Abre unas rarísimas cartas de Nintendo que llevaban años selladas... y se lleva una desagradable sorpresa

Ya lo dijo Francisco de Goya: "El tiempo también pinta" y es una frase que se puede extrapolar a todos los ámbitos. Esto es algo que ha vivido este coleccionista, aunque se ha llevado una sorpresa para nada agradable.

Erik Voskuil lleva la fantástica web Before Mario (y ha escrito un excelente libro con el mismo nombre) tiene una de las mejores colecciones del mundo en cuanto a material de Nintendo.

Hace poco (vía Kotaku) consiguió algo que era especial incluso para sus estándares: un par de paquetes de naipes de Nintendo de la década de 1950, que representaban la ciudad natal de la compañía: Kioto.

"No puedo exagerar la emoción que tuve al encontrar estas cartas Nintendo de 70 años, con la Kioto de 1950", decía Voskuil en un mensaje a través de Twitter del pasado 7 de agosto.

"En todos mis años de coleccionista, estas son las únicas copias que he encontrado". Para darle perspectiva, Voskuil añade en su blog que es la primera vez que ve las cartas -impresas totalmente en inglés- a la venta, tras pasar "más de veinte años buscando artículos antiguos de Nintendo".

Pero aunque publicaba sus dudas sobre si abrir o no el pack de cartas -recordad que son valiosas y mantienen su valor sin abrir- Voskuil decidió que iba a abrir uno de los paquetes de cartas Nintendo.

Al dejar intacto el otro, su curiosidad ya estaría satisfecha y de paso vería por sí mismo el valor de las cartas y cómo estarían por dentro habiendo pasado el tiempo.

Por desgracia para él y para muchos, su emoción inicial con ambos packs no duró mucho. Al abrir uno de ellos se llevó una sorpresa no agradable.

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"Sin embargo, cuando retiré con cuidado parte del envoltorio, descubrí rápidamente que todas las tarjetas se habían fundido por completo", escribe.

"Habían estado presionadas durante tanto tiempo, quizá en condiciones de calor y humedad, que la tinta de todas las tarjetas había hecho que se pegaran completamente. La pila de tarjetas individuales se había convertido en un ladrillo sólido.

Las impresiones fotográficas de las tarjetas, que contienen grandes cantidades de tinta, también pueden haber contribuido a ello".

Estas cartas son muy antiguas y no tienen ese plástico o laminado que se asocia a los naipes modernos. Son hijas de su tiempo y por tanto fueron fabricadas por unos estándares que quizá hoy en día ya no se llevan.

Estas están hechas enteramente de papel por lo que cuando habla de una fusión por completo, lo dice de verdad. Ya no hay una baraja de cartas, sino un bloque de papel muy caro y fusionado.

Al revisar el segundo pack, Voskuil descubrió que esas cartas habían sufrido un destino similar. Pese a que algunos sugerían "dejarlos en el congelador un tiempo" o "ponerlos en una 'caja de sudor' también utilizada por los coleccionistas de sellos", esto no iba a servir.

El propio coleccionista decía sombríamente que "estos packs, por desgracia, están más allá de cualquiera de estos métodos y van a permanecer fundidos, para siempre".

Una lástima, pero después del paso de 70 años lo normal era que ocurriese algo similar. El único consuelo que puede encontrar es lo bonitas que son las cajas; aunque se llevó una carta al menos.

Uno de los dos mazos tenía una de muestra pegada en el reverso y esta sí se podía quitar. El resto de la historia, con fotos detalladas y otros extras se puede ver en el blog de Before Mario.

Esta historia no es la actual con Nintendo Switch ni sus juegos, pero no deja de ser una curiosidad muy grande y bonita.