Análisis GSP 670, el auricular gaming premium de Sennheiser que cualquier jugador querría tener

Como a estas alturas sabrás, al menos si te atrae mínimamente el mundo del audio, Sennheiser es una marca que en el mundo del sonido no necesita presentación. Desde sus cascos de botón más simples a sus auriculares inalámbricos más caros y con cancelación de ruido, casi todos sus modelos suelen tener el mismo denominador común (salvando distancias de precios y materiales), y ese no es otro que una calidad de audio fuera de toda duda.

Esta calidad de sonido se extiende también a los modelos gaming, que si bien no son tan numerosos en cuanto a cantidad de modelos, no se olvidan de incorporar esa característica tan importante para muchos jugadores. Y como vamos a ver en el análisis de los Sennheiser GSP 670, la calidad de sonido es uno de los puntos clave de este auricular. Pero no el único. Estamos hablando de un auricular que permite conectarse a la fuente de audio (PC, PS4, móviles...) de tres maneras distintas, ya sea de manera inalámbrica usando un dongle USB, por bluetooth o con cable USB.

Si empezamos por su diseño, destaca por unas líneas tan futuristas como agresivas y atractivas. A primera vista puede parecer que está fabricado en metal, pero nada más lejos de la realidad. Todo el cuerpo es de plástico, con la única excepción de las piezas que hacen de bisagra para que cada auricular se mueva lo justo y pueda encontrar su posición natural en cada cabeza.

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No lo vamos a negar: es un diseño bonito, y sobre todo, cómodo. Aparte de las mencionadas bisagras, la diadema cuenta con dos piezas deslizantes, que permite ajustar la forma en que el auricular se asienta sobre la cabeza. Bastan un par de segundos para encontrar la posición que más cómoda nos resulte. Y lo cierto es que, una vez colocado y ajustado, apenas notarás su "considerable" peso de 398 gr. Nosotros lo llevamos usando bastantes días, y lo cierto es que reparte muy bien bien el peso para no resultar "pesado" en ninguna zona, ni oprimir en exceso las sienes.  

Si seguimos destacando las bondades de su diseño, la diadema está acolchada por la parte inferior, y forrada con un tejido bastante cómodo, pero que al principio tiende a "enredarse" con el pelo. Pero tras dos o tres días de uso, deja de hacerlo... al menos en nuestro caso, y es cuando empieza verdaderamente a resultar cómodo.

El diseño encierra más cosas notables. El micro, por su parte, es bastante grande y ancho, y descansa sobre una pieza circular en el auricular izquierdo que rota y nos permite ponerlo vertical para mutearlo. Además tenemos una respuesta física al hacerlo, un "clic", que nos avisa del muteo. De la calidad del micro hablaremos más adelante, pero ya os adelantamos que es bueno...

Si seguimos con el auricular izquierdo, en la parte inferior es posible encontrar el puerto microUSB, tanto para cargar la batería como para usarlos conectados por cable USB, además del interruptor Bluetooth, con el que podemos activar el modo emparejamiento y, con una leve pulsación, consultar el estado de la batería (una voz en inglés, nos dirá el porcentaje restante).

En el auricular derecho encontramos el resto de controles. En la parte inferior se aloja un botón de modo, del que hablaremos más adelante (aunque a grandes rasgos sirve para activar el modo 7.1 o alternar entre las distintas ecualizaciones), mientras que en la parte trasera está la rueda para controlar el volumen del chat... aunque en cierto modo también hace las veces de "master" y ajusta el volumen general.

Un poco más escondida está la rueda de volumen de sonido, que es la rueda central en el exterior del auricular. No es que no esté a la vista, es que de primeras, casi parece más un adorno que el control del volumen. Es, quizá una de las pocas decisiones de diseño que nos resulta un poco más "cuestionable", ya que también es la forma de encender y apagar el auricular.

Si lo giramos en el sentido contrario a las agujas del reloj, al llegar al "tope" se apagan. Para encenderlos, basta con girarlos desde esa posición en el sentido de las agujas del reloj. Una vez lo has utilizado unos cuantos días, todo es bastante natural, pero de primeras resulta un poco extraño, incluso hasta en el tacto: no tenemos una respuesta clara de cuanto estamos subiendo el volumen, porque no hay pitido, ni voz que nos vaya dando una respuesta a nuestro giro.

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Pero, lo importante, es que suenan de MUERTE. Puedo decir sin miedo a equivocarme, que los GSP 670 de Sennheiser son los auriculares gaming que mejor suenan de cuantos he probado... y ya van unos pocos. Y no sólo eso: destacan por ser unos auriculares todoterreno, que responden siempre a las mil maravillas sea cual sea el uso que les des.

