Se cumplen diez años del estreno de la última película de la saga Harry Potter y para celebrarlo recordamos algunos de sus detalles más curiosos.
Hoy hace una década que llegó a los cines la última película de la saga Harry Potter en los cines, Las reliquias de la muerte - Parte 2, la segunda parte de un final que en los libros solo duraba una novela pero que en los cines fue divida en dos películas para poder abarcar aun más historia de lo escrito por J.K. Rowling.
Una década del estreno de una película que cerró otra década en los cines, pues el la llegada de Las reliquias de la muerte supuso el fin del mundo mágico creado por J.K. Rowling que no volvió a trasladarnos hasta él hasta el estreno de Animales Fantásticos y Dónde encontrarlos en 2016.
Para todos aquellos fans de Harry Potter que vivieron con emoción el estreno de esta película, así como para todos los que no lo son tanto, recordamos algunas de las anécdotas más curiosas del rodaje de la película.
Muchas varitas
Esta película marca el final de la saga Harry Potter y como tal, el final de Daniel Radcliffe interpretando al niño mago con la cicatriz en la frente. A lo largo de toda la saga, contando con Las reliquias de la muerte, Radcliffe rompió ocho varitas pues las utilizaba, no solo para hacer magia en el set de rodaje, sino también como batutas cuando tocaba la batería. Algo que no le hacía mucha gracia al equipo de atrezzo, pues cada una de las varitas de cada uno de los personajes que aparecen en las películas, son únicas, hechas exclusivamente para ellos siguiendo alguna de las señas que la autora ha dejado escritas en los libros.
¿Boham Carter o Watson?
Al principio de la película vemos cómo Hermione utiliza la Poción Multijugos para convertirse en Bellatrix Lestrange y así poder colarse en el Banco de Gringotts. Como en la realidad es Helena Boham Carter quien debía interpretar esta escena como si fuese Hermione, la actriz pidió a Emma Watson que interpretase la escena al completo para poder saber cómo actuar como si fuera Herminone. Así que lo que se ve en la película es a Helena Boham Carter imitando a Emma Watson como si Hermione fuese Bellatrix Lestrange.
Uno tiene que morir ¿o no?
A medida que leía los libros de Harry Potter, Daniel Radcliffe cada vez tenía más claro que uno de los tres protagonistas iba a morir en el libro final, sin embargo, los tres sobreviven a la Batalla de Hogwarts, pues tal como explicó la propia J.K. Rowling, siempre tuvo muy claro que el trío protagonista debía vivir, a pesar de que en una época un poco mala de su vida, mientras escribía las últimas novelas tuvo la tentación de matar a Ron Weasley, finalmente se abstuvo y se ciñó a su idea original de no acabar con su vida.
El extraño beso
A pesar de que tanto en las películas como en los libros se ve como la relación entre Hermione y Ron va evolucionando de una amistad a un noviazgo, para lo actores que los interpretan, Emma Watson y Rupert Grint, su relación siempre se mantuvo como algo fraternal, por eso ninguno de los dos esperaba con demasiada emoción el esperado beso que se dan sus personajes en la película, al igual que en el libro. Seis tomas fueron necesarias para que quedase bien el beso entre Ron y Hermione, muchas menos de las que se necesitaron para el de Harry con Ginny, diez, el de Ron y Lavender, quince, o el de Harry y Cho que necesitó hasta treinta tomas.
El abrazo improvisado
Después de que Harry haya "muerto", Voldemort entra con todas sus huestes en un destrozado Hogwarts para darle la oportunidad a los supervivientes de unirse a sus filas, el único que se mueve del lado de los alumnos al de los mortífagos es Draco Malfoy por orden de su padres. Mientras camina para cambiar de bando, Voldemort le da un extraño abrazo de reconocimiento, un gesto que no estaba escrito en guion y que fue improvisado por Ralph Fiennes. La reacción de Tom Felton completamente paralizado ante el abrazo es genuinamente cierta.
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