La saga protagonizada por Matt Damon (Elysium) comenzó hace ya doce años, ¡cómo pasa el tiempo! La primera película, El caso Bourne, se estrenó en 2002 y fue dirigida por Doug Liman (Al filo del mañana), prosiguió en 2004 con El mito de Bourne y aparentemente concluyó en 2007 con El ultimátum de Bourne. Las dos últimas cintas fueron dirigidas por Paul Greengrass.
En 2012, El legado de Bourne probó fortuna sin su personaje principal y el experimento no salió mal del todo, aunque parecía evidente que ni el ritmo ni el empaque de Jeremy Renner (Matar al mensajero) como Aaron Cross podían compararse con las películas anteriores. Esta cuarta entrega, que enlazaba con la trilogía anterior por medio de varios flashbacks, costó alrededor de 125 millones de dólares y recaudó 276 en todo el mundo, lo que aseguraba la continuidad de la saga.
Universal ya había anunciado una nueva película de la saga de nuevo con Jeremy Renner como protagonista interpretando a Aaron Cross y dirigida por Justin Lin (Fast & Furious) como director, así que esta noticia viene a remover estos cimientos... La condición de Matt Damon para volver a encarnar a Jason Bourne era muy sencilla: que regresesara Paul Greengrass detrás de las cámaras y eso sucederá en la secuela de El legado de Bourne.
Así de rotundo se mostraba el actor: "Estará lista para 2016. Paul Greengras volverá a dirigirla. Eso es todo lo que puedo decir". Pues nada, a esperar... ¡qué buena noticia!