Jordan Peele se ha marcado otra película de terror original y con muchísimas capas: Nosotros ha superado incluso la taquilla de Déjame salir, que fue todo un bombazo, y aspira a convertirse en uno de los títulos de referencia del género de este año.
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Pero, ¿de qué trata exactamente Nosotros? ¿Cuáles son los leit motiv que utiliza el guión para generarnos inquietud y a la vez llevarnos a hacer una reflexión más profunda? ¡Os lo contamos paso a paso! Eso sí, encontraréis SPOILERS, así que os recomendamos que no sigáis leyendo si no habéis visto aún la película. Os aseguramos que merece la pena esperar para disfrutarla al máximo.
¡Vamos allá! Antes de que dé comienzo la película un texto nos recuerda que los Estados Unidos están plagados de túneles subterráneos que han tenido diferentes funciones: servir de vías de abastecimiento, de refugios antiaéreos, etc. De otros, no se conoce ni siqiuera la finalidad. Considerad estas palabras como una puerta que se abre ante el misterio...
El prólogo de la película Nosotros nos lleva a una playa de Santa Cruz donde una niña se pierde entre las atracciones de feria veraniegas. Entra en una en la que puede leerse "Encuéntrate a ti mismo" y tras merodear por su interior, llega a una sala de espejos. Allí encuentra a una niña exactamente igual que ella: su döppelganger.
A continuación, los títulos de crédito se imprimen sobre el ojo de un conejo mientras la imagen se va haciendo cada vez más grande y podemos ver un enjambre de jaulas habitadas por estos roedores. Se trata de un larguísimo zoom out cuyo sentido conoceremos al final.
Y ya por fin, accedemos a la historia vehicular para conocer a Adelaide, esa niña que ya es adulta y que junto a su marido Winston y sus dos hijos, Jason y Zora, se desplaza de nuevo a aquel destino vacacional junto a otra pareja y sus hijas gemelas. Ella se encuentra muy inquieta y decide confesarle a su marido parte de la experiencia traumática de su infancia, pero no le da tiempo a acabar ya que un apagón, que viene precedido del anuncio de una inminente tormenta, hace que los acontecimientos se precipiten.
En la puerta de su casa aparecen sus clones, que se autodenominan "ligados". Se trata de Red, Abraham, Umbrae y Pluto y se dan las manos, como en la campaña contra la pobreza Hand Across America de 1986, en la que se instaba a la población a crear una gran cadena humana para recaudar fondos (por cierto, en realidad fue un desastre dado que la organización fue más onerosa de lo que se recaudó). Van ataviados con un mono rojo y unas tijeras doradas con las que están matando a los humanos originales.
La razón, como conoceremos en los instantes finales de la película, es que tras aquel encuentro Red tomó el lugar de Adelaide, de ahí que regresara sin habla, que consiguiera vivir experiencias que no podía ni llegar a imaginar como el baile y que estuviera dispuesta a cualquier cosa por proteger a su familia y no regresar a la vida marginal de los subterráneos. La inspiración para su "declaración" formal y la iniciación de la revuelta que se salda con la muerte de los originales y la creación de una cadena de clones, fue la camiseta que Adelaide llevaba en el momento el intercambio en la que las figuras humanas se mostraban en rojo. El uso de las tijeras como arma, se debe a que es la herramienta con la que se pueden crear esas cadenas con papel con apenas unos tajos.
¿Pero quiénes son los ligados y quién los creó? La película no abunda demasiado en esta cuestión pero insinúa que un malvado proyecto (se entiende que gubernamental), intentó controlar a la Humanidad creando clones perfectos a los que manipular a su antojo pero, mientras que fueron capaces de reproducir su aspecto físico, fue imposible duplicar el alma y la consciencia. Sin embargo, todo lo que sucedía en el exterior, tenía un reflejo instantáneo en las catacumbas, donde fueron confinados a su suerte los clones, ya desechados. Su único alimento, la carne cruda de los conejos que se utilizaron para practicar dichos experimentos.
Cuando accede ya siendo una adulta a los túneles, Adelaide (Red, en realidad) persigue un conejo blanco que hace referencia al cuento de Lewis Carroll de "Alicia en el País de las Maravillas", uno de los ecos literarios de un guión plagado de referencias, como os comentamos en la crítica de Nosotros. Siguiendo a un conejo blanco, Alicia se internaba en Wonderland del mismo modo que Red regresa a las catacumbas.
La lectura política de la película es demoledora... Desde el propio título. "Us" puede traducirse como "Nosotros", pero es también el acrónimo de "US" (United States). Cuando la familia se pregunta quiénes son esos seres casi idénticos a ellos, Jason dice "They're us". Puede traducirse como "Son nosotros" o, como han optado por hacer en la versión doblada, como "Son americanos".
Como es evidente, Peele trata de lanzar una furibunda crítica hacia el capitalismo salvaje y también hacia un pasado poco alentador. Él define los Estados Unidos como "un país construido sobre el horror de un genocidio". Al final, la revolución de los döppelgangers, es casi una revuelta de clase: para que un sector pueda vivir bien de forma acomodada, otro tiene que sufrir la contrapartida de la mayor de las miserias. Pero no se trata solo de un discurso que podríamos considerar étnico, sino que lo sobrepasa dado que carga contra todos los sectores que ignoran el sufrimiento ajeno que les permite tener un estatus social acomodado (aquí hay que decir lo importante que es la pareja de amigos compuesta por Elisabeth Moss y Tim Heidecker que representan a la perfección el hedonismo indolente de la clase alta y, ojo, que la familia de Adelaide acaba con ellos y deciden no ocupar su lugar, su casa, sino escapar de ella, toda una declaración de intenciones).
La película también hace alusión al pasaje de la Biblia de Jeremías 11:11 que dice así: "Por lo tanto, así dice el Señor, voy a traerles un mal del que no podrán escapar, y aunque lloren ante mí, no les escucharé". ¿Proviene el castigo de la Humanidad del olvido? Podríamos verlo desde esta óptica dado que podemos ver similitudes entre la adoración de falsos iconos por parte del pueblo judío con la anestesia moral de la sociedad actual que desencadena un castigo ejemplar.
Que Jordan Peele haya conseguido trenzar en un libreto todas estas ideas sin perder el sentido del humor, abordando pasajes realmente dramáticos y otros aterradores, es todo un logro. Cuenta con toda nuestra atención de cara al futuro y, sobre todo, a su nueva aventura televisiva en el reboot de La dimensión desconocida, que se estrenará el 1 de abril en la CBS.
Descubre más sobre Raquel Hernández Luján, autor/a de este artículo.
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