Análisis de Cities Skylines: PlayStation 4 Edition

Más vale tarde que nunca. Dos años después de su lanzamiento para PC y tan solo unos meses después de su puesta a la venta para Xbox One, Cities Skylines llega a PS4 para ofrecernos la posibilidad de disfrutar de uno de los mejores títulos de Colossal Order de la mano de Tantalus Media, encargada de la optimización del juego a la consola de sobremesa de Sony, y Koch Media, que distribuirá el título a nivel mundial. La manera de hacerlo es con Cities Skylines: PlayStation 4 Edition, una edición que, además del juego original, incluye una de las expansiones originales del mismo: After Dark. A primera vista, parece tener todos los ingredientes necesarios para convertirse en uno de los títulos de gestión urbanística más destacados de la consola, ¿pero lo conseguirá?

Comenzando de cero

Como en cualquier juego de gestión urbanística, comenzamos con la misión de crear una gran ciudad, más concretamente una Megalópoli si atendemos a la última meta desbloqueable, partiendo de la nada básicamente. Para ello, podemos elegir: el tipo de mapa en el que queremos jugar, el nombre de nuestra ciudad, así como si queremos: tener dinero ilimitado, desbloqueadas todas las metas desde el principio o que nuestros ciudadanos conduzcan por la izquierda (todo un detalle si queremos recrear nuestra propia Nueva York, por ejemplo). 

En lo que respecta al tipo de mapa, nos permiten situar nuestra futura urbe en distintos emplazamientos como una bahía, unas llanuras o unas islas; donde, dependiendo de lo anterior y del tema (europeo, boreal, templado y tropical), habrá una disponibilidad, mayor o menor, tanto de recursos naturales como pueden ser los minerales o los árboles como de área edificable. En este punto, no debemos preocuparnos demasiado por la disponibilidad de terreno para construir, pues, más adelante, a medida que avancemos en el desarrollo de nuestra ciudad y consigamos superar las diferentes metas que propone, pueden comprarse grandes áreas de terreno. 

Como la vida misma en gran medida

Tras lo anterior, y sin mayor explicación que la que nos proporciona el gestor a lo largo del juego, comenzamos nuestra gran misión. Lo primero que tenemos que hacer es construir una carretera y en torno a ella las primeras zonas que suponen los cimientos de nuestra ciudad. ¿Fácil, verdad? En realidad... no. Cities Skylines cuenta con tal cantidad de opciones para gestionar nuestra ciudad que saber utilizarlas eficientemente será crucial para el desarrollo de la misma. 

Primero, tenemos las zonas que nombramos anteriormente divididas en: residenciales, comerciales, industriales y de oficinas, tanto de baja como alta densidad en el caso de las dos primeras. Estas pueden gestionarse si les aplicamos leyes o impuestos, aunque también contamos con la posibilidad de crear distritos, opción muy útil para, por ejemplo, especializar determinadas zonas industriales en un tipo en concreto como puede ser agrícola o minera. 

Dentro de las anteriores, pueden construirse una gran cantidad de edificios de todo tipo en base a las necesidades básicas de los ciudadanos. Electricidad, agua potable y alcantarillado, educación o transporte son solo algunos de los posibles tipos de construcciones que podemos erigir en Cities Skylines. Pero no todo queda ahí, pues saber dónde colocar cada uno de los edificios determinará nuestro éxito para mantener la felicidad de los ciudadanos.

Los ciudadanos ante todo

Y es que todo lo anterior no tiene otro fin que el de ayudarnos a conseguir que construyamos nuestra gran ciudad a costa de los habitantes. Los anteriores son el motor que hace funcionar la urbe y tenerlos contentos es nuestro último fin en todo momento. Para ello, contamos con las vistas de información, donde podemos consultar los niveles de aspectos como la contaminación o el ocio y actuar a tiempo para que no se produzca ningún impedimento... y creednos cuando os decimos que si puede ocurrir, ocurrirá. 

