Crítica de El hombre agua, dirigida por David Oyelowo y escrita por Emma Needell. La película de drama familiar y aventuras de Netflix está protagonizada por Rosario Dawson, Lonnie Chavis, Amiah Miller, Maria Bello, Alfred Molina y el propio David Oyelowo. El estreno de El hombre agua en Netflix España es el 9 de julio de 2021.
Algo nos quiere dejar caer Netflix cuando en uno de los primeros planos de El hombre agua nos encontramos con una fiambrera de metal para niños con una ilustración de la maravillosa E.T., el extraterrestre.
Efectivamente, estamos de estreno. Netflix ha estrenado El hombre agua en su plataforma, una película de aventuras y drama dirigida por el también actor David Oyelowo en la que se convierte en su ópera prima.
Como podéis imaginar a juzgar por el primer párrafo que encabeza estas líneas, Netflix nos trae el estreno de una película para toda la familia, pero buscando ese encanto que nos hipnotizaba en el cine de los 80 y los 90.
El hombre agua es un misterio. Un fantasma. Y también la esperanza de Gunner Boone (Lonnie Chavis), un niño dibujante con una mente de lo más creativa cuya madre, Mary (Rosario Dawson) padece cáncer en estado avanzado.
Su padre, Amos (David Oyelowo) quiere protegerlo del sufrimiento ante la enfermedad de su mujer, pero también a ella de cualquier preocupación. Gunner, con la esperanza por bandera, conoce a la misteriosa Jo (Amiah Miller) y se lanza junta a ella en una misión por el bosque para salvar a su madre gracias al poder sanador de una figura mítica de las historias del pueblo.
Desde los títulos de crédito en los que podemos vere al personaje de David Oyelowo conduciendo a casa en coche, podemos descubrir la intención de la película y su temática: el amor, la vida y la muerte. En una rápida sucesión, nos muestra a parejas de raza blanca compartiendo comida en la calle, pero también a una anciana emperifollada que está sola en la acera.
El anhelo de una vida larga o una crítica hacia la representación eternamente caucásica del cine familiar de aventuras de los años 80. La gama cromática de la fotografía y el velo de misterio con el que cubre la fantástica historia de El hombre agua parecen decantarse por la segunda opción.
El cine de de una década pasada... sin el hechizo de sus historias
Engalanada como una fábula, la nueva película de Netflix quiere hablar a los niños sobre la pérdida. En un sentido figurado y también literal; el miedo a la vida adulta y ese proceso en el que nos despojamos de la inocencia infantil, junto a la más dura realidad que camina de la mano junto a la vida. En ellos pretende reflejarse el pequeño Gunner de Lonnie Chavis.
Para construir esta parábola, David Oyelowo aprovecha las dotes artísticas del personaje de Gunner para introducir mediante animación y dibujos la fantasía que rodea a la película: la historia y el origen de El hombre agua y la tierna imaginación de Gunner.
Y es que el personaje interpretado por el joven Lonnie Chavis es absolutamente encantador gracias a su propio trabajo y a los recursos de desarrollo del personaje escritos por Emma Needell. Nos cuenta cómo un niño quiere luchar con todas sus fuerzas contra un enemigo al que parece imposible derrotar, y para ello utilizará todas las armas que estén a su alcance. ¿Y cuál es el arma más poderosa de un niño?
El gran acierto de El hombre agua es que no intenta infantilizar en exceso a sus espectadores más jóvenes. En lugar de enmascarar la realidad para ellos, la afronta con valentía y con la presión suficiente para que su eco sea mucho más didáctico que opresivo. Mucho más familiar, al fin y al cabo.
Es inevitable no pensar en referencias como Un monstruo viene a verme, la particularmente atractiva película de J.A. Bayona en la que también utiliza la ilustración para dibujar el camino a la vida adulta de un niño mediante fábulas. La vena de ésta es infinitamente más artística y compleja, pero apunta al mismo objetivo.
Con todo y con eso, sí, el estreno de Netflix tiene un arranque realmente prometedor, aunque se encamina hacia una resolución que puede ser más anodina de lo que promete en los primeros compases.
Las aventuras de Gunner y Jo se quedan en poco más que una acampada de boy scouts. Toda la fantasía con la que rodea el arranque y el clímax de la película desaparece por completo en el desarrollo del segundo acto, que ruega por la inspiración de esa animación tan bien ejecutada.
No es una cuestión de interpretación. Lonnie Chavis y Amiah Miller hacen un trabajo notable. Es, sencillamente, una aventura con pocas emociones que asume pocos riesgos. Los obstáculos que se encuentran en su búsqueda de El hombre agua carecen de tensión, incluso para los más pequeños.
Es aquí donde esa animación podría haber encajado como la pieza del puzle que se ha perdido en la caja. Una fórmula que ya habían desarrollado y que habría permitido una conexión narrativa para darle más fuerza a la parte menos interesante del relato.
En ese sentido, desde su planteamiento y con el estilo fotográfico con el que arranca su aventura Gunner, se convierte en una promesa incumplida.
Quiere ser mística, recordable y única. Nos presenta a una chica con el pelo de color que narra historias como los mejores capítulos de Pesadillas y a un joven que sale a la aventura con un mapa, una katana y una mochila en la que lleva mucho más que esperanza. Es inevitable que esperemos más que un par de animales salvajes haciendo ruido.
Películas exclusivas de Netflix que todo el mundo ignora pero que son mucho mejores de lo que crees
DescúbrelasHay también una subtrama de fondo que relaciona a Jo, el personaje de Amiah Miller, una investigación policial y un padre que dista mucho del que pretende ser, pero se queda en una anécdota cuya construcción lo convierte en un recurso más populista que vinculante narrativamente.
El hombre de agua es una película tierna, ágil y absolutamente disfrutable en familia. En un lado de la balanza, no consigue activar los resortes que la conviertan en una historia para recordar, ni tampoco la banda sonora o sus personajes tienen suficiente carisma como para engancharnos.
En el otro, tenemos una película que quiere gustar. No hay una oferta particularmente prolífica de este tipo de cine en la actualidad, por lo que el mensaje que pretende transmitir puede ser un aliciente que encaje a muchas familias.
Las aventuras infantiles nos traen los mejores recuerdos de nuestra infancia en los cines, pero todas tienen un rasgo en común: la magia. Esa que aparece entre personajes que recordaremos con cariño y nostalgia, en escenarios fantásticos en los que deseamos formar parte e historias de amistad inocente con las que nos identificamos. El hombre de agua tiene parte de esos ingredientes, pero el conejo no consigue aparecer al levantar la chistera.
VALORACIÓN:
El hombre agua es cine familiar de aventuras que quiere convertirse en una lección amable para los más pequeños de la casa; plantea con buena factura los recursos para convertirla en un guiño agradable al cine juvenil de hace unas décadas, pero le falta esa magia que vincule a los espectadores con su historia y sus personajes.LO MEJOR:
Su intención didáctica sin infantilizar a su audiencia y su planteamiento que recuerda con cariño a los 80.LO PEOR:
Tiene los ingredientes, pero le falta la magia de un cine al que solo recuerda en forma.68
AceptableDescubre más sobre Rafa Dominguez, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.