Impresiones de League of Legends: Wild Rift: el clásico MOBA ahora adaptado a móviles
League of Legends... no muchos nombres consiguen ser relevantes dentro de la industria del videojuego año tras año, pero el veterano título de PC ya es uno de esos privilegiados que se ha ganado a pulso estar entre los juegos más populares del mundo.
Riot Games lanzó, hace más de diez años, League of Legends, (LoL para casi todo el mundo) y desde entonces, el carisma y nombre de este juego ha ido expandiéndose hasta convertirse en algo que va más allá de un producto de entretenimiento. Riot ha sabido extender las posibilidades de este título multijugador hasta terrenos como los deportes electrónicos, la moda y la producción musical.
Para muchos, League of Legends es más que un juego y después de haberse convertido en un coloso en tantos ámbitos, también tocaba que diese el salto a otras plataformas. Wild Rift es la respuesta a todas esas demandas de jugadores que pedían disfrutar de la Grieta del Invocador cuando y donde quisieran. El LoL de móviles ya está aquí y lo hace con una propuesta muy acertada, trabajada y cuidada.
Tras el lanzamiento de TeamFight Tactics y Legends of Runeterra en móviles, ya le tocaba al verdadero League of Legends desembarcar en Android e iOS. Nosotros hemos tenido la suerte de probar Wild Rift antes de que se produzca el lanzamiento oficial de la beta en Europa, el 10 de diciembre, por lo que no dudéis en consultar nuestras impresiones para conocer a fondo todo lo que ofrece esta nueva propuesta.
La Grieta del Invocador... tan diferente y tan parecida
League of Legends es un MOBA, es decir, un título multijugador que tiene lugar en una arena de combate caracterizada por contar con tres carriles para cinco jugadores en cada equipo. Dos conjuntos se enfrentan por derribar la base del rival usando diferentes personajes con habilidades y roles específicos. En el transcurso de la partida deberán eliminar a sus enemigos, derribar estructuras, acabar con diferentes criaturas especiales y potenciarse con mejores objetos.
Dado su conocido formato, adaptar una fórmula tan pulida como es la de League of Legends a móvil es, a la vez, una tarea que puede parecer sencilla, pero que genera una inmensa cantidad de cuestiones, problemas y entresijos.
El MOBA no es un género ajeno a los dispositivos móviles, pero el rey de todos ellos aún no estaba presente en estos dispositivos. Riot Games ha querido mantener la esencia de LoL en Wild Rift, pero adaptando su jugabilidad a los estándares de este mercado: accesibilidad, inmediatez y sencillez.
Una jugabilidad adaptada al móvil por el mismísimo Heimerdinger
Probablemente, todo el mundo se hace esta pregunta cuando piensa en el League of Legends de móvil. ¿Wild Rift se siente igual que con un ordenador? La respuesta rápida es un rotundo sí. Sin duda alguna, lo que más nos ha gustado de Wild Rift ha sido experimentar una sensación muy similar a la que se vive en un PC. Riot Games ha trasladado con gran tino la identidad de su juego estrella al formato táctil.
Los que hayáis jugado a LoL sabréis que se trata de un juego preciso, donde la habilidad, y las mecánicas del jugador repercuten profundamente en el desarrollo de la partida. En Wild Rift es igual, gracias a una disposición de controles y un HUB muy intuitivos.
En pantalla se muestran cantidad de elementos y la primera sensación que uno tiene es que no va a ver nada más que iconos y más iconos. No obstante, todo está dispuesto para que el jugador pueda realizar todo lo que hacía en LoL, pero con una pantalla táctil. Las mecánicas se ejecutan de manera precisa, con la elegancia de Fiora manejando el estoque, aunque reconocemos que hemos fallado unas cuantas habilidades en más de una partida, pero eso es cosa nuestra.
Los ataques básicos permiten seleccionar a campeones, minions o torres y puedes fijar objetivos simplemente arrastrando el dedo. Las habilidades son accesibles y la ejecución de combos es precisa, asequible e intuitiva. El mapa se muestra con claridad y las señales de comunicación de alarma, apoyo y ataque, permiten ser enviadas casi sin perder tiempo.
En lo que respecta a la cámara, esta se establece para que siga al jugador de manera automática, pero también se puede explorar el mapa libremente y algunas habilidades de campeones tienes animaciones de cámara que permiten ampliar el espacio para logran una mayor comodidad.
En lo que respecta a los controles, apenas hemos notado fallos y creemos que es el gran acierto de Wild Rift. Es cierto que siempre hay algunas pequeñas incomodidades, pero en términos generales apenas hay elementos que lastren la experiencia. Lo único que puede tener una desventaja el chat de texto. No está muy bien ubicado y escribir te saca por completo de la acción. Aunque esto también tiene su parte positiva: en nuestras partidas no ha habido mensajes tóxicos ni ofensivos, (que abundan en LoL). La gente se contiene al insultar, por lo que GG. Hay que carrear no flamear.
Todo es tan rápido como un Hecarim desbocado
El control es un cambio obligado, pero ahora toca hablar de la naturaleza de Wild Rift. Riot Games ha otorgado a su nuevo juego una identidad propia apostando por esa propuesta móvil. Esto se traduce de varias maneras:
Ahora las partidas duran mucho menos. La media entre 30 a 50 minutos que ostentaba League of Legends pasa a ser de 15-25 minutos en Wild Rift. Para lograr esta reducción de tiempo ha habido que empequeñecer el mapa, el funcionamiento de la economía y otras variantes.
