El 15 de noviembre se estrenó La leyenda de Klaus, la primera película de animación de Netflix. Este cuento navideño reinventa el mito de Santa Claus y el origen del intercambio de regalos, ganándose el corazón del público y crítica por el camino con su mezcla de humor y momentos entrañables. Pero no solo eso, en una época en la que casi todos los dos grandes largometrajes están realizados en animación CGI, La leyenda de Klaus ha supuesto una auténtica revolución para el campo de la animación tradicional en 2D.
La leyenda de Klaus - Tráiler oficial en castellano
Aunque La leyenda de Klaus parezca hecha "en 3D" como Toy Story 4 o Frozen 2, en realidad está dibujada a mano con una técnica tradicional y un trabajo de post-producción espectacular. The SPA Studios, un estudio de animación situado en Madrid, es el responsable de la realización de esta película, y según lo que el propio director Sergio Pablos ha comentado, este estilo único nació del deseo de querer superar las limitaciones actuales de la animación tradicional, añadiendo un nuevo tipo de iluminación orgánica y natural.
Para ello, Pablos (quien trabajó como animador en Hércules o Tarzán para Disney), buscó la ayuda de diferentes desarrolladores hasta que finalmente encontró lo que necesitaba de la mano de Marcin Jakubowski, quien entonces era uno de sus artistas conceptuales. Jakubowski realizó varias pruebas con dibujos y planos y consiguiendo darles el aspecto de modelado por ordenador al jugar con diferentes puntos de iluminación. Tras estos pequeños éxitos y con la ayuda del estudio francés Les Films Du Poisson Rouge, desde The SPA Studio consiguieron desarrollar un nuevo proceso que se convertiría en clave para la producción de La leyenda de Klaus y su característico estilo visual.
Para poder dar este acabado a toda la película, y no solo a planos sueltos, toda la producción se desarrolló digitalmente con Toon Boon Harmony, uno de los softwares predilectos para realización de dibujos animados, desde la fase de storyboard hasta entintado y color. Para La leyenda de Klaus también se combinó animación 2D y 3D, esta última especialmente para ciertos elementos o escenarios que requerían un mayor movimiento de cámara, pero el acabado es tan exacto que apenas se pueden diferenciar.
This shot from #Klaus is just amazing. Here's the animation tie down from Victor Ens and Jochem Van Gool.https://t.co/2xiisDcVFYhttps://t.co/G03Hv1Q2u5 pic.twitter.com/duCgONYZZO
— The SPA Studios (@TheSPAStudios) November 19, 2019
La animación de la película de Netflix está dibujada a mano, llegando a realizarse más de un millón de dibujos para sus 1.530 tomas, al más puro estilo de las películas clásicas animadas con las que crecimos. El equipo de The SPA Studios está formado por artistas de 22 países diferentes, que han dibujado cada fotograma y con un equipo encargado de limpiar cada uno de ellos y de realizar los dibujos intermedios para lograr una animación fluida y perfecta.
Después se colorearían las líneas y se pintaría el fotograma, añadiendo el fondo que ya se ha realizado por separado. Con el coloreado, las líneas casi desaparecen por completo, dejando solo la información necesaria para entender los movimientos y la composición. Este método permite darle un acabado más realista al fotograma una vez se añadan las luces y sombras. En este video podéis ver un poquito mejor el proceso de tratamiento de un pequeño plano para entender mejor de qué estamos hablando, desde el primer storyboard hasta la composición final.
La leyenda de Klaus - Progresión de animación
Parte del proceso de post-producción de La leyenda de Klaus supone un dominio perfecto de la iluminación, llegando a utilizar hasta ocho capas diferentes de luz para que esta tuviera un acabado lo más natural posible, con una iluminación específica para la luz ambiental o para el reflejo en los ojos de los personajes, por ejemplo. Tras aplicar la iluminación a cada fotograma, se procedería al texturizado, con el que se le da ese sutil granulado que hace que las formas tengan un poco más de cuerpo a cada parte del personaje y lo integraría mejor con el fondo para evitar que simplemente fuese un muñeco plano sobre un escenario lleno de volumen.
Nuestra crítica de La leyenda de Klaus, el cuento de Navidad de Netflix
Este proceso puede parecer muy sencillo, pero recordemos que estamos contando con miles y miles de dibujos que deben ser tratados individualmente, primero para formar cada plano y después la película completa, por lo que no es de extrañar que haya llevado tantos años en finalizar su producción (¡el primer teaser se reveló allá por 2015!). Eso sí, La leyenda de Klaus ha demostrado de sobra que la animación tradicional en 2D sigue viva, y mucho, y que aún tiene muchísimo potencial por delante.