Al igual que los servicios básicos, podemos consultar e incluso modificar algunos de los datos elementales de los ciudadanos que viven en nuestra ciudad. Con tan solo seleccionar uno de ellos con el gestor, podemos ver, por ejemplo, el nombre, la edad o dónde vive la persona en cuestión. Aunque este hecho pueda parecer una nimiedad, resulta una herramienta muy útil, pues, gracias al modo vigilancia, podemos seguirla y ver, por ejemplo, el tiempo que tarda en llegar al trabajo desde su casa o qué medio de transporte utiliza para ello, con el fin último de mejorar, en este caso, el transporte público. 

Y es que a pesar de lo que pueda parecer en otros juegos como puede ser Trópico 5, la gestión del transporte es uno de los aspectos que determinan la accesibilidad de una ciudad, traducida directamente en la felicidad de sus ciudadanos, así como en el número de turistas de la misma. Mientras que en el juego de Haemimont Games no podemos administrar de ninguna manera el tráfico o el medio de transporte de la ciudad que dirigimos como presidentes, en Cities Skylines sí, hasta tal punto que podemos asfaltar vías destinadas a un medio de transporte en concreto, construir puentes o determinar dónde y cuando pueden circular un determinado tipo de vehículo (gracias, en parte, a la opción de crear distritos también). Todo ello inspirado en Cities in Motion, juego de gestión de tráfico que motivó el desarrollo del juego que nos ocupa.

¿Qué hay de nuevo, viejo?

La edición para PS4 de Cities Skylines es, básicamente, la misma que aterrizó en Xbox One hace tan solos unos meses. Esta ofrece el juego con idéntica interfaz, sencilla e intuitiva; el mismo estilo de juego, adaptado al mando de control; e incluso con el mismo DLC, After Dark, en el que tenemos que gestionar y controlar los diferentes aspectos del ciclo diurno y nocturno de la ciudad. No obstante, guarda diferencias significativas tanto con la versión de la consola de sobremesa de Microsoft como con la de PC.

Una de ellas es la posibilidad de hacer que avance el tiempo más deprisa. Mientras que la versión para Xbox One no lo traía de serie, en la de PS4 ha sido implementado desde el principio, por lo que podemos adelantar el tiempo con hasta tres tipos de velocidades: normal, rápido y muy rápido. Asimismo, a diferencia de las anteriores, Cities Skylines para PS4 cuenta con un sistema de red social, similar a Twitter, activado de manera predeterminada, mientras que en sus otras versiones no lo está. Por último, otra de las diferencias reside en el apartado gráfico. En la versión para PC de Cities Skylines se aprecian unas texturas y gráficos más logrados que en PS4, aunque este hecho no es apreciable a simple vista, pues solo es perceptible en algunos lugares del mapa como pueden ser los acantilados, resultando ser una trivialidad en realidad. 

Conclusiones

Cities Skylines: PlayStation 4 Edition es una edición que convierte al juego de Colossal Order en uno de los mejores de su género en el catálogo de PS4 automáticamente, aunque no por mérito propio. Si bien el juego se ha convertido en un referente a día de hoy por hacer las cosas simples, pero bien; la edición deja que desear. No es entendible que después de tanto tiempo no incluya todas las expansiones, a menos que quieran sacarlas después por separado, claro... 

Asimismo, el juego tiene algunas deficiencias de serie como es el hecho de no poder gestionar el comercio exterior, cuando resulta crucial hacerlo para que los recursos de materias primas no dependan, mayormente, de cómo gestionamos el tráfico. Por pedir, nos hubiese gustado que tuviese una banda sonora que hiciera todavía más amena la experiencia, aunque el apartado sonoro cumple lo suficiente. No obstante, cuenta con tal cantidad de aciertos que superan, con creces, las pequeñas pegas que hemos podido encontrar en este simulador de gestión urbanístico que, os confirmamos, es uno de los más destacados de PS4 y, os aseguramos, no dejará indiferente a quienes estéis buscando un juego de este género que llevaros al mando de vuestra PS4.