El estreno de Star Wars episodio IX: El ascenso de Skywalker cerró el pasado mes de diciembre la Saga de Skywalker para siempre. J.J. Abrams puso punto y final a las aventuras de Finn, Rey, Poe Dameron y Kylo Ren, aunque la cruzada de una parte del fandom por enfrentarse a la otra continúa. La trilogía de las secuelas ha constituido el capítulo más polarizador de todas las producciones cinematográficas de Star Wars.
Uno de los temas favoritos de los fans de Star Wars a la hora de debatir y teorizar ha sido estos últimos años el sable de luz de Kylo Ren. En Star Wars episodio VII: El despertar de la Fuerza, Kylo apareció con este particular sable de luz con guardas y la hoja de energía inestable.
Desde el primer momento, este peculiar arma ha sido motivo de debate entre los fans, que hasta entonces conocían los sables de luz, los sables de luz de doble hoja y los sables de luz cortos pensados para quienes empuñaban un segundo sable de luz.
La serie de cómics de Star Wars: The Rise of Kylo Ren, ha entrado en detalle con este tema. El sable de luz de Kylo Ren es el mismo que utilizaba cuando entrenaba con Luke Skywalker. Para tornar el cristal kyber en rojo, Kylo tuvo que "hacer sangrar" al cristal. Sin embargo, se pasó y terminó rompiéndolo, haciendo que la energía liberada fuera inestable. Para compensar el exceso de energía que el cristal confería al sable de luz, Kylo añadió el ingenio que hacía que el sable de luz tuviera dos salidas adicionales que servían a modo de guardas, o gavilanes como se denominan también en el mundo de la esgrima.
Cierto es que esta es la teoría que estaba más afianzada desde el principio en torno al sable de luz de Kylo Ren, así que tampoco es que hayan querido ir a contracorriente.
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