A la hora de hablar de los juegos que nos dejó el año 2012, es imposible, por uno u otro motivo, olvidarse del genial Dishonored. Desde que Arkane Studios nos dejara disfrutar de las aventuras de Corvo Attano, el estudio francés prácticamente no ha vuelto a abrir la boca en lo que respecta a una más que segura secuela, pero gracias a la imagen que hoy nos acompaña los rumores de un posible Dishonored 2 vuelven a estar a la orden del día.
La imagen en cuestión nos muestra el logo del juego, Dishonored II, sobre un fondo negro y nos invita a estar atentos al E3 2014 para descubrir todo lo que rodea al juego en cuestión. También se nos invita a utilizar el hashtagDarknessOfTyvia en Twitter, siendo Tyvia la isla más al norte de El Imperio de las Islas, la suerte de país en el que se desarrolla la acción en el primer título y, si no se trata de una broma pesada, en el segundo.
La historia de Dishonored nos ponía en la piel de Corvo, un guardaespaldas que es traicionado y sobre el cual caen inmerecidamente las culpas del asesinato de un importante miembro de la monarquía. De cierta manera conseguirá unos poderes sobrenaturales con los que intentará descubrir quién le preparó esa trampa y el porqué de ello. Sigilo y acción se daban la mano en un desarrollo que encumbró a Dishonored como mejor juego del 2012 en HobbyConsolas.com.
Para expandir su mundo, Arkane Studios desarrolló tres contenidos descargables para Dishonored: uno vacío en lo que respecta a su argumento, Dunwall City Trials (pruebas de habilidad); y dos bastante interesantes que nos muestran otro punto de vista de la historia, El Puñal de Dunwall y Las Brujas de Brigmore.
Volviendo al tema de la imagen del supuesto Dishonored 2 Darkness of Tyria, esperemos que no se trate de un fake venido arriba como los casos de Prey 2 o el más doloroso aún Fallout 4, entre otros. A ver si Arkane Studios y Bethesda se pronuncian al respecto y salimos de dudas, aunque estaremos todos de acuerdo a que un Dishonored II en Xbox One, PlayStation 4 y PC con CryEngine 3 no estaría nada mal, ¿no?
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