El renacimiento del siglo
Corría el año 1997 cuando se puso a la venta Final Fantasy VII, un videojuego que supuso un antes y un después en la industria. Por un lado, para la propia saga Final Fantasy, que, tras una vida ligada a las consolas de Nintendo, dio el salto a PlayStation para beneficiarse del mundo de posibilidades que ofrecían su potencia de 32 bits y su formato CD-Rom. Por otro lado, para el público europeo, que, hasta entonces, no había podido disfrutar de una saga muy aferrada al mercado japonés. Aquel J-RPG significó un descubrimiento audiovisual, jugable y narrativo como nunca antes se había visto.
El juego caló de tal manera que, a medida que se sucedían las generaciones de consolas, el público nunca dejó de rogar a Square Enix que creara un remake. La compañía no sólo recogió el guante, sino que, además, subió la apuesta con la decisión de que merecía la pena plantear la puesta al día como una trilogía. La confirmación del proyecto en el E3 de 2015 se convirtió en uno de los momentos más legendarios de la historia de los videojuegos. Ya en 2020, llegó el primer capítulo, Final Fantasy VII Remake. Cuatro años después, es el turno del segundo, Final Fantasy VII Rebirth, que ha sido aclamado por la crítica y es ya el máximo candidato a mejor juego de 2024.
El Dream Team de Square Enix
En la industria de los videojuegos, es habitual que las puestas al día de juegos clásicos corran a cargo de equipos de desarrollo diferentes a los que firmaron la obra original, sobre todo si el lapso de tiempo es muy considerable. En el caso de Final Fantasy VII Rebirth, han pasado ya veintisiete años desde el debut del juego primigenio, pero, sorprendentemente, el núcleo del equipo de desarrollo se ha mantenido igual, con hasta cuatro de sus figuras clave involucradas.
Yoshinori Kitase Productor
Este legendario miembro de Square Enix fue el director del Final Fantasy VII original, así como de la tercera y la octava entrega de la saga o del mítico Chrono Trigger. Tras la salida de Hironobu Sakaguchi de Squaresoft y desde el lanzamiento de Final Fantasy X, es el productor de la serie y, por tanto, el hombre por el que pasan todas las gestiones y aprobaciones de la serie.
Yoshinori Kitase Productor
Este legendario miembro de Square Enix fue el director del Final Fantasy VII original, así como de la tercera y la octava entrega de la saga o del mítico Chrono Trigger. Tras la salida de Hironobu Sakaguchi de Squaresoft y desde el lanzamiento de Final Fantasy X, es el productor de la serie y, por tanto, el hombre por el que pasan todas las gestiones y aprobaciones de la serie.
Tetsuya Nomura Director creativo
Es la otra gran leyenda de la actual Square Enix. Sus característicos diseños han definido buena parte de la identidad tanto de la saga Final Fantasy como, especialmente, de Kingdom Hearts. En el juego de 1997, fue el diseñador de personajes y, a esa labor, ha añadido también la de director creativo y, por tanto, máxima autoridad sobre las decisiones relativas al remake.
Kazushige Nojima Guionista
El responsable del guión del Final Fantasy VII original dejó Square Enix para fundar su propia empresa, Stellavista Ltd., pero la compañía ha seguido recurriendo a él para firmar buena parte de los libretos de la saga, incluidos los de spin-offs como Crisis Core o Before Crisis. Para el megaproyecto del remake, se ha contado también con su característica pluma.
Nobuo Uematsu Compositor
El último miembro clave del equipo de desarrollo original que repite presencia en Final Fantasy VII Rebirth es este músico, al que debemos buena parte de las melodías de nuestra vida. Ya no forma parte de Square Enix, pero sigue colaborando con la compañía. Ha firmado los arreglos de muchas de las partituras de 1997 e, incluso, temas nuevos, como el esencial No Promises to Keep.
Una secuela para veteranos y noveles
Argumento
La historia de Final Fantasy VII es una de las más célebres que existen, y Square Enix ha tomado la valiente decisión de reimaginarla. Todos los pasajes de la obra original siguen presentes, pero se han realizado modificaciones en ciertos puntos para que los jugadores no sepan qué va a ocurrir, independientemente de si jugaron en 1997 o no. Así, Final Fantasy VII Rebirth empieza exactamente donde terminó Final Fantasy VII Remake, con Cloud, Aeris, Barret, Tifa y Red XIII siguiendo el rastro del malvado Sefirot tras haber abandonado la ciudad de Midgar.