Ya sea para escuchar música, ver una película o jugar, el headset responde siempre de maravilla, gracias a una soberbia ecualización que no sobrecarga ninguna frecuencia a costa de reducir la presencia de las restantes, y consigue que todas tengan el protagonismo debido, logrando un sonido rico en matices y detalles. Los graves son contundentes (basta con probar un juego de disparos, un simulador de velocidad o un tema con muchos bajos o batería), y las frecuencias medias y agudas limpias, cristalinas y nítidas, que incluso te permitirán descubrir detalles nuevos en canciones que estás harto de oír. Y eso según salen de la caja, sin toquetear el sofware que permite ajustarlos.

La parte técnica de estos auriculares es tan, tan buena, que da igual que lo pongas al máximo volumen: no hay distorsiones, ni "petardeos"... ni nada. Y no suenan bajos precisamente. Cuentan además con sonido 7.1 (sólo en PC) y gracias a la mencionada Suite que que hemos comentado podemos, desde el ordenador, realizar diversas tareas. Este de aquí abajo es el aspecto del interfaz:

La primera de estas tareas, y recomendada, es actualizar el firmware del headset GSP 670, dado que en anteriores versiones podía presentar problemas de conectividad, que ya han sido solucionados. Una vez hecho, podemos modificar la ecualización de cada preset (aunque como decimos, viene muy bien calibrado de fábrica... aunque para gustos los colores), definir el uso de uno de los botones del casco (activar el modo 7.1, rotar entre los distintos presets o ecualizaciones pregrabadas), etc. 

Podemos incluso ajustar el comportamiento del micro, la ganancia, la reverberación, la captación de ruido ambiente... La calidad del micro es buena para un auricular gaming, pero como suele suceder en este tipo de headsets, no consigue, ni de lejos, transmitir la sensación de ser un sonido natural. Por defecto viene activado un ajuste "warm" o "cálido", que hace que suene un poco a lata, pero desde el software se puede desactivar y se mejora algo la calidad del micro.

No es menos cierto que el software es, quizá, la parte más "floja" del conjunto, ya que se echan en falta más opciones (crear perfiles por usuario, por ejemplo) y la modificación de los ajustes de ecualización no es especialmente contundente, cambiar cualquier valor no supone una diferencia "abismal". Pero bueno, peor sería no poder ajustar nada o que sonaran mal de fábrica. 

Como hemos dicho antes, se puede conectar de 3 maneras distintas: con el receptor RF USB incluido (compatible con PS4 y PC), por cable USB o Bluetooth, lo que virtualmente lo hace compatible con una gran variedad de dispositivos. En este sentido sólo le falta la entrada de 3,5 mm para que virtualmente fuera compatible con todo.

Tampoco anda mal de autonomía, que oscila entre las 16 con el receptor USB, hasta 20 horas con el Bluetooth (es 5.0, y con perfil de baja latencia, lo que reduce el retardo a prácticamente cero) y un alcance de 10 metros, siempre y cuando no haya obstáculos entre medias. Lo mejor de todo es que cuenta con carga rápida, y con apenas una breve carga de 7 minutos conseguirás batería para unas 2 horas de juego aproximadamente.

Además, podemos configurarlo de tal manera que estemos jugando y al mismo tiempo esté conectado por Bluetooth al móvil, por si entra una llamada poder atenderla mientras seguimos jugando (aunque dejaremos de escuchar el juego).

Pero, sin ningún tipo de duda, lo mejor de este auricular, es el sonido. Da igual cuántas veces lo digamos, pero lo cierto es que el GSP 670 es el auricular gaming con mejor calidad de sonido que hemos probado en Hobby Consolas. Así de sencillo. Además, las almohadillas cumplen un doble cometido: al tratarse de un auricular circumaural, que cubre por completo las orejas, las almohadillas de piel sintética ayudan a que el auricular resute muy cómodo y no agobien, ni de demasiado calor, además de aislar muy bien del ruido exterior. Incluso con el volumen al mínimo te costará escuchar el ruido exterior.

VALORACIÓN FINAL:

Sennheiser ha dado en el clavo con estos GSP 670 a la hora de configurar unos auriculares gaming que destacan por su sonido, sea cual sea su uso, ya sea jugar, escuchar música o ver películas. Y lo hace con un sonido equilibrado, rico en matices y que "engancha". Una vez los pruebas, es difícil volver atrás, a seguir usando otros auriculares.

No son ni mucho menos perfectos. Para empezar, el precio impide que sean un auricular al alcance de cualquiera. Su PVP oficial es de 319 euros, aunque hoy 17 de abril de 2020 se pueden encontrar por 250 euros. No es su único "defecto": le falta el conector de 3,5 mm para disparar aún más su compatibilidad, se echan en falta accesorios como una base donde dejarlos apoyados mientras se cargan o un compartimento en el propio auricular para guardar el receptor USB, sin olvidar el software de configuración, que tiene margen de mejora.

Pero aun con estas minucias, quienes  busquen un "todo en uno" inalámbrico, para dentro del hogar, y con la mejor calidad de sonido en un headset de este tipo, que no tengan la menor duda: en calidad de sonido, los GSP 670 son unos auriculares a tener en cuenta, si tu presupuesto lo permite.