Elite Dangerous: Odyssey, la expansión "a pie" para el simulador espacial, ya está disponible, pero su lanzamiento ha sido un tanto accidentado. Os contamos si merece la pena embarcarse en esta nueva aventura.
Desde el pasado 19 de mayo está disponible Elite Dangerous: Odyssey, la expansión más grande y ambiciosa que ha recibido el juego desarrollado por Frontier Developments. Por si habéis estado criogenizados durante los últimos seis años, Elite Dangerous es un simulador espacial que lleva en activo desde 2015, con versiones para PC, Xbox One y PS4, que nos permite convertirnos en pilotos de una nave para explorar una recreación a escala 1:1 de la Vía Láctea.
Hasta ahora, la jugabilidad de Elite Dangerous se había desarrollado íntegramente desde el interior de la cabina de nuestra nave, pero la expansión Odyssey ha llegado para revolucionar el simulador añadiendo la posibilidad de bajar de la nave y explorar planetas (y otras ubicaciones) a pie, participar en intensos tiroteos contra facciones enemiga u otros jugadores, realizar distintos tipos de misiones y, en general, añadiendo un gran número de novedades.
Hace algo más de un mes, en nuestras impresiones de la alfa de Elite Dangerous: Odyssey os contábamos que habíamos salido muy impresionados con la escala y la ambición de este nuevo contenido. Desgraciadamente, y como probablemente ya sabréis, el lanzamiento de la expansión ha sido bastante accidentando... Hasta el punto de que algunos de sus principales responsables han tenido que pedir disculpas. Está previsto que Odyssey llegue a las versiones de PS4 y Xbox One en otoño.
Entonces... ¿merece la pena darle una oportunidad de Elite Dangerous: Odyssey? Os contamos lo que ofrece en estos momentos y hasta qué punto es recomendable dar el salto al hiperespacio.
Salto de curvatura
Como decíamos, la clave de Elite Dangerous: Odyssey es la posibilidad de abandonar la cabina del piloto y explorar planetas a pie. Pero no penséis que eso hace que la jugabilidad pase a ser automáticamente la de un juego de disparos en primera persona.
Fiel al estilo simulador de Elite Dangerous, las visitas a los planetas son experiencias que requieren planificación; no es tan sencillo como montarse en una nave y volar de planeta en planeta. La atmósfera, la presión, la temperatura, la gravedad... Hay que tener muy en cuenta estos aspectos antes de desembarcar si no queremos morir de hipotermia o quedarnos sin oxígeno a los pocos minutos.

El número de planetas que podemos visitar ha aumentado considerablemente, un 20%, incluyendo aquellos con atmósferas tenues que antes no era posible visitar. Además, muchos de ellos han recibido mejoras visuales para hacer que la exploración a pie sea más placentera. También hay que destacar los asentamientos, los lugares habitados que encontramos en cada planeta donde nos cruzamos con NPCs. Elite Dangerous: Odyssey ha añadido cerca de 400.000 asentamientos al juego, que se dice pronto.
Para poner a prueba las nuevas mecánicas, contamos con una amplia gama de misiones que podemos seleccionar desde el puerto estelar, ubicaciones en las que también podemos comprar nuevas armas y equipo, charlar con otros jugadores o sacar partido de una de las novedades más interesantes: el aeropuerto. A grandes rasgos, se trata de un método de "viaje rápido"; podemos adquirir un billete para que otra nave nos lleva hasta la ubicación deseada sin preocuparnos por nada (pero el viaje sigue siendo necesario, no es posible saltárselo).

Entre las misiones, tenemos diferentes tipos como asalto, asesinato, toma de asentamientos, recopilación de datos... No son los objetivos más originales del mundo, pero la gracia está en que se puede optar por distintos enfoques, muy en la línea de la jugabilidad espacial de Elite Dangerous. Podemos decantarnos por la diplomacia y entablar conversación hasta llegar a un acuerdo, podemos intentar asaltar un puesto haciendo uso del sigilo y eliminando a los rivales sin hacer ruido... Y por supuesto podemos sacar las armas y liarnos a tiros. Las misiones se "refrescan" con el tiempo, así que nunca vamos a quedarnos de brazos cruzados.
Para los que sois de gatillo fácil, en Elite Dangerous: Odyssey encontramos tres categorías de armas, cada una asociada a uno de los fabricantes ficticios del universo Elite Dangerous (Kinematic, Manticore y Takada): plasma, láser y kinéticas. Entre los tipos de podemos encontrar lo habitual: pistolas, rifles de asalto, escopetas, lanzamisiles, varios tipos de granada... Y se pueden modificar acoplando diferentes dispositivos.

No todo es disparar o participar en misiones, claro. La exploración y el descubrimiento siguen siendo clave en Elite Dangerous: Odyssey, pudiendo explorar los planetas con libertad. Se ha añadido un nuevo objeto, apodado herramienta de muestreo, que nos sirve para registrar en el códice todas las especies y formas de vida con las que nos crucemos, pero también para extraer un valioso tejido genético que más tarde podemos intercambiar por recompensas en los puertos espaciales.
Y hablando de equipo, también tenemos trajes y objetos consumibles. En los primeros tenemos cuatro entre los que elegir, cada uno orientado a un tipo de actividad: el traje de vuelo, el más básico de todos, el traje Maverick, perfecto para la recolección de recursos, el traje Artemis, ideal para la exploración, y el traje Dominator, diseñado para el combate. También contamos con herramientas como una cortador láser que nos permite colarnos en edificios o un drenador de energía.

Aunque nos dejamos unas cuantas cosas, con esto os podéis hacer una idea aproximada de lo que ofrece Elite Dangerous: Odyssey. Contenido no le falta, y está claro que hay un enorme trabajo detrás. Ahora bien, ¿qué ha pasado con su lanzamiento? Pues que se ha enfrentando a un sinfín de problemas técnicos: lograr iniciar partida era complicadísimo, e incluso cuando lo conseguíamos, era habitual ser expulsados del juego a los pocos minutos.
Además, hay otros fallos graves, como bajadas de framerate (incluso con un equipo que cumple de sobra las especificaciones) o bugs visuales que provocan que diferentes zonas de los planetas no se muestren correctamente.

Hace tan solo unas horas se lanzaba un nuevo parche, de algo más de 5 GB, que debía corregir o mejorar algunos de estos problemas... Pero, desgraciadamente, en Frontier todavía tienen mucho trabajo por delante. Es por eso que en su estado actual cuesta recomendar Elite Dangerous: Odyssey, pero al mismo tiempo es la clase de juego con un potencial tan grande, que sabemos con certeza que cuando los principales problemas sea solucionados, va a ser una gozada volver. Estaremos esperando pacientemente a que llegue ese momento.
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