Hoy en día el cine pirata es una opción que todo el mundo (o casi) consume. Para las grandes industrias luchar contra esto se ha convertido en una tarea prácticamente imposible, pero Philips tiene una tecnología capaz de evitar que los “espectadores piratas” graben las películas. La piratería tiene los días contados.
Una vez se estrena la película en las salas, sólo hay que esperar unas horas para encontrarla bien en páginas de descarga o en páginas de cine online. La calidad suele ser muy mala, casi no se distinguen a los personajes en la oscuridad, suele estar pixelada, la cámara que graba no está centrada, se mueve, está torcida y el sonido es horrible. Esto no impide su consumo, hay muchos que quieren ver las películas sin pasar por el cine y la quieren ver lo antes posible, es decir, les importa poco como ver las películas.
La industria ha puesto medidas contra la piratería en el cine, lo ha intentado, aunque no con gran éxito. Algunas de las medidas usadas han sido la marca de agua o el uso de personas con gafas de visión nocturna inspeccionando a los espectadores durante toda la proyección. Esto, además de no frenar la piratería era incómodo para los usuarios que disfrutaban de un buen rato de cine, hasta ahora.
Philips ha desarrollado una tecnología basada en su actual Ambilight usado en sus televisiones. Esta consiste en mostrar una luz desde el lateral de la pantalla con una frecuencia determinada, la cual provocaría que al grabarse la imagen con una cámara esta quedaría inutilizable al sincronizarse con la forma con la que funcionan los obturadores de las cámaras.
No se sabe si los cines comenzarán a utilizar esta medida, hay quienes no optan ni por renovar los sillones o las pantallas. Pero si funcionan y comienzan hacerlo, puede que los videoclubs vuelvan abrir, al menos de forma online.
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