Primeras impresiones de Borderlands 3 Campos de pruebas

Faltan solo unos días para que se ponga a la venta Borderlands 3 y sus responsables han admitido que han mostrado el juego más de lo debido estos últimos meses. Ya hemos estado en dos eventos de preview y os hemos trasladado nuestras primeras impresiones de Borderlands 3, pero en Gamescom pudimos jugar a un modo que no se había mostrado hasta ahora.

Se trata de Proving Grounds, o Campo de Pruebas, un modo en el que los mercenarios cazadores de la cámara debemos demostrar nuestra valía al luchar en un modo horda contra enemigos de nivel muy avanzado.

Y es que, no es un modo que esté disponible desde el comienzo del juego. Tendremos que llegar a un punto muy avanzado de la campaña y llegar a un punto concreto del mapa para poder desbloquear el modo Campo de Pruebas y, así, recoger la recompensa.

Es un modo duro, pero que vale la pena tanto por la recompensa (básicamente, para eso lo han introducido, para conseguir las armas más poderosas del juego) y porque es realmente dinámico. 

Proving Grounds: hordas, dónde habéis estado toda mi vida

Aunque se trata de un modo horda, no es una horda habitual. Cuando nos presentamos en Campo de Pruebas, una entidad misteriosa nos da la bienvenida y una palmadita en la espalda, ya que es el momento de entrar en el campo de batalla sin saber, realmente, lo que nos vamos a encontrar.

Los enemigos de las diferentes rondas de cada partida son aleatorios, y no empiezan como en otros juegos de horda por los enemigos más asequibles, subiendo de nivel hasta que nos encontramos al jefazo.

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Aquí empezamos con hormigarañas de diferentes clases y poder elemental, pero también empezaron pronto a aparecer enemigos mucho más duros y variantes hormigarañas ‘’cabronazas’’ que son capaces de poner las cosas difíciles.

Son varias salas las que debemos limpiar y, además, tenemos un tiempo límite de 30 minutos. Cuando empezamos a jugar, nos asustaron un poco con la dificultad, pero realmente no es algo que deba asustar a quien ha jugado algún Borderlands anterior.

Los enemigos están en un nivel avanzado, pero nos soltaron en el modo con un personaje de nivel 30 y con armas bastante ‘’chetadas’’, un reflejo de cómo estará nuestro personaje cuando podamos desbloquear este modo.

Y, la verdad, no se dio nada mal. Eso sí, no hay que descuidarse, ya que en este nivel hay que poner en práctica todo lo aprendido en Borderlands 3. Es decir, ya sabéis que los botiquines no son manuales, sino que se trata de viales que están en el suelo (o en cofres) y que nos recargan la vida al instante.

También debemos jugar con los diferentes modos de disparo de las armas y, a su vez, probar contra qué enemigos son mejores los diferentes modos de disparo, las propias armas y el poder elemental de las mismas.

En Borderlands 3, muchas armas tienen varios modos de disparo. En un rifle automático esto puede significar que contamos con un modo automático y uno semiautomático, pero también puede ser que cierta arma dispare elemental de hielo y elemental corrosivo dependiendo del modo.

Y, de igual manera, debemos estar muy atentos a los elementales enemigos, ya que pueden prendernos fuego o cubrirnos de ácido, y como los enemigos aparecen sin parar, y en todos los puntos del escenario (que no es muy grande), hay que tener mil ojos.

Moverse sin parar a la vez que disparamos es una buenísima estrategia para jugar a Borderlands, pero en este modo tiene aún más importancia debido a la casuística del mismo.

Otra particularidad del modo es que hay un objetivo claro: llegar al final antes de 30 minutos. Allí nos espera un enemigo de alto rango y un cofre con una suculenta recompensa. Esta recompensa puede variar dependiendo de varios factores.

Si no morimos, será mayor, y si tardamos poco (en las dos partidas que pude disputar me sobraron unos 10 minutos sin problema), la recompensa también aumentará. Además, tenemos una serie de objetivos adicionales, como cargarnos X enemigos de cierta forma, completar salas dentro de un tiempo determinado y otra serie de objetivos que se marcan al principio de la partida.

Como es un modo que adicional y no obligatorio, si morimos no debemos preocuparnos. Recibiremos una recompensa menor… y ya está. Y esto es muy interesante debido a que, de esta forma, podemos utilizar sin frustrarnos este modo para su principal cometido: conseguir botín.

Es un modo, según nos explicaron, para subir de nivel y conseguir armas más grandes y poderosas, y por eso debemos ir a por todas para intentar hacernos con el material más peligroso del juego. Peligroso para quien se ponga por delante, claro.

Experiencia que cambia sobremanera dependiendo del árbol de habilidades y el personaje elegido

‘’Gasta todos los puntos antes de empezar, que si no es chunguísimo’’. Es un modo que, como digo, si no eres muy ducho en shooters se puede hacer algo cuesta arriba, peor en solitario no ofrece demasiados problemas si ya conoces Borderlands. Ahora bien, no sabemos si cuando juguemos en cooperativo a 4 jugadores cambiará la cosa.

Lo que sí cambia es la manera de abordar el desafío dependiendo del personaje elegido. Y es que, en las dos partidas conté con personajes muy diferentes. Por un lado, la sirena, mi clase favorita de la saga. Invirtiendo los puntos de nivel de forma sabia y utilizando cada recurso de la clase, no diré que el modo fuera un paseo, pero pude estar a la ofensiva todo el rato.

Con el personaje tanque, la cosa cambia, ya que hay veces que debemos buscar un sitio alejado para lanzar desde ahí nuestro arsenal y esperar el mejor momento para sembrar el caos, juntando a varios enemigos para acabar con cuantos más a la vez, mejor.

Como ya he comentado, no es un modo que esté disponible desde el comienzo del juego, por lo que, al llegar al mismo, tendremos puntos de habilidad más que de sobra para afrontar el desafío y recoger el botín de alto rango.

Un juego hecho de cero para la actual generación

Algo que no me gusta hacer demasiado en unas primeras impresiones, a no ser que sea demasiado evidente que el músculo está ahí, es comentar el apartado visual del juego. El motivo es que ya tendremos tiempo de sobra en el análisis para realizar cualquier valoración de este apartado.

Sin embargo, cuando te pones a los mandos de Borderlands 3 por primera vez, te das cuenta de que, por fin, se trata de un juego hecho desde cero para la actual generación de consolas y PC.

El apartado artístico de Borderlands sigue siendo una delicia, pero la alta resolución y otros efectos, como mejores texturas y una iluminación de mayor calidad, es algo evidente en cuanto comienza la aventura. No es que sea el juego de actual generación que mejor se vea, pero sí es de lo más vistoso.

Además, en nuestra prueba, no sufrimos ningún tipo de bug o caída de frames por segundo, por lo que disfrutamos de una experiencia de lo más sólida.

Solo quedan unos días hasta que, el próximo 13 de septiembre, se ponga a la venta Bordelands 3, y por las primeras impresiones del juego que hemos tenido hasta ahora, y la prueba de Campo de Pruebas, valga la redundancia, podemos decir que la esencia Borderlands se mantiene intacta. Septiembre empieza fuerte, y ya os podéis preparar para un último periodo de 2019 cargado de grandes lanzamientos.