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Análisis de Leisure Suit Larry: Wet Dreams Don't Dry

Leisure Suit Larry Wet Dreams Dont Dry
Si hay alguien que disfruta de "pinchar" con el ratón en el género de las aventuras gráficas, ese es Larry Laffer. El protagonista de Leisure Suit Larry vuelve a la carga con un juego que recupera el viejo sabor de las aventuras gráficas. Y con lo del sabor, no queremos decir nada guarro.

La llama de un ligón como Larry Laffer nunca se extingue del todo y en pleno 2019 recibimos Leisure Suit Larry: Wet Dreams Don't Dry, la nueva entrega de una de las franquicias de aventuras gráficas más populares de todos los tiempos. Bueno, nueva, nueva no es, ya que este juego llegó a PC el año pasado, pero ahora lo recibimos en PS4 y Switch.

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Para los que no la conozcáis, la franquicia de Larry siempre tiene la misma dinámica: el protagonista tiene que ligarse a tantas chicas como pueda, aunque por lo general hay una en particular que es más importante en la trama. Tras ocho juegos (sin contar remakes), el objetivo no ha cambiado en la mente de un Larry que sigue tan salido como en 1987, cuando conocimos su primera aventura. Precisamente, esa es una de las bazas a la hora de general humor con esta entrega: el argumento arranca con Larry despertando en la actualidad. Él cree estar en 1987 y de repente descubre que ha estado "congelado" durante más de 30 años.

Ahora, la gente ya no liga tanto en los bares como a través de las redes sociales y eso deja pasmado a un Larry que llama "cajas brillantes" a los teléfonos móviles. Sus confusiones con rutinas que ahora damos por sentadas (como renovar el móvil cada cierto tiempo o pedir un taxi mediante una app) dan pie a algunos de los gags más simpáticos de una aventura gráfica que, como siempre, se apoya mucho en el humor.

Una historia muy cachonda (en los dos sentidos)

Ese humor también incluye muchas referencias sexuales, juegos de palabras (la compañía tecnológica líder se llama Prune -ciruela pasa, jerga para decir vagina-, en lugar de Apple) e incluso cierta explicitud en los gráficos. Vamos, que os vais a hartar de ver consoladores, chicas con poca ropa y también alguna que otra imagen escatológica. Nada que vaya a escandalizar a un mayor de edad, claro, pero desde luego sorprende que en estos años se atrevan con un humor tan desatado. Han sido absolutamente fieles a la fórmula Larry.

Leisure Suit Larry: Wet Dreams Don't Die

En realidad, los momentos en los que Larry Laffer es más torpe o desgraciado son los más divertidos del juego y, aunque evidentemente toda la historia tiene un trasfondo más bien machista, suele apoyarse en la crítica a estereotipos (los hipsters pedantes, las rockeras malhabladas, los "frikis" salidorros, etcétera) por lo que todo tiene un tono más bien irónico.

En cuanto a la dinámica de juego, Leisure Suit Larry: Wet Dreams Don't Dry es una aventura gráfica de vieja escuela, cuya jugabilidad se basa puramente en coger items e interactuar con los escenarios y mantener diálogos con personajes secundarios. Igualito que en juegos como Monkey Island, King's Quest o el más reciente Thimbleweed Park (bendito seas, Ron Gilbert). Así pues, tenemos que resolver puzzles constantemente, como romper un visor de realidad virtual para usar su lente como lupa o coger un condón para usarlo como jaula improvisada para una rata.

Leisure Suit Larry: Wet Dreams Don't Die

Por lo general, todos los puzzles tienen bastante lógica, aunque cuando comienzan a multiplicarse los objetivos y nuestro inventario de objetos crece, comenzamos a toparnos con acertijos que se pasan de crípticos, lo que provoca cierta frustración. Es inevitable terminar cayendo en el ensayo y error en algunas ocasiones, solo porque el juego no nos ha dado las pistas adecuadas. No sucede siempre, claro, y bastantes puzzles son cómodos de deducir y tienen su gracia, pero en conjunto el juego es un poco simple (algún cambio puntual en la dinámica habría venido bien) y a la vez oscuro en el planteamiento de los puzzles. En cualquier caso, estamos seguros de que los jugadores de aventuras gráficas de toda la vida sentirán como si nada ha cambiado, lo que genera cierta nostalgia.

