¿Sirve realmente para algo expulsar los USB de forma segura?
Hace unos días abordamos la eterna cuestión: ¿es malo dejar cargando el móvil por la noche? En esta ocasión, volvemos sobre otra de las dudas más frecuentes de los usuarios respecto a la informática: ¿es necesario expulsar una memoria USB de forma segura?
En realidad, esta es una pregunta sencilla y compleja a la vez, aunque la respuesta más simples sería que siempre debemos expulsar una unidad antes de extraerla. Para ello Mac y Linux cuentan con un botón para tal fin, el problema es que en Windows no siempre es tan sencillo ya que debemos buscar el icono “Quitar hardware de forma segura” en la bandeja del sistema para desplegar la lista con los dispositivos conectados.
Según Phillip Remaker, ingeniero de servicios en Cisco Systems, los sistemas operativos están diseñados para confiar en que las unidades externas no cambiarán bruscamente de estado. "Al leer o escribir archivos, el sistema operativo espera que los archivos permanezcan accesibles y no desaparezcan repentinamente a mitad de la lectura o mediados de la escritura" , explicó en Quora. Si un programa simplemente está navegando, sin intención de retener información, probablemente no le importará si inesperadamente el disco desaparece.
El peligro de extraer un USB de forma brusca es que los datos se pueden corromper, y es que aunque la unidad no esté funcionando corremos el peligro de perder la información almacenada ya que por defecto la mayoría de sistemas operativos utilizan la memoria caché para mejorar el rendimiento de un equipo. En estos casos expulsar de forma correcta el dispositivo le indica al sistema que debe vaciar la caché y asegurarse de que todas las acciones pendientes ya se han completado y que ningún proceso quedará interrumpido.
El modo en que Windows administra la caché es menos previsible que en Mac o Linux. El sistema operativo de Microsoft suelen desactivar por defecto el buffer de las unidades “extraíbles” porque muchos usuarios acostumbran a quitar el USB de un tirón sin expulsarlo debidamente, con lo que se disminuye la probabilidad de que se corrompan los datos.
El problemas puede ocurrir si Windows no detecta una unidad externa como tal, aumentan las probabilidades de que se corrompan los datos. El usuario puede editar la configuración de la caché haciendo click derecho sobre el icono del USB y seleccionando Propiedades. En la ficha “Políticas”, marcando “Eliminación rápida”, se desactiva la memoria caché, eso sí, disminuyendo el rendimiento.
Pero la caché no es la única responsable de la pérdida de datos. En ocasiones los programas que operan en segundo plano bloquean un elemento almacenado en un USB y, cuando el usuario procede a retirarlo, salta un mensaje de “archivo en uso”. Para solucionarlo hay que entrar en el Administrador de tareas para expulsar una memoria de forma segura y evitar la pérdida de datos.
En definitiva, sólo hay una razón para no expulsar los USB de forma segura: la pereza. Lo mejor es acostumbrarse a hacerlo del modo correcto, como una rutina del día a día más.
Descubre más sobre Iván Muñoz, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.