Luchar contra el destino
Como en el juego de 2020, el leitmotiv es el dilema de si uno puede o no romper el destino que, en teoría, tiene preasignado. Quienes jugaron al original aún siguen llorando la muerte de Aeris. ¿Sucederá lo mismo también en esta puesta al día? Tal vez sí, tal vez no… Pero el hecho de que Zack Fair, que en teoría debería estar muerto, forme parte de la historia de Final Fantasy VII Rebirth es un motivo de esperanza.
Demo
En relación con todo eso, se ha pensado también en quien no jugara al original ni a la primera parte del remake de 2020. Final Fantasy VII Rebirth incluye un resumen de hechos muy clarificador y, además, en la Store de PlayStation 5, hay disponible una demo gratuita que permite disfrutar de dos partes muy diferenciadas del juego. Por un lado, se pueden jugar las dos primeras horas de la aventura, en las que se explica el trasfondo de Sefirot; por otro, se ha incluido una sección más avanzada que permite entender la dimensión de las áreas abiertas del juego.
Una avalancha de héroes
El Final Fantasy VII original tenía uno de los elencos de personajes más carismáticos de la historia de los videojuegos. Tetsuya Nomura dotó a los héroes de unos diseños únicos, y la emotiva historia contribuyó a que se grabaran a fuego en la memoria de los jugadores. Final Fantasy VII Rebirth incluye a los diez protagonistas de entonces, reforzados tanto en su construcción psicológica como en sus estilos de combate.
Cloud Strife
El protagonista principal fue miembro de Soldado, una organización vinculada a Shinra. Avalancha lo contrató como mercenario, pero acabó convenciéndose de sus motivaciones y, ahora, es un integrante más del grupo y el más decidido a pararle los pies a Sefirot. Su estilo de combate se apoya, fundamentalmente, en el uso del icónico mandoble conocido como espada mortal.
Cloud Strife
El protagonista principal fue miembro de Soldado, una organización vinculada a Shinra. Avalancha lo contrató como mercenario, pero acabó convenciéndose de sus motivaciones y, ahora, es un integrante más del grupo y el más decidido a pararle los pies a Sefirot. Su estilo de combate se apoya, fundamentalmente, en el uso del icónico mandoble conocido como espada mortal.
Aeris Gainsborough
Con permiso de Cloud, es la estrella de la función, ya que la clave de Final Fantasy VII Rebirth es saber qué le depara el caprichoso destino. Es la última anciana viva, por lo que es esencial para el plan de Shinra de hallar la tierra prometida. Su rol fundamental en los combates es el de hechicera, ya sea para sanar a los aliados o para lanzar ataques mágicos.
Zack Fair
En el juego de 1997, este personaje estaba muerto al empezar la historia y sólo se le veía en flashbacks, pero, en el remake, ha logrado burlar a la muerte y juega un rol determinante en los acontecimientos. Es el mejor amigo de Cloud Strife, pues los dos compartieron batallas como miembros de Soldado, como se pudo ver en el spin-off Crisis Core: Final Fantasy VII Reunion.
Barret Wallace
El líder de Avalancha es el personaje más terco e impulsivo del juego, pero, al mismo tiempo, tiene un corazón de oro. Aunque sigue teniendo sus tiranteces con Cloud, en esta secuela los dos son ya uña y carne. A la hora de luchar, es el mejor personaje para las distancias largas, pues cuenta con un cañón que le permite disparar a discreción, pero a costa de un desplazamiento lento.
Tifa Lockhart
Esta amiga de la infancia de Cloud no comulgaba particularmente con los actos terroristas de Avalancha, pero ansía como la que más detener a Sefirot. De hecho, el prólogo del juego explica su relación con el villano, tras los sucesos acontecidos en Nibelheim. En los combates, Tifa es, con diferencia, el personaje más ágil, lo que permite dar andanadas de puñetazos y esquivar grácilmente.
Red XIII
Este can parlante y de rojizo pelaje es fruto de los experimentos del profesor Hojo en las instalaciones de Shinra. Tras ser liberado por Cloud y sus amigos en la recta final de Final Fantasy VII Rebirth, se unió al grupo para ir en pos de Sefirot. En el juego de 2020, no era aún jugable, pero sí lo es en esta secuela, en la que da rienda suelta a sus zarpazos y a la velocidad que le confieren sus cuatro patas.
Yuffie Kisaragi
Esta inocente ninja fue reintroducida en Episode INTERmission, el contenido descargable de la versión de PlayStation 5 y PC de Final Fantasy VII Remake, pero, aquí, se une ya al grupo oficialmente, para seguir luchando por el futuro del pueblo de Wutai. Su estilo de combate se apoya en el uso de un shuriken gigante que le permite atacar tanto cuerpo a cuerpo como a distancia, mediante magia.
