Ahora todo el mundo habla de The Mandalorian, la serie de Disney + que se estrenará en nuestro país en 2020. Pero ¿sabíais que antes de la llegada de Mando ya tuvimos un videojuego protagonizado por un cazarrecompensas mandalorian? Se trataba de una de las adaptaciones que surgieron con el Episodio II de Star Wars, el ataque de los clones. En este caso se apostó por hacer juegos "paralelos" a la historia principal.
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Por un lado, pudimos disfrutar de Star Wars The Clone Wars para PS2 y GameCube, que transcurría después de la película (o mejor dicho, que comenzaba justo con la batalla final entre los clones de la República y los droides de la Federación de Comercio en el planeta Geonosis). Por el otro, pudimos jugar Star Wars Bounty Hunter, que transcurría entre los episodios I y II.
Bounty Hunter hizo justicia con uno de los personajes más sólidos de la película, y que protagonizaba la subtrama de investigación de Obi Wan Kenobi. Se trata del cazarrecompensas Jango Fett, el padre de Boba Fett, piloto original de la nave Slave-I y el modelo que se utilizó para clonar a los soldados de la República (el ejército encargado por Sifo Dyas) .
El personaje que en el cine interpretaba Temuera Morrison (y que pasaba gran parte del metraje sin casco, incumpliendo el código mandalorian), en el videojuego se comportaba de un modo más "convencional". Después de la batalla de Naboo con que terminaba La amenaza fantasma, Jango era contratado para acabar con un Jedi Oscuro y con el culto Bando Gora. En total, Star Wars Bounty Hunter contaba con 18 niveles, ambientados en algunos entornos conocidos de la franquicia, como Tatooine o Coruscant, junto a nuevas localizaciones.
La "gracia" de controlar a un guerrero mandalorian está en sus enormes recursos. La armadura esconde un montón de armas que nos permiten recorrer la galaxia sin miedo, siempre listos para cualquier eventualidad. Y en este caso, Jango contaba con alguno de estos "gadgets" como el jetpack para volar a las plataformas más elevadas (con recarga automática), sus dos pistolas, el cohete integrado en la mochila, el cable del antebrazo, el dardo sable de Kamino y el escáner del casco. Pero nuestro favorito es, por supuesto, el lanzallamas oculto en la muñequera.
El problema fundamental de Star Wars Bounty Hunter (que ahora mismo está disponible en versión remasterizada a 1080p y 60 FPS a través de PlayStation Store), estaba el el diseño de niveles y algunos aspectos jugables. Por un lado, los escenarios eran muy amplios y abiertos para la época, pero la navegación era bastante complicada, tanto por el uso de la cámara como por la verticalidad de los niveles. Además teníamos la sensación de que estos entornos se habían quedado "vacíos" pese a que reflejaban alguno de los lugares más concurridos de la saga.
Los enfrentamientos y las secuencias de vídeo estaban bien resueltas, pero las fases de exploración tenían un ritmo irregular. Lo que sí destacamos en Star Wars Bounty Hunter (además de permitirnos jugar con el mandaloriano) era el modo en que se vinculaba con las películas. No era nada demasiado obvio: presentaba la posición de Darth Sidious (o Plapatine) y su discípulo Conde Dooku, la amenaza de una sith, Vosa, que iba armada con dos sables curvos y la presencia de Zam Wessel, que tiene un pequeño papel en la película.
También se agradece el modo en que el mandalorian cumple sus objetivos. Al final de cada nivel obtenemos una recompensa (al fin y al cabo es una estirpe de guerreros convertida en asesinos a sueldo) en que se valoraba el número de enemigos eliminados, las bajas civiles y la posibilidad de cobrar recompensas adicionales (matando o capturando objetivos). Parece bastante ajustado a lo que la serie y las películas nos han contado acerca de Mando, Boba Fett y el propio Jango.
El final del juego, atención spoiler, mostraba la escena en que Fett se reúne con Darth Tyranus y recibe el encargo de crear el ejército de clones, a cambio del primer ejemplar (sin modificaciones) y de una importante suma de dinero. E incluso se permitía una pequeña broma entre Jango y Zam, bastante adecuada al personaje. Con las recompensas obtenidas durante la misión no podíamos forjar una nueva armadura, pero sí comprar contenidos adicionales en un menú. Entre estos contenidos se encuentran cómics de Dark Horse, cartas coleccionables de Wizards of the Coast (los mismos creadores de Magic The Gathering), diseños de producción y "tomas falsas". Por supuesto, todos ellos en formato digital, para consultar dentro del juego.
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