Jurassic World: Campamento Cretácico rescata una vieja teoría de El mundo perdido
La semana pasada aterrizaba en Netflix la segunda temporada de Jurassic World: Campamento Cretácico, la serie de animación de la franquicia de Jurassic World que nos situó en medio de los acontecimientos de la película de 2015 a través de los ojos de un grupo de adolescentes que disfrutaban de un campamento muy especial en la Isla Nublar cuando el Indominus Rex quedó en libertad. La serie servirá como nexo de unión entre las diferentes películas de la trilogía, además de ser un homenaje a toda la saga.
La segunda temporada de la serie transcurre inmediatamente después de que Jurassic World sea evacuado. El grupo queda varado en Isla Nublar sin posibilidad aparente de contactar con el exterior, por lo que deberán encontrar refugio y un modo de hacer saber que están atrapados en la isla repleta de dinosaurios.
A lo largo de los episodios que conforman la temporada 2 de Jurassic World: Campamento Cretácico nos encontramos con el resurgir de una de esas teorías y creencias que recordamos de la película original de Jurassic Park y muy especialmente de El mundo perdido.
"La vida se abre camino" es una de las frases recurrentes del doctor Ian Malcolm que terminó calando en John Hammond. Al final de El mundo perdido, Hammond explica que se debería dejar a los dinosaurios prosperar en esos hábitats. Ahora, en Jurassic World: Campamento Cretácico hemos podido ver cómo los dinosaurios se apoderan de la isla gracias a sus instintos. El Tiranosaurio Rex establece su nido cerca del complejo hotelero del parque y carnívoros y herbívoros disfrutan de la tregua en los abrevaderos.
Resulta curioso ver cómo los animales se establecieron antes de los eventos catastróficos de Jurassic World: El reino caído. Habrá que ver cómo aborda la serie esa parte.
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