Crítica de Tenía buena pinta: la comedia que está en el top de Netflix
Crítica de Tenía buena pinta (Good on Paper), dirigida por Kimmy Gatewood y escrita por Iliza Shlesinger. La comedia romántica está en el top de películas de Netflix con Iliza Shlesinger, Ryan Hansen, Britney Young, Christopher Nicholas Smith y Rebecca Rittenhouse entre sus artistas principales. El estreno de la película en Netflix España es el 23 de junio de 2021.
"Si marca un sí en todas las casillas, revísalo de nuevo", reza el cartel de nuestra producción de hoy. Tenía buena pinta(Good On Paper), una verdaderamente falsa historia de amor que está entre los estrenos más populares de la plataforma de Netflix.
Protagonizada y escrita por la actriz y cómica Iliza Shlesinger, la nueva película de Netflix tira de comedia romántica y una falsa autobiografía para contarnos la historia de Andrea, un reflejo inspirado en la vida de su intérprete.
Andrea es una cómica de stand up que no consigue que su carrera como actriz en Hollywood despegue, lo que no le impide tomarse la vida con suficiente sarcasmo como para no dejar de intentarlo.
A sus 34 años años decide darle una oportunidad a una relación seria con Dennis (Ryan Hansen), el hombre que entró hace unos meses en su vida y que se ha convertido en su mejor amigo.
Dennis cumple con todo lo que Andrea espera en una relación: es atento, es amable, es cariñoso e inteligente... y particularmente sospechoso de ser todo lo contrario. Andrea apenas conoce nada sobre su vida, por lo que tendrá que ingeniárselas para descubrir cuánto hay de verdad en su nueva pareja.
Tenía buena pinta es la ópera prima de Kimmy Gatewood, que se estrena con una comedia que trata de satirizar los estereotipos de género y las relaciones... con más estereotipos. Y es la propia Iliza Shlesinger quien escribe un guion de comedia con el que nos ha resultado imposible dibujar en nuestra boca algo más que una sonrisa tímida.
La premisa con la que parte la película es sencilla y la ejecución es lo suficientemente certera como para que robe nuestra atención esperando una película que acaricie con las yemas de los dedos la naturalidad de otras producciones de la plataforma como la exquisita After life. Nada más lejos de la realidad.
Ese sarcasmo sobre la dramedia vital de su vida que nos presentan con naturalidad se esfuma a las pocas escenas con interpretaciones histriónicas y estereotipadas.
Sus reacciones excesivamente recreadas no son herencia de una mala interpretación, sino todo lo contrario. Es el propio drama fílmico con el que siempre reflejan los problemas del primer mundo en Estados Unidos.
De ahí que su apuesta por un humor basado en gestos sobreactuados tenga tan poco recorrido visto desde nuestras lentes. Y es que cae en todos y cada uno de los estereotipos con los que bromea en los monólogos de stand up con los que rompe la narrativa: las absurdas expectativas de los hombres, los juicios de valor y las falsas apariencias.
Cuando toca analizar el desarrollo de la trama... tenemos más de lo mismo. La premisa no va a pillar por sorpresa a nadie, pero una ejecución sencilla con unas interpretaciones acordes pueden dar de sí para que sus 90 minutos de duración se conviertan en un visionado divertido de media tarde.
Otro traspiés. ¿Consigue generar cierto suspense alrededor de la figura de Dennis? Sí. ¿Queremos saber más sobre la verdad que esconde? Otro punto, sí. Entonces, ¿consigue cumplir con cualquier expectativa, por mínima que sea, cuando se va desvelando la realidad? Un «no» sería pasar por alto el tiempo que pierde en hacerlo de forma tan insatisfactoria.
El clímax de la película busca reflexionar sobre los temas que planteaba desde el inicio, pero cae en una vorágine de exageración que la lleva a dilapidar cualquier atisbo de verosimilitud que había construido con su pareja protagonista.
Esa contradicción en la resolución hace que sus temas sean una anécdota sobre la que levantar una historia que poco tiene que aportar.
Las interpretaciones son correctas y la propia Iliza Shlesinger hace un buen trabajo como un reflejo extraño de sí misma, pero no consigue escapar de ese aura con cierto «cringe» que, si está tan inspirada en la realidad como dice, hay poco de lo que enamorarse en su personaje.
Tenía buena pinta. Ese sería el resumen perfecto, tan preciso que casi es la nota cómica que no encontramos en la película.
VALORACIÓN:
Tenía buena pinta, ese es el titular; una película de comedia basada en una historia real que desde su planteamiento va cayendo en un vórtice del que no la salvan sus intentos poco agraciados por hacer comedia absurda.LO MEJOR:
Todo lo que rodea al contenido es aceptable, con una producción sencilla que funciona.LO PEOR:
El batiburrillo de clichés y situaciones exageradas que son incapaces de levantar una sola carcajada.45
MaloDescubre más sobre Rafa Dominguez, autor/a de este artículo.
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