La Grieta del Invocador es más pequeña, aunque conserva todos sus elementos y también presenta modo espejo. Esto quiere decir que los dos equipos se verán desde la misma perspectiva, el lado azul. Por tanto, la toplane y la botlane ya no son iguales. Aquel equipo que cuente con la modalidad espejo tendrá que enviar al carry y support a la línea opuesta a la que tradicionalmente iban. Por ello, ahora estas calles pasan a llamarse Línea del Barón Nashor y Línea del Dragón. No es un cambio que afecte mucho a la jugabilidad, pero es uno de los que más impacto nos ha generado.
Respecto a la economía, la obtención de oro y los objetos, aquí es donde más cambios se han realizado. Se pueden comprar objetos con un solo botón y la ganancia de oro está muy acelerada para lograr mayores builds en menor tiempo. Los súbditos otorgan más oro y si no aciertas el último golpe, también ganas una pequeña cantidad de este. Las habilidades de los objetos se han adaptado y algunos ni siquiera aparecen. Por ejemplo, los objetos de jungla o apoyo ya no están presentes en Wild Rift. Otro cambio son los objetos activos, solo puedes activar uno y las botas son de los grandes atractivos en esta variante.
Hay montones de pequeños cambios que serán muy reconocibles por parte de los jugadores más implicados: plantas curativas en las propias calles, no hay teleport, algunas habilidades de campeones se han cambiado (la R de Ashe se puede controlar y la Q de Miss Fortune ya no es de fijación, por ejemplo). Merece la pena mirar detenidamente todas las variaciones, ya que muchas son realmente curiosas.
Wild Rift apuesta por la portabilidad y el modelo de mercado móvil
Otro de los elementos que nos ha llamado mucho la atención y que no tenemos ningún problema en reconocer que es Wild Rift es muy superior al League of Legends de toda la vida en su parcela visual. El interfaz, los menús de campeones, la selección de personajes y todo lo que conforma aquello que no es el propio juego es muy atractivo y estético. Es accesible y bonito de ver.
Las animaciones en los campeones y skins son una maravilla, pese a que no tengan un impacto más allá del de ser más vistoso. Todo ello renueva mucho la experiencia que tantos años llevamos viendo, lo cual es de agradecer. Cambios realizados con gran acierto.
Lo que no cambia es el modelo de negocio y las firmes intenciones de Riot Games con este título. Wild Rift, al igual que LoL, es un juego free-to-play con microtransacciones únicamente orientadas a aspectos de la personalización estética. Skins, iconos, emotes y hasta nuevos cosméticos como estandartes o poses están disponibles para que nos gastemos nuestros dineros.
Eso sí, también hay que indicar que conseguiremos monedas jugando, que podremos invertir en estos cosméticos. A parte, también contaremos con las esencias azules que nos ayudarán a desbloquear campeones. (actualmente hay 47 personajes disponibles).
La última pata que nos queda por analizar de este modelo de juego móvil es la accesibilidad para los jugadores. Wild Rift es gratuito y además tampoco impone demasiadas restricciones en lo que a medios técnicos se refiere. Las especificaciones son bajas: Procesador: 4 núcleos, 1,5 GHz en adelante, memoria RAM: de 1,5 GB y una resolución 1280x720, por lo que muchos jugadores podrán acceder a este título sin problemas, y sin tener que renovar su terminal (móviles modestos lo mueven sin excesivos problemas).
Y de eso se trata, de que muchos más comiencen a jugar a League of Legends. Wild Rift supone la puerta de entrada a miles de nuevos usuarios que posiblemente no hayan jugado a LoL nunca. Parece que Riot también ha pensado en esto, puesto que se dan más facilidades a los recién iniciados mediante tutoriales y una simplificación de la jugabilidad clara. Hay muchas ayudas en Wild Rift, fuera y dentro de la partida, lo que no quiere decir que se pierda ese espíritu competitivo que tanto ha caracterizado a LoL.
Tal vez esto pueda incomodar a más de uno, una de las molestias más remarcables han sido los constantes avisos de ataques que realiza el juego. Demasiados quizá. No obstante, los veteranos sabrán como desenvolverse, pero tendrán que pulir sus mecánicas para ser los mejores (sistema de clasificatorias confirmado). A los nuevos, solo les queda aprender y divertirse. Wild Rift está diseñado para ambas modalidades de jugador.
Solo el tiempo dirá si League of Legends y Wild Rift se acercan o se separan. De momento, la versión móvil arranca dispuesta a convertirse en el mejor juego móvil del mercado y su mentor no podría haber sido mejor. Se esperan actualizaciones, eventos, campeones, cambios, skins y mucho contenido adicional de cara al futuro, por lo que tenemos Grieta para rato. Al final, uno siempre acaba volviendo a League of Legends.
Por nuestra parte, poco más tenemos que decir. La experiencia de juego tanto en la versión 1.0, como en la 1.1 ha sido muy positiva y no hemos tenido ningún tipo de problema técnico. Hemos jugado a Wild Rift con un Xiaomi Redmi 7. Una partida ha consumido alrededor de un 5-7% de batería y no hemos experimentado lag, ni problemas en el matchmaking en ninguno de los numerosos enfrentamientos. La jugabilidad ha sido fluida a 30 fps, por lo que en estos aspectos, Wild Rift también cumple de sobra. Y como dato extra, nuestras manos no han acabado especialmente cansadas. Nos vemos en la Grieta y no olvidéis wardear bien.
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