Cait Sith
Este gato robótico apareció muy de pasada en Final Fantasy VII Remake, pero, en esta secuela, se une al grupo cuando éste pasa por el Gold Saucer, uno de los escenarios más míticos del juego original. ¿Hará también en esta ocasión la profecía que hizo en 1997? Su modus operandi a la hora de luchar es el más singular, pues puede montar sobre un moguri mecánico y llenarlo todo de explosiones.
Cid Highwind
Este expiloto de Shinra soñaba con viajar al espacio, pero el deseo le fue negado y, tras desertar, se une al grupo de Avalancha. No es un personaje jugable, ya que se suma al elenco en un punto avanzado de la historia, pero, a cambio, pone a disposición del grupo su capacidad como conductor de grandes vehículos, incluido el mítico Tiny Bronco, que permite viajar por el mundo.
Vincent Valentine
Como Cid Highwind, tampoco es un personaje jugable, pero es clave en el universo de Final Fantasy VII, hasta el punto de que protagonizó su propio spin-off: Dirge of Cerberus. Es otro exmiembro de Shinra, pues formó parte de los Turcos, el cuerpo paramilitar de élite de la compañía energética. Conoce bien a Sefirot porque estuvo involucrado en el Proyecto Jénova.
El Dios de los villanos: Sefirot
Sefirot es uno de los villanos más carismáticos de la historia de los videojuegos, y Final Fantasy VII Rebirth pone mucho el foco en él. No es casualidad que sea el personaje central de la portada o que la edición coleccionista del juego incluya una figura suya. Para la puesta al día, se ha hecho un gran énfasis en explicar todo su trasfondo. Así, desde casi el primer minuto, se explica cómo pasó de ser un héroe de guerra a ser un villano sin escrúpulos. Y no sólo eso: en esta secuela, es posible manejarlo y entender lo que se siente al empuñar la masamune, la katana con la que aniquila a sus enemigos.
Resurrección Anciana
Final Fantasy VII Rebirth es una de las reimaginaciones más potentes que se hayan visto nunca, y merece la pena echar la vista atrás para ilustrar cómo se ha actualizado el material primigenio de 1997 para que se sienta mejor y cumpla los estándares actuales, pero sin perder ni un ápice de la esencia original. Como siempre y como nunca.
El arte es atemporal
Buena parte del material artístico con que Square Enix ha realizado la fase de promoción del juego está rescatado del juego original de PlayStation. Tal es el caso de los artes conceptuales que muestran a algunos de los protagonistas del juego, como Aeris, Red XIII, Cait Sith, Cid o Vincent. La disposición de las escenas es la misma, pero la restauración en alta definición es demencial.
Qué bien os sientan los años
En el juego original de 1997, se combinaban hasta tres estilos gráficos: el poligonal de las secciones de exploración, el estilizado de los combates y el cinematográfico de las escenas CG. En Final Fantasy VII Rebirth, todo se ha unificado bajo un estilo que mantiene la fisonomía de los personajes, pero los dota de un grado de detalle y de una expresividad fotorrealistas.
Un mundo revitalizado
El subidón gráfico es muy palpable también en lo relativo a los escenarios. En general, la primera PlayStation sólo podía mostrar planos fijos, con unas texturas limitadas, pero el hardware de PlayStation 5 ha permitido reconstruir los entornos casi desde cero, con la posibilidad de moverse por ellos libremente y observarlos en 360º. Volver a Costa del Sol, el Gold Saucer o Cañón Cosmo es toda una experiencia.
Cinturón negro del tiempo real... con turnos
El sistema de combate es el otro gran elemento que ha habido que adecuar a los tiempos modernos. Como en Final Fantasy VII Remake, eso se ha logrado con la adopción de un sistema en tiempo real que, al mismo tiempo, tiene algunos elementos basados en turnos. Es posible cambiar entre los tres miembros del grupo y moverse libremente, pero las técnicas o los límites se realizan pausando la acción y desplegando menús.
Un mundo de posibilidades
Final Fantasy VII Rebirth es uno de los proyectos más ambiciosos que se han hecho nunca, y eso se puede observar en muchos de sus apartados: el técnico, el narrativo, el jugable… Si Final Fantasy VII Remake fue un sueño cumplido, esta continuación es un paraíso, pues lleva todas las bondades a un nuevo nivel.
División a la vieja usanza
La dimensión del juego es tan colosal que ha habido que dividir todo el contenido en dos Blu-ray, lo cual es, en cierto modo, un ejercicio de nostalgia, pues el juego de 1997 ya se dividía en tres CD. En el caso de la versión digital, el volumen de contenidos global se traduce en una descarga de cerca de 150 GB de datos.
