Probamos en profundidad OlliOlli World, el nuevo juego de skateboarding de Roll7 para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC, y os contamos por qué se trata de uno de los títulos más a tener en cuenta en enero de 2022.
¿Alguna vez habéis probado un juego y desde el minuto uno habéis sentido que tenía "algo"? Pues exactamente eso nos ha pasado con OlliOlli World, tercera entrega de esta saga que combina plataformas y skateboarding en un paquete de pura diversión.
No es la primera vez que probamos OlliOlli World (podéis leer las impresiones que publicamos en junio del año pasado), pero este ha sido el vistazo más completo y en profundidad hasta la fecha, pudiendo degustar tres biomas de los cinco disponibles en una versión que es, prácticamente, final.
Y desde el momento que pusimos un pie en los menús, trasteando con las opciones de apariencia para modificar el aspecto de nuestro personaje (de base ya hay muchos objetos cosméticos entre los que elegir), fue muy evidente el mimo que hay tras el nuevo trabajo de Roll7.
Pequeños detalles, como los diferentes sonidos que se escuchan en función de si estamos seleccionado camiseta o ejes para la tabla, o las animaciones de nuestro personaje al cambiar de accesorio para la cabeza, demuestran que estamos ante un juego muy, muy especial...
¡Y eso que todavía no hemos hablado del skateboarding! Os lo contamos en nuestras impresiones de OlliOlli World.
Patina o vive
Como explican sus responsables, y como salta a la vista, el estilo artístico es lo que más ha cambiado respecto a las dos entregas previas. Si OlliOlli era pixel-art y OlliOlli 2 un pixel-art más cuidado, OlliOlli World rompe con todo vistiendo algo que sólo se puede definir como "estilo Hora de Aventuras".
Es más que evidente que el estilo desenfadado de la exitosa serie de animación ha sido una gran fuente de inspiración para Roll7, lo que supone que estemos ante un título cargado de color con personajes de rasgos tan agresivos como adorables.
La historia de OlliOlli World también bebe de las aventuras de Jake el perro y Finn el humano, llevándonos hasta Radlandia, la utopía skater definitiva, para convertirnos en los sucesores de la persona que actúa como conexión entre los mortales y los cinco dioses del skateboarding.
Lo más importante de decantarse por este estilo visual es que el límite está en la imaginación. En Roll7 no han tenido que reducirse a asfalto, barandillas y leyes de la gravedad; En Radlandia todo es posible, desde localizaciones en las que cualquier elemento es una excusa para patinar, hasta árboles que nos vitorean cuando planchamos trucos.
Como decíamos, podemos hablaros de tres de los cinco biomas de OlliOlli World: Sunshine Valley, una zona playera con helados parlantes y gaviotas culturistas; Cloverbrook, un bosque caracterizado por sus árboles y abejas gigantes, así como por sus paredes de miel perfectas para hacer wallrides; y Burntrock, un desierto lleno de esqueletos de criaturas colosales.
El cambio en el estilo artístico viene acompañado de otro muy importante: el salto a las 2.5D. Esto aporta novedades jugables, como la posibilidad de cambiar de carril (pulsando cuadrado en PS5) en los tramos que así lo permiten.
Se trata de una mecánica que, en primer lugar, nos permite elegir ruta. Normalmente, la ruta base es el recorrido sencillo a través del nivel, mientras que cambiar de carril nos lleva por la denominada "ruta extrema", donde nos esperan mayores desafíos... Y puede que algún secreto.
En segundo lugar, y quizás más importante aún, se trata de una mecánica que aporta rejugabilidad. De repente, tenemos un nivel cuya estructura es diferente según la ruta que elijamos... Y ya os avisamos que hay niveles que incluyen no una, sino varias posibles rutas.
La rejugabilidad es un aspecto clave de OlliOlli World, pues por poder, podríamos completar los niveles sin más, avanzando de uno en otro hasta terminar la historia. Pero la gracia, lo que nos ha tenido pegados al juego de Roll7, son los múltiples objetivos opcionales que presenta cada nivel.
Tenemos, por un lado, los tres desafíos de Mike, que nos llevan a hacer cosas muy concretas y diferentes en cada nivel: planchar un combo, patinar determinadas estructuras del nivel, golpear (o evitar) a ciertos personajes... Hay de todo.
Tenemos también tres desafíos de puntuación que nos invitan a superar a los "héroes locales" del nivel, así como el desafío de completar el recorrido sin tener que recurrir a puntos de control.
Además, cuando lo terminamos por primera vez, se añade la puntuación de un rival para que tratemos de superarle.
Por si no fuera suficiente, en OlliOlli World también se han añadido misiones secundarias que debemos desbloquear encontrando a personajes escondidos, niveles opcionales y más secretos de los que por el momento no podemos hablar (¡chan, chan!).
¿Qué significa esto? Que hemos estado repitiendo niveles una y otra vez hasta conseguir sacar todos los objetivos. Porque por lo general llegar al final de un nivel no entraña demasiada dificultad, pero eso sería rascar la superficie; completarlo al 100% es donde reside la gracia de OlliOlli World.
Y no sólo por el hecho de "tenerlo todo", también porque superar estos desafíos nos premia con nuevos objetos cosméticos. Hay que destacar la abrumadora cantidad de opciones que tenemos en ese aspecto, con cientos de prendas, peinados, poses, tablas, etc. Muchos se ajustan a la realidad, pero aquí también ha espacio para cosas imposibles... como una tabla con forma de helado.
En cuanto a la jugabilidad, poco podemos decir que no hayamos dicho ya: OlliOlli World se controla como un sueño.
Los controles son sencillísimos -prácticamente se puede jugar usando únicamente el joystick izquierdo y un botón- y las cosas se han facilitado para que cualquiera pueda disfrutar sin complicarse (ya no es necesario planchar bien los trucos, aunque sigue siendo un método efectivo para ganar más puntos)
Da gusto impulsarse, saltar, hacer trucos, cambiar de dirección usando half-pipes... La versión de PS5 aprovecha el altavoz del DualSense para reproducir muchos de los sonidos de la tabla: el traqueteo de las ruedas contra el suelo, el sonido de los ejes al grindar... Está muy conseguido.
Terminamos hablando del modo multijugador asíncrono, donde encontramos opciones tan diversas como interesantes. Por un lado tenemos la liga, algo así como un desafío diario que invita a todos los jugadores a conseguir el máximo posible de puntos en un recorrido determinado. Hay premios por alcanzar los primeros puestos en la clasificación.
Por otro lado tenemos el portal de Gnarvana, que viene a ser una suerte de generador de niveles en base a una serie de parámetros. Tras generar un nivel, se crea un código que podemos compartir para retar a nuestros amigos... Independientemente de la plataforma en la que jueguen. En efecto, OlliOlli World cuenta con juego cruzado (asíncrono) entre todas las consolas y PC. Un puntazo.
Para rematar, sus responsables prometen que no habrá microtransacciones y que ya están trabajando en dos packs de contenido descargable post-lanzamiento.
Y hasta aquí nuestras impresiones finales de OlliOlli World. Si no lo teníais en vuestro radar, esperamos haber logrado que ahora lo esté. Dentro de todos los lanzamientos que se esperan a principios de año, el juego de Roll7 apunta maneras para hacerse un hueco entre tanto triple A con una propuesta directa, divertida y refrescante. El gnarvana espera.
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