Análisis Empire of Sin, estrategia y mafia de la mano de Romero Games

¿Alguna vez habéis soñado con ser los dueños de vuestro propio imperio mafioso? Si es así... quizás deberíais estar en la cárcel. Lo bueno es que mientras pasáis un tiempo a la sombra, vais a poder llevar a cabo vuestro sueño (esta vez sin quebrantar la ley) gracias a Empire of Sin, que ya está disponible para PS4, Xbox One, Nintendo Switch y PC.

Empire of Sin es el nuevo juego de Romero Games, estudio independiente fundado por Brenda Romero y John Romero. Con su nuevo trabajo, los Romero nos invitan a viajar hasta la Chicago de 1920, momento en que la ciudad se encontraba bajo la ley seca y escenario perfecto para un juego de mafiosos.

Pero en lugar de un juego de acción en mundo abierto, como suele ser habitual en los títulos protagonizados por mafiosos, Empire of Sin nos propone estrategia por turnos, con un gran toque de gestión y algo de rol. ¿Qué tal funciona la mezcla? Os lo contamos en nuestro análisis de Empire of Sin.

Uno de los nuestros

Lo primero que debemos hacer en nuestro camino hasta la cima es elegir a nuestro personaje. Empire of Sin nos permite elegir entre 14 mafiosos y mafiosas, algunos basados en figuras reales y otros directamente reales, como es el caso de Al Capone. Cada uno de estos personajes es único y cuenta con habilidades específicas para el combate, la gestión de los negocios y la diplomacia con otras bandas. Evidentemente su apariencia física también es distinta, así como sus voces, con acentos que reflejan sus orígenes.

Que los 14 personajes de Empire of Sin sean tan únicos y diferentes al resto es clave dentro de uno de los aspectos principales del juego de Romero Games: la rejugabilidad. En lugar de tratarse de un título con un enfoque narrativo al uso, Empire of Sin está pensado para ser jugado y rejugado múltiples veces, probando suerte con los distintos jefes y configuraciones de dificultad. Es importante aclarar esto porque si vais esperando una historia al uso, os vais a llevar una decepción.

De hecho, Empire of Sin tiene ciertos toques de 'roguelike', pues tras superar una partida (o fracasar en el intento), la disposición de los barrios y los negocios cambia por completo. Ahora bien, no hablamos de partidas cortas: dependiendo de nuestra habilidad, llegar a lo más alto puede llevarnos entre 7 y 12 horas.

¿Y cómo nos convertimos en los capos de Empire of Sin? En primer lugar, ensuciándonos las manos. A la hora de acción, estamos ante un juego de estrategia por turnos muy en la línea de lo visto en la saga X-Com: desde una perspectiva aérea, controlamos a nuestro jefe y a todos los mafiosos que hayamos reclutado, moviéndolos a través de una cuadrícula y eligiendo entre una lista de acciones.

En Empire of Sin la cobertura es especialmente importante, dado que las armas de fuego son habituales y hacen mucha pupa. En todo momento, debemos ser muy conscientes de la situación espacial de nuestros personajes y los enemigos para que nos pillen por la espalda con una escopeta. Por suerte, siempre se nos señala con líneas el campo de visión de los enemigos. Y si preferimos el cuerpo a cuerpo, también tenemos múltiples opciones. Empire of Sin ofrece un enorme abanico de posibilidades, pudiendo reclutar personajes que se especializan en diferentes tipos de combate y equiparlos para el combate.

Ahí es donde encontramos la faceta RPG: al superar misiones o realizar compras en el mercado negro, podemos adquirir desde nuevas armas hasta diferentes tipos de protecciones, pasando por objetos que recuperan salud, granadas, mejoras temporales... Hay muchísimo entre lo que elegir, y resulta muy satisfactorio equipar a nuestros personajes con cada vez mejores ítems. 

Además, y de nuevo demostrando su faceta 'roguelike', vamos a toparnos con personajes con rasgos muy diferentes en cada partida, que pueden afectar a la forma en que se comportan en el combate, llegando incluso a desobedecer nuestras órdenes o a mejorar en un estilo concreto con el paso del tiempo.

El combate es una parte importante de Empire of Sin, pero la gestión lo es aún más. De hecho, si somos hábiles, podemos evitar combates por completo. Podemos comprar locales para montar nuestros negocios turbios o atacarlos por la fuerza, con la consiguiente represalia de los propietarios originales. De nuevo, hay muchísimo entre lo que elegir: destilerías, casinos, burdeles... Y a su vez, todos estos negocios se pueden mejorar de diferentes maneras (siempre que tengamos guita suficiente, claro), algo que también afecta a su aspecto visual.

A grandes rasgos, se podría decir que el objetivo para ganar en Empire of Sin es controlar el mayor número posible de negocios, y mantenerlos mientras nos defendemos del ataque de las bandas rivales y evitamos la mirada de la policía. Dicho así suena fácil, pero hay que tener muchísimas cosas en cuenta en todo momento: los negocios que controlamos en el barrio, la relación con otras bandas y posibles oportunidades o enfrentamientos, las finanzas de nuestro imperio, el contrabando de alcohol y la calidad del mismo...

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De hecho, de primeras puede desorientar bastante, pues nos encontramos con pantallas rebosantes de datos que no entendemos, pero a medida que jugamos todo va encajando en su lugar de manera natural. Eso no quita que Empire of Sin sea un juego muy estratégico que requiere planificación y paciencia, así que si os van este tipo de experiencias complejas, lo vais a gozar.

Otra de las claves de Empire of Sin es su magnífica ambientación: sin necesidad de recurrir a un despliegue tecnológico ultra-puntero, Romero Games ha logrado capturar a la perfección el estilo de los años 20. En las calles de Empire of Sin se respira aroma a película de mafia, algo a lo que contribuye la sensacional banda sonora, con composiciones de jazz que cambian de ritmo para adaptarse a lo que sucede en pantalla (geniales las melodías moviditas que suenan durante los enfrentamientos).

El único aspecto negativo es que se nota que el juego se ha lanzado en un estado un poco "verde", para que nos entendamos. Incluso habiendo aplicado el último parche, que corrige un gran número de errores, nos hemos topado con bastantes problemas técnicos, sobre todo de rendimiento en los combates. Pero quizás lo más preocupante sean los bugs, algunos bastante molestos que nos han obligado reiniciar enfrentamientos. Por otro lado, la IA enemiga necesita una revisión, pues su comportamiento es demasiado errático y a menudo se ve a los enemigos haciendo cosas sin demasiado sentido (como plantarse ante nuestros personajes y darnos la espalda).