Una de las franquicias más sangrientas y locas del cine se convierte en un videojuego a su altura. Conoce por qué el multijugador de Evil Dead: The Game es una bruta experiencia que tienes que probar.
Hay quien dice que el nombre de este director debería ser "San Raimi", por los buenos y locos momentos que nos ha hecho pasar con sus películas. Aunque hace nada hemos disfrutado de Doctor Strange en el Multiverso de la locura, para sus fans Sam Raimi siempre será el canalla que parió la franquicia Evil Dead.
Las películas de Posesión Infernal son todo un icono del terror gore de bajo presupuesto, que ya han dado pie a algún videojuego en el pasado, desde los tiempos de la primera PlayStation. Ahora, Ash Williams y compañía se unen a la moda de los multijugadores asimétricos con Evil Dead: The Game.
Para los que no conozcáis el concepto, un multijugador asimétrico suele basarse en que, por lo general, un jugador se convierte en el "cazador" de otro grupo de jugadores online. Cada bando tiene sus reglas, habilidades y perspectiva de lo que está sucediendo. Es una especie de "pilla-pilla" gamer.
Como supondréis, este concepto es ideal para juegos de terror y, de hecho, títulos como Dead by Daylight o Friday the 13th son verdaderas instituciones del género a estas alturas, a pesar de que en su origen estaban bastante poco depurados.
Así pues, las locas películas de Evil Dead se adaptan como un guante a esta idea, algo que ya podemos comprobar con el juego que se ha puesto a la venta por unos 40 euros. Como supondréis, todo gira en torno al libro maldito del Necronomicón.
Si somos del bando de los supervivientes, vamos en un grupo de 4 y la misión es encontrar 3 partes de un mapa, dispersas por el escenario, para luego dar con una página del Necronomicón y la daga kandariana.
Para obtener estos dos últimos, tenemos que permanecer un par de minutos cerca de ellos, mientras aguantamos las embestidas enemigas.
Una vez los tenemos, hay que buscar y derrotar a los Oscuros, a base de lanzarles un rayo con la daga durante un buen rato. Finalmente, aparecerá el Libro Maldito y tendremos que protegerlo hasta que acabe el tiempo.
Si optamos por ser un demonio kandariano, la misión será la contraria: impedir que los supervivientes cumplan todas esas tareas. Se puede conseguir a base de entretenerlos hasta que se acabe el tiempo o bien matándolos a todos.
A diferencia de los supervivientes, con el demonio jugamos en primera persona y volamos a toda velocidad. Hemos de recolectar orbes rojos para acumular energía con la que llevar a cabo nuestras tretas.
No sabemos dónde están los supervivientes, pero podemos dar con ellos cuando cometan errores como hacer mucho ruido o se asusten. En ese momento, su icono aparecerá en el minimapa.
Una vez los tengamos "a tiro", hemos de poseer a los enemigos cercanos para atacarlos con más efectivadad... ¡Pero también podemos poseer partes del escenario! Por ejemplo, un árbol para que golpee con sus ramas o cofres del tesoro para que, en vez de items, escondan trampas como "mini-Ashes".
Con suficiente energía, podemos crear miniportales de los que broten nuevos enemigos (incluidos jefes muy resistentes como los nigromantes o señores de la guerra) o incluso lanzarnos en barrena hacia los supervivientes para causarles mucho terror.
Esa es una faceta clave de Evil Dead: The Game, ya que los supervivientes tienen un medidor de terror que ellos pueden mantener a raya permaneciendo juntos o usando fuentes de luz como fogatas. Si su terror sube demasiado, entrarán en pánico y no podrán ver ni oír tan bien.
Además, en ese momento, como demonios podremos poseerlos, para que ataquen a sus propios aliados. A base de golpes pueden entrar en razón, pero como supondréis es un golpe de efecto genial para la moral del bando rival.
De hecho, reconocemos que jugar en el bando del demonio nos ha parecido la opción más divertida, hasta el punto de soltar carcajadas mientras lanzamos trampas a los humanos y estos pegan un respingo del susto. Hay montones de referencias al humor descerebrado de las películas en estas trampas. Por ejemplo, buscad una cabeza de ciervo y poseedla...
Pero ser superviviente también es muy divertido y ayuda de verdad a sentir la tensión de que somos las presas que han de adelantarse a las trampas del malo. Colaborar para despistarlo y cumplir los objetivos es muy satisfactorio.