Sin barreras en el horizonte
Final Fantasy VII Remake era un juego relativamente lineal, pues la ciudad de Midgar estaba conformada por escenarios más o menos delimitados y cerrados. En cambio, Final Fantasy VII Rebirth se estructura en torno a una serie de regiones de un tamaño descomunal y pobladas por cientos de misiones que dan para más de 100 horas de juego.
A toda velocidad
La escala de los entornos es tal que ha hecho necesaria la introducción de numerosos medios de locomoción con los que poder recorrer grandes distancias en poco tiempo. Los más destacados son los chocobos, que permiten viajar por tierra, mar y aire, pero también hay un buggy para moverse por Costa del Sol. ¡Y está el Tiny Bronco de Cid!
Lazos de amistad
La narrativa se ha potenciado en esta secuela. No sólo es que los personajes estén realmente bien construidos psicológicamente, sino que se ha añadido un sistema de diálogos en el que poder elegir entre diferentes opciones de respuesta, lo cual afecta a la relación de Cloud con el resto de personajes. Y eso determina con quién tener la mítica cita del Gold Saucer.
Vocación de poder
El genial sistema de combate de Final Fantasy VII Remake se ha potenciado en esta continuación. Cada personaje sigue teniendo un estilo único, y se han añadido sinergias que permiten realizar acciones conjuntas entre dos personajes. También hay nuevas invocaciones, como Fénix, Titán o Bahamut Arisen. ¡No hay enemigo que se resista!
Un festín de minijuegos
Final Fantasy VII Rebirth es ya, por derecho propio, uno de los juegos más polivalentes que se hayan creado en cuanto a cantidad y calidad de minijuegos. Por si la experiencia base no fuera ya suficiente, hay infinidad de contenidos secundarios dotados de sus propias mecánicas jugables. Muchos están rescatados del original de 1997, pero también hay varios que se han creado ex profeso. He aquí algunos de los más destacados.
Carreras de chocobos
Carreras de chocobos
Los animales de compañía por antonomasia de la saga Final Fantasy no podían faltar a la cita. A lomos de un chocobo, hay que intentar ser el más rápido en llegar a la meta.
Combate 3D
Combate 3D
Estos duelos de uno contra uno recuperan el espíritu poligonal de 32 bits del juego original de la primera PlayStation, con trifulcas entre personajes de cuadriculada musculatura.
Delfines
Delfines
Los chocobos no son los únicos animales que tienen su cuota de protagonismo en el juego. También es posible completar recorridos marítimos agarrados a la aleta de un veloz delfín.
Desfile
Desfile
¿Quién no recuerda el mítico desfile del Final Fantasy VII original en el que formar junto a una pléyade de soldados de Shinra? Hay que estar atento a las pulsaciones de botones que aparecen en pantalla.
Fuerte Cóndor
Fuerte Cóndor
Este minijuego táctico, que ya hizo acto de presencia en Final Fantasy VII Remake Intergrade, vuelve potenciado. Desplegando unidades por un campo de batalla, hay que tomar la base del enemigo y defender la propia.
Fútbol
Fútbol
El deporte rey tiene su lugar en Final Fantasy VII Rebirth, con un minijuego en el que hay que empujar un balón de grandes dimensiones para meter goles en una portería. Esta temporada, el pichichi es Red XIII.
Galerías de tiro
Galerías de tiro
El juego cuenta con varios eventos en los que apuntar con armas de fuego. Hay uno en el que Barret debe disparar a bordo de una carretilla que se mueve y otro digno del tiro al pato de una feria.
G-Bike
G-Bike
Las secuencias de acción a lomos de una moto que ya disfrutamos en Final Fantasy VII Rebirth regresan aquí con un minijuego específico en el que dar rienda suelta al acelerador y a los espadazos.
Locura SideraL
Locura SideraL
No hay un género de videojuegos más clásico que el matamarcianos, y Final Fantasy VII Rebirth cuenta con un minijuego tridimensional en el que disparar a discreción contra naves galácticas.
Moguris al corral
Moguris al corral
Otros seres icónicos de la saga Final Fantasy que tienen su pequeña cuota de protagonismo en Rebirth son los moguris, gracias a un minijuego en el que hay que localizar a varios y llevarlos hasta una zona acotada.
Piano
Piano
Los melómanos encontrarán en este minijuego una de las mayores joyas musicales que se hayan incluido nunca en un videojuego. Gracias al sistema de notas y octavas, es posible tocar cualquier melodía que a uno se le ocurra.
