Así crearon a la bestia más temible de Percy Jackson y los dioses del Olimpo: “Había elementos clave que Rick Riordan quería conservar”
El showrunner de la serie Percy Jackson y los dioses del Olimpo explica cómo fue la creación de una de las criaturas que aparecen en el séptimo capítulo de la serie de Disney Plus.
Percy Jackson y los dioses del Olimpo ha estrenado esta semana en Disney Plus su séptimo episodio, que ha llevado a Percy, Grover y Annabeth al Inframundo, donde han conocido a Cerbero, el perro guardián de tres cabezas de Hades.
Jon Steinberg, el showrunner de la serie Percy Jackson y los dioses del Olimpo, explicó en una entrevista con Collider que querían hacer que su Cerbero fuera único, pero a su vez fiel al personaje descrito por Rick Riordan en las novelas.
“Había elementos clave de Cerbero en el libro que Rick quería conservar para sus fans, y creo que el diseño lo ha conseguido”, explicó Jon Steinberg, añadiendo que tanto Rick Riordan como Becky Riordan “son grandes amantes de los perros”, por lo que para la serie querían hacer un personaje amigable y que no diera miedo.
“Aunque esta criatura podría comérselo todo en un segundo, también tenía que tener algo adorable. Como con cualquier perro, un buen arañazo hace mucho".
Así se hizo al Cerbero de Percy Jackson y los dioses del Olimpo
Cuando comenzaron a trabajar en Cerbero, tuvieron que plantearse “cómo interactuarían las tres cabezas entre sí” y si la geometría de la animación tendría sentido, “por ejemplo, cómo conseguir que las cabezas no pesasen tanto que la criatura se volcase por el peso”.
Cerbero fue un desafío tanto a nivel conceptual como de rodaje: su perro de tres cabezas medía nueve metros de alto, y hacer que se viera bien junto con el movimiento de sus protagonistas al correr “era una ciencia compleja”, así que tuvieron que pensar bastante los encuadres de cámara.
El truco para hacer que el Cerbero de Percy Jackson y los dioses del Olimpo fuera creíble es el mismo que han usado con el resto de criaturas en la serie de Disney Plus: hacerlos reales, “con motivaciones e instintos de perro de verdad”, para que nos sea más fácil conectar con él.
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