Además del inventario y las acciones básicas de siempre (solo podemos ver, utilizar/hablar o usar un objeto con algo, no hay que complicarse más), tenemos un móvil con el que podemos acceder a unas apps que nos dan posibilidades extra: Instacrap, una parodia de Instagram, nos permite ver imágenes de momentos clave del juego; Timber, que imita a Tinder y nos muestra perfiles de personas con las que podremos ligar; y Unter, que sirve para llamar a un coche tipo Uber para viajar a otros escenarios.

Leisure Suit Larry: Wet Dreams Don't Die

Aunque en la versión de PC, el manejo de estos extras era más cómodo por el uso del ratón, en la versión de PS4 de Larry hemos encontrado que es innecesariamente incómodo moverse por sus menús, en especial cuando accedemos a Timber, donde no acabamos de entender si tenemos que seleccionar a las personas (y cómo) para que la historia avance. Es cierto que el uso del inventario de objetos se ha agilizado mediante una rotación rápida de los mismos con L1 y R1, pero en conjunto, los menús e inventarios son una de las facetas que piden a gritos más comodidad.

Diseño como postura de misionero: efectivo, pero sin emocionar

En cuanto al apartado técnico, los gráficos han optado por ese, digamos "estilo Flash", que tanto se lleva ahora con los juegos basados en sprites, como los próximos Streets of Rage 4 o Battletoads. La técnica en sí no es mala si se usa con talento, pero a veces da la sensación de que los dibujos son demasiado mediocres, "comodones"... Sobre todo, si comparamos con entregas previas de la saga, como el espectacular Larry: Love for Sail.

Leisure Suit Larry: Wet Dreams Don't Die

A pesar de ello, hay detalles muy graciosos en las animaciones de Larry y los escenarios incluyen muchas bromas simpáticas, tanto desde el punto de vista sexual como en referencias a la cultura pop. A ver quién encuentra los homenajes a Day of the Tentacle o The Binding of Isaac... También hay bastante humor metarreferencial, como un test de conocimientos al principio del juego para ver si somos lo suficientemente mayores como para jugar (en claro homenaje a los controles antipiratería de las aventuras gráficas originales) o menciones a Al Lowe, el creador de la franquicia Leisure Suit Larry.

Leisure Suit Larry: Wet Dreams Don't Die

El diseño del protagonista se ha estilizado y ya no es tan bajito y barrigón. En nuestra opinión, ha perdido un poco de carisma, aunque sus animaciones faciales tengan su gracia.

Las voces están en inglés (con el actor habitual de Larry, Jan Rabson y su habitual tono a lo Woody Allen) pero con subtítulos y menús en castellano que, por lo general, están bastante bien adaptados en sus juegos de palabras. Destaca especialmente la banda sonora, con melodías de jazz bastante atractivas y elegantes. Vamos, todo lo contrario que el pobre Larry.

En definitiva, Leisure Suit Larry: Wet Dreams Don't Dry es un homenaje a la forma de entender las aventuras gráficas de los años 80 y principios de los 90, al que quizá le ha faltado más ambición en todos sus aspectos, pero que da justo lo que podría pedir un fan clásico del género. Vamos, que cumple, igual que nosotros en la cama. Uy, perdón, con tanto jugar ya nos hemos contagiado de esa forma de hablar...

VALORACIÓN:

Como el propio Larry, el juego está algo atascado en las dinámicas de antaño, pero su humor tan particular y algunos de sus puzzles saben conectar en bastantes ocasiones.

LO MEJOR:

Las referencias culturales dan en la diana y el lado más ridículo de Larry es gracioso. Su confianza en los puzzles clásicos agradará a los veteranos.

LO PEOR:

Los chistes sexuales suelen ser bastante burdos. Algunos puzzles, aun siendo lógicos, hubieran agradecido más pistas.

Plataformas:

Nintendo Switch,

PC,

PS4

Versión comentada: PS4

Hobby

73

Bueno

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