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La semana pasada publiqué el análisis de Sniper Elite 5, un juego ambientado en la Segunda Guerra Mundial en que encarnamos a un francotirador de las fuerzas especiales que lucha contra los nazis. No es la primera vez que nos encontramos con un desarrollo así, ¿verdad? Sin embargo, publicar el análisis fue un poco más difícil. 

El embargo de publicación, esa dichosa fecha en que todos los medios podemos lanzar nuestro contenido, era.el 25 de mayo. Un día como cualquier otro, si no hubiese coincidido con la terrible noticia del tiroteo en Texas, en que fueron asesinados 19 niños. Una noticia tan impactante que me obligó a cambiar el texto del análisis. 

En efecto, en la review que pudisteis leer faltaban algunos párrafos que me parecieron muy poco "sensibles" dada la situación. No era el momento para hablar de las sensaciones de los disparos, aunque fuese un videojuego. Reconozco que la noticia me sentó como un puñetazo en el estómago. Una vez más, la realidad supera a la ficción, y es mucho peor. 

Si me habéis leído, seguro que adivináis que me gustan las armas de fuego, la historia militar, y por supuesto los juegos de guerra. Pero hay momentos en que debemos dejar estas cosas a un lado y escribir "con cabeza" para evitar ofender a nadie de manera innecesaria.

El caso es que me he acordado de otra anécdota, cuando mi hijo vio el desembarco de Normandía en Call of Duty WWII. Aproveché para explicarle que, aunque era un videojuego, los soldados lucharon así hace muchos años, y que fue una batalla muy importante -ya habrá tiempo para contarle más detalles si algún día tiene interés-. 

Su abuela también estaba en casa y se mostró mucho más afectada; "ay Dios mío, pobrecitos, si no eran más que niños". Otro puñetazo... y yo pasé bastante tiempo reflexionando sobre si era respetuoso convertir en un juego un episodio traumático, como el conflicto más grande de todos los tiempos. 

Al final, las soluciones aparecen en el lugar más inesperado. ¿Sabéis dónde encontré la mejor explicación a todo aquello? Me apuesto un autógrafo de Kojima a que no lo adivinaríais... en Terminator 2 (había una pista en la imagen principal). 

Hay un momento de la película, en que John, Sarah y el T-800 se toman un respiro ante la implacable persecución del T-1000. Y en ese momento ven a unos niños jugando con pistolas de juguete. John Connor le dice al terminator: "nunca cambiaremos, ¿verdad?".

Revisad este diálogo, porque es excelente, y creo que tenía razón. 

Con este blog no quiero entrar en mayores reflexiones, ni convencer a nadie. Se llama "Estamos jugando" y sólo he querido transmitir cómo me he sentido en uno de mis análisis más recientes, y contaros algo que quizá no sabíais de nuestro día a día en Hobbyconsolas.