Eso sí, aunque la dinámica de juego es bastante fácil de asimilar para cualquier tipo de jugador, hay que tener en cuenta que cada sesión de juego es larga, quizá demasiado. Probablemente os llevará una media hora superar el reto, lo cual quizá se haga algo desesperante para alguno usuarios.
En cualquier caso, Evil Dead: The Game tiene en cuenta al jugador novato y al que no quiera complicarse la vida. Así tenemos un tutorial muy claro que nos explica todos los pasos y un modo especial para un solo jugador, con 6 misiones largas que se basan en momentos de las películas protagonizados por Ash.
No son fáciles, pero al superarlos obtenemos recompensas como nuevos personajes para jugar, atuendos o vídeos. De hecho, es la única forma, por ahora, de desbloquear contenido. No hay tienda ni forma de gastar dinero extra, todo depende de lo que nos lo curremos y eso nos gusta.
El modo principal está pensado para multijugador, lógicamente, pero podemos acotar muy bien cómo jugar. Podemos cooperar con otros jugadores humanos contra un demonio controlado por otro jugador; o bien cooperar con otros jugadores y vencer al demonio controlado por la IA.
Pero también podemos cooperar con supervivientes controlados por IA para vencer al demonio controlado igualmente por IA. Este último modo, lógicamente, no es tan atractivo y además no nos da puntos de experiencia para subir de nivel, pero puede servir para practicar.
Si optamos por jugar con el demonio, la única opción es competir contra supervivientes controlados por jugadores reales, nada de IA. Por cierto, por defecto hay juego cruzado entre las diferentes plataformas en las que se ha lanzado el juego.
Es cierto que, en el fondo, solo tenemos un par de modos de juego y un único mapa, aunque eso sí, es descomunal e incluye lugares muy icónicos de las pelis y la serie de televisión, como la cabaña con la trampilla.
De base, podemos elegir entre 3 tipos de demonios, con 3 variantes, y 4 tipos de supervivientes, con personajes muy icónicos. Hay varias versiones de Ash, pero también podemos usar a Scotty... ¡O a Lord Arthur de El Ejército de las Tinieblas!
Cada personaje tiene sus propias estadísticas y posee una habilidad única que puede usar cada cierto tiempo, como generar un área de efecto que sane a todos los compañeros cercanos. A medida que subimos de nivel, podemos acceder a más habilidades extra.
En el mapa, encontramos armas a larga distancia y cuerpo a cuerpo, entre las que no faltan imprescindibles como el "ablandador" o el "boomstick". También hay cerillas para encender hogueras o amuletos que dan protección temporal, además de bebidas que reponen salud y otras que sirven para mejorar estadísticas durante la partida.
A nivel visual, Evil Dead The Game es bastante más atractivo que otros juegos del mismo palo que, la verdad, suelen tener un nivel de detalle inferior. Los modelos de personajes, aunque irregulares, son muy sólidos y los escenarios tétricos están constantemente salpicados por la lluvia, los rayos y los efectos especiales de los demonios.
No es que parezca un AAA, pero el conjunto es convincente y divertido, cuando se mezcla con los bestiajos ataques finales que podemos ejecutar sobre los enemigos. Lo único que no nos gusta es que se abusa del desenfoque de movimiento, algo que no se puede desconectar.
El apartado sonoro también es divertido e incluye no solo melodías de las películas, sino nuevas frases grabadas por los actores originales de las mismas, incluido el mismísimo Bruce Campbell. Eso sí, solo hay voces en inglés, aunque la interfaz y los subtítulos están en castellano.
Después de unas cuantas sesiones de juego, os reconocemos que estamos bastante satisfechos con Evil Dead: The Game. Es uno de los asimétricos más divertidos que hemos probado. Salvando las distancias de ambientación, su desarrollo se parecería más bien a Dragon Ball: The Breakers, pero el juego de Ash es mucho más divertido y atractivo.
Como pasa con todos estos juegos, la escasez de contenido inicial puede jugarle en contra y habrá quien vea excesivo gastarse 40 euros por la chicha que ofrece. Quizá agradecería más objetivos secundarios y coleccionables o un mayor plantel de localizaciones, pero si os basta con lo que tiene, su cachondeo os poseerá sin remedio. Hail to the king!
Descubre más sobre Daniel Quesada, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.