Ranas
Ranas
Uno de los momentos más molestos de Final Fantasy VII Remake era que los enemigos nos trasformaran en ranas, pero, esta vez, esa metamorfosis se ha usado para crear un divertido minijuego basado en saltar obstáculos.
Rompecajas
Rompecajas
Otro minijuego de Final Fantasy VII Remake que retorna es éste, en el que hay que destrozar una serie de cajas de resistencia variable antes de que el cronómetro llegue a cero, para tratar de obtener la mayor puntuación posible.
Sangre de la reina
Sangre de la reina
Los juegos de cartas son siempre una garantía de éxito, y Final Fantasy VII Rebirth cuenta uno que aúna el coleccionismo y las partidas competitivas. Crea el mejor mazo posible y prepárate para ser un as.
Carreras de chocobos
Los animales de compañía por antonomasia de la saga Final Fantasy no podían faltar a la cita. A lomos de un chocobo, hay que intentar ser el más rápido en llegar a la meta.
Combate 3D
Estos duelos de uno contra uno recuperan el espíritu poligonal de 32 bits del juego original de la primera PlayStation, con trifulcas entre personajes de cuadriculada musculatura.
Delfines
Los chocobos no son los únicos animales que tienen su cuota de protagonismo en el juego. También es posible completar recorridos marítimos agarrados a la aleta de un veloz delfín.
Desfile
¿Quién no recuerda el mítico desfile del Final Fantasy VII original en el que formar junto a una pléyade de soldados de Shinra? Hay que estar atento a las pulsaciones de botones que aparecen en pantalla.
Fuerte Cóndor
Este minijuego táctico, que ya hizo acto de presencia en Final Fantasy VII Remake Intergrade, vuelve potenciado. Desplegando unidades por un campo de batalla, hay que tomar la base del enemigo y defender la propia.
Fútbol
El deporte rey tiene su lugar en Final Fantasy VII Rebirth, con un minijuego en el que hay que empujar un balón de grandes dimensiones para meter goles en una portería. Esta temporada, el pichichi es Red XIII.
Galerías de tiro
El juego cuenta con varios eventos en los que apuntar con armas de fuego. Hay uno en el que Barret debe disparar a bordo de una carretilla que se mueve y otro digno del tiro al pato de una feria.
G-Bike
Las secuencias de acción a lomos de una moto que ya disfrutamos en Final Fantasy VII Rebirth regresan aquí con un minijuego específico en el que dar rienda suelta al acelerador y a los espadazos.
Locura SideraL
No hay un género de videojuegos más clásico que el matamarcianos, y Final Fantasy VII Rebirth cuenta con un minijuego tridimensional en el que disparar a discreción contra naves galácticas.
Moguris al corral
Otros seres icónicos de la saga Final Fantasy que tienen su pequeña cuota de protagonismo en Rebirth son los moguris, gracias a un minijuego en el que hay que localizar a varios y llevarlos hasta una zona acotada.
Piano
Los melómanos encontrarán en este minijuego una de las mayores joyas musicales que se hayan incluido nunca en un videojuego. Gracias al sistema de notas y octavas, es posible tocar cualquier melodía que a uno se le ocurra.
Ranas
Uno de los momentos más molestos de Final Fantasy VII Remake era que los enemigos nos trasformaran en ranas, pero, esta vez, esa metamorfosis se ha usado para crear un divertido minijuego basado en saltar obstáculos.
Rompecajas
Otro minijuego de Final Fantasy VII Remake que retorna es éste, en el que hay que destrozar una serie de cajas de resistencia variable antes de que el cronómetro llegue a cero, para tratar de obtener la mayor puntuación posible.
Sangre de la reina
Los juegos de cartas son siempre una garantía de éxito, y Final Fantasy VII Rebirth cuenta uno que aúna el coleccionismo y las partidas competitivas. Crea el mejor mazo posible y prepárate para ser un as.
Tres formas de vivir la vida
Edición estándar
- Juego en formato físico.
Edición deluxe
- Juego en formato físico.
- Caja metálica exclusiva.
- Libro de arte de tapa dura.
- CD con la minibanda sonora.
Edición coleccionista
- Juego en formato físico.
- Figura Static Arts Sefirot Final Fantasy VII Rebirth.
- Caja metálica exclusiva.
- Libro de arte de tapa dura.
- CD con la minibanda sonora.
- Accesorio: Collar de alivio.
- Protección: Pulsera de orquídea.
- Materia de invocación: Trinidad de moguris.
- Materia de invocación: Vasija mágica.