, cuya leyenda dice que su cadáver fue enterrado en el Giants Stadium de Nueva Jersey. Mientras tanto, la familia Simpson acude a la consulta del Doctor Wolfe, un dentista local con muy malos humos.

Homer rememorará sus días de activista sindical, aunque más que sus derechos a un trato justo estaba preocupado por su derecho al bocata -Todos habéis dicho esa frase en algún momento de vuestra vida y lo sabéis-. Durante la reunión del sindicato, Burns intentará tentar a los trabajadores con un barril de cerveza Duff, pero tras mucho meditarlo, larga y tendidamente, Homer se alzará para mantener el seguro dental. Waylon Smithers recordará a Burns otros encontronazos que ha tenido con Homer, en referencia a los episodios: Un coche atropella a Bart, Definición de Homer, Dos coches en cada garaje y tres ojos en cada pez y Pnta con grandeza -Así del tirón-. Los compañeros de la central nuclear de Springfield nombrarán por unanimidad a Homer presidente del sindicato.

Por un trato justo

Tras una sublime parodia de El Padrino, mientras Homer fantasea con establecer relaciones con el sindicato del crimen, toca ponerse manos a la obra con parones en las horas de trabajo de la central nuclear. Lisa acompaña a los manifestantes y les ameniza con canciones reivindicativas. Cuando el Doctor Wolfe duerme a Lisa para ponerle el aparato, ésta se sume en un sueño muy sesentero, que se trata de una parodia al Yellow Submarine de The Beatles. No obstante, por temas legales de permisos, hubo que sustituir muchas cosas. Al despertar, vemos una referencia a Batman, de Tim Burton, cuando Lisa se mira en el espejo como si de el inmortal Joker de Jack Nicholson se tratase.

Burns tratará de agasajar a Homer trayéndolo a la Mansión Burns a rastras. Vemos nuevamente referencias a Ciudadano Kane, Ya sabéis la afición que tienen los guionistas de Los Simpson por comparar a Burns con Charles Foster Kane. Vemos una referencia a la teoría del mono infinito, con esa sala llena de chimpancés escribiendo a máquina. El acuerdo no llega a buen puerto y Burns anuncia en el programa de Kent Brockman su intención de vengarse de todo Springfield. Citando al Capitán Ahab, de la novela Moby-Dick, Burns sumirá en las tinieblas a la ciudad, pero para su sorpresa, durante una excelente parodia a El Grinch, sus trabajadores se mostrarán más unidos que nunca. Cuando Burns se rinde, Homer lo celebrará dando vueltas como hiciera Curly en Los tres chiflados.

Está de más decir que el poderoso mensaje de este episodio, como muchos otros, no ha calado. Las grandes compañías, y muchas pequeñas, siguen exprimiendo a sus trabajadores, privándoles de derechos básicos y en muchos casos de dignidad y conciliación con la vida familiar. Si, Los Simpson es una sátira, pero a través de sus gags, sus bromas, sus sarcasmos y su humor ácido son capaces de lanzar mensajes de una gran trascendencia, después depende de nosotros si los queremos escuchar, o si solo los queremos oír.