El entusiasmo es contagioso. Después de veinte años en la industria, uno aprende a leer entre líneas, y cuando una empresa del perfil de Activision hace us previsiones de ingresos para cada año fiscal, ya puede adivinar qué se traen entre manos. En 2017 la compañía batió récord de beneficios, gracias al lanzamiento de Destiny 2, Crash Bandicoot Nsane Trilogy y Call of Duty WWII, sin dejar de lado Call of Duty Zombies Chronicles (una recopilación del modo zombies en la trilogía Black Ops).
Pero eso no es nada, porque para 2018 pretenden pulverizar estos números. Bungie está inmerso en arreglar el endgame de Destiny 2 y lanzar las próximas ampliaciones (nos han prometido que escuchando las inquietudes los usuarios), y el rumoreado lanzamiento de Crash Bandicoot en Nintendo Switch y PC puede ser un buen empujón, pero está claro que las apuestas están sobre el nuevo Call of Duty de Treyarch y los DLC de Call of Duty WWII (el juego más vendido del año en todo el mundo). Y eso que este año se verán las caras con Red Dead Redemption II y el próximo Battlefield.
Y ahora, ¿por qué es tan emocionante que Treyarch lance una nueva entrega de Black Ops? Pues hay muchos motivos, aquí vamos a repasar los más relevantes, aquellos que convirtieron a Call of Duty Black Ops III en el segundo juego más vendido de la generación, sólo por detrás de GTA V.
Saltos en el tiempo y personajes históricos
En el primer Black Ops disfrutamos de una inquietante recreación de la Guerra Fría, desde la guerra de Vietnam a operaciones encubiertas en el ártico. La presencia de personajes históricos como Kennedy, Fidel Castro o el presidente Nixon (además de los reflejos de la carrera espacial y los cambios culturales de los años sesenta) ayudaba a contextualizar los enfrentamientos.
Esta tendencia se mantuvo en Black Ops II, con la incorporación de Noriega (y el asesor Oliver North). Nos encontrábamos con Frank Woods en el futuro, y se planteaba un escenario bélico realista basado en los avances de DARPA tal y como se muestran en el libro Wired for War de P.W. Singer (en particular el uso de drones y la información en tiempo real sobre el campo de batalla). Por cierto, con guión de David S. Goyer (Batman Dark Knight o El hombre de acero).
En Black Ops III nos trasladamos unos años en el futuro, con la incorporación de armas capaces de imprimir su propia munición a partir de gel, miembros mecánicos, el interfaz neuronal directo y la incorporación de robots en el FPS bélico más popular. Y por primera vez en la saga con enfrentamientos contra enemigos finales (una especie de tanques araña, con inteligencia artificial).
Black Ops 4 según los rumores (por una oferta de trabajo que ha publicado Treyarch en que buscan un diseñador de sistema de combate) estará ambientado en la guerra moderna, y reflejará el uso de armas actuales.
A la vanguardia de la técnica
Treyarch fue el primer equipo que disfrutó de un ciclo de tres años para desarrollar un Call of Duty. El equipo de Mark Lamia aprovechó los avances conseguidos en Ghosts (Infinity Ward) y en Advanced Warfare (Sledgehammer Games) para mejorar el apartado visual, diseñar un nuevo estilo de movimiento más fluido -basado en el doble salto, el wallrun (carreras por la pared) y los deslizamientos- y permitirnos jugar la campaña en modo cooperativo online para cuatro jugadores.
Black Ops III fue el Call of Duty más abierto, tanto en el diseño de niveles como en la posibilidad de personalizar a los soldados antes de afrontar cada misión, con habilidades especiales y armas de ciencia ficción. Y esta apuesta por los campos de batalla menos "pasilleros" también hizo que la Inteligencia Artificial de los enemigos se multiplicase.
Si en Black Ops IV el equipo ha trabajado en la misma línea, nos podríamos encontrar con una campaña revolucionaria en el terreno del FPS, más basada en la estrategia que en los elementos "scriptados" que caracterizaban a los juegos anteriores.
Cargados de contenido
Call of Duty World at War (también de Treyarch) fue el primer juego que incorporaba campaña, multijugador y zombies. Y a partir de entonces la compañía se propuso multiplicar las posibilidades de cada nueva entrega. En Black Ops a los modos anteriores se unieron la posibilidad de jugar a Dead Ops Arcade (un minijuego retro) además de las aventuras conversacionales clásicas Zork y Zork II y el modo teatro para editar y compartir nuestros propios vídeos.
Black Ops III supuso todo un logro. Teníamos campaña, modo online, zombies, Dead Ops Arcade 2, pruebas de parkour contrarreloj y niveles de entrenamiento virtual. Además, una vez que completábamos la campaña, podíamos volver a jugarla con un nuevo argumento y cambiando a los enemigos por muertos vivientes.
El estudio hace los COD más largos y profundos, e incluso sus DLC fueron los primeros que además de mapas y armas extra nos permitían continuar la historia del modo zombies, con nuevos easter egg.
Los reyes del modo zombies
Hagamos un rápido repaso a lo que han dado de sí los zombies de Call of Duty. La historia comenzó con zombies nazis en World at War (Nach der Untoten un modo independiente del que hemos visto en WWII) y a partir de ahí crecieron de manera exponencial. Con los DLC de Kino der Untoten (Black Ops) se incluyeron actores conocidos en los papeles protagonistas. En Call of the Dead aparecían Sarah Michelle Gellar (Buffy cazavampiros), Robert Englund (Freddy Kruegeren Pesadilla en Elm Street), Danny Trejo (Machete) y Michal Rooker (Henry, retrato de un asesino). Incluso había un cameo zombi del padre del género, George A. Romero.
En Black Ops 2 se apostó por un sistema nuevo, con un autobús que nos iba llevando por los diferentes escenarios. Los jugadores (cuatro en modo cooperativo) podían elegir entre quedarse en una localización y aguantar las oleadas de no muertos o viajar a lugares que fuesen más sencillos de defender.
Por último Black Ops III apostaba por un regreso al estilo clásico. pero ambientado en una ciudad con el estilo de los años 40. Shadows of Evil era una de las entregas más trabajadas (hasta nos permitía transformarnos en monstruo por tiempo limitado) y sus DLC nos llevaban por fin a la conclusión de este apasionante modo. Con estas tres entregas, el modo zombies ha ganado tanta relevancia que ahora es el favorito de muchos jugadores.
Multijugador revolucionario
La saga Black Ops, en particular el segundo y el tercero han convertido a Call of Duty en un eSport de primer nivel. El doble salto, el "wallrun" y la fluidez de los movimientos acabaron con la plaga de "camperos" (jugadores que esperan agazapados detrás de puertas y esquinas para abatir a sus rivales) y convirtieron el juego en un verdadero espectáculo.
Además Treyarch da lecciones de diseño de niveles en cada entrega, siguiendo el esquema clásico de tres "calles" con un mapa simétrico y tres alturas. Sus juegos (junto a Infinite Warfare) son los que le dan más verticalidad a los enfrentamientos, y el sistema de personalización de armas y soldados también va un paso por delante. Black Ops fue el primero que nos permitió crear emblemas e incorporarlos al arma, por ejemplo.
Aún está por descubrir qué serán capaces de hacer con armas modernas en Black Ops 4 (si se confirma este título), pero seguro que acelera el ritmo de los niveles del, por otro lado estupendo, modo online de WWII. Si se cumplen los planes de otras entregas, el próximo mes de abril asistiremos al primer tráiler de COD BO4, y en el próximo E3 2018 podremos jugar por primera vez a su aclamado multijugador.
El juego estará disponible para PS4 (con mejoras en PS4 PRO), PC y Xbox One (también mejorado en Xbox One X). Los "insiders" de la industria también mencionan una versión para Nintendo Switch, lo que no sería en absoluto descabellado, ya que Black Ops 2 para Wii U fue el último juego de la saga que apareció en una consola de Nintendo.
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