Análisis de L.A. Noire para PS4, Xbox One y Nintendo Switch

Han pasado más de seis años desde que L.A. Noire, desarrollado por el difunto Team Bondi y publicado por Rockstar Games, se lanzase para PS3 y Xbox 360 (la versión de PC llegó unos meses más tarde). Y no es demasiado descabellado afirmar que en todo este tiempo no se ha visto nada igual.

Análisis de L.A. Noire para PS3, Xbox 360 y PC

Quizás sea porque su propuesta de investigación sandbox, que no era sino una aventura gráfica incrustada en un entorno abierto, no sea para todo el mundo, dado su ritmo pausado que invita a ser inquisitivos. O quizás porque poseía aspectos tremendamente ambiciosos que pocos estudios estarían dispuestos a intentar replicar, incluso con los avances tecnológicos que se han vivido desde su lanzamiento.

Sea como sea, el veterano de guerra reconvertido a detective Cole Phelps está de vuelta, en un Los Ángeles oscuro, decadente y ligeramente más lucido que en la versión original, y tiene por delante un buen número de casos que esperan a ser resueltos. Pero para caso, el que tenemos entre manos; hemos hecho acopio de intuición e investigado al detalle la escena del crimen para resolver el análisis de L.A. Noire para PS4, Xbox One y Nintendo Switch.

Tócala otra vez, Phelps

Dado que se desarrolla en un mundo abierto y que las palabras "Rockstar Games Presents" figuran en la portada, muchos dieron por hecho que L.A. Noire sería un GTA con detectives, de la misma forma que Red Dead Redemption es un GTA con vaqueros. Pero nada más lejos de la realidad: aquí el mundo abierto es casi un adorno, una guinda que sirve para generar cierta sensación de libertad. Incluso las persecuciones (a pie o en coche) y los tiroteos resultan algo insulsos frente a las auténticas estrellas de la película: las investigaciones y los interrogatorios.

LA Noire consigue hacernos sentir como auténticos detectives porque nos obliga a actuar como tal: al llegar a la escena de un crimen, hemos de buscar pistas en los lugares más obvios y en los rincones más oscuros, examinarlas a conciencia en busca de detalles y asociarlas con el resto de datos que conocemos para avanzar en la investigación. A veces se trata de cosas bastante obvias, como un cuchillo ensangrentado; otras son directamente rompecabezas, con piezas que debemos ordenar correctamente para descubrir el hueco delatador; y otras son más sutiles, como una factura cuyos números revelan las deudas de un sospechoso.

Para no tenernos dando vueltas como un perro tras su cola, LA Noire incluye diversas pistas visuales y auditivas (que es posible desactivar): una tecla de piano suena cada vez que estamos cerca de algo relevante, y la música se desvanece por completo cuando encontramos todo lo que había que encontrar en una escena. Aquí descubrimos la primera novedad de esta versión de L.A Noire, aunque sólo se da en Switch: podemos examinar objetos utilizando el giroscopio del Joy-Con R, y la intensidad de la vibración HD varía al manipular elementos que contienen pistas no perceptibles a simple vista, sirviendo como valiosa ayuda.

En la consola de Nintendo se han incluido también curiosidades como controlar la cámara y apuntar con el Joy-Con, o permitir jugar al completo utilizando la pantalla táctil (lo que podría sugerir que hay también una versión para dispositivos móviles en camino), pero no dejan de ser eso: curiosidades, y la gran mayoría de jugadores terminará usando los siempre infalibles controles tradicionales. 

Los distintos apartados de los casos se unen para formar un todo, pero especialmente importante es la forma en que las pistas se entrelazan con los interrogatorios, abriendo nuevas preguntas y permitiéndonos ver a través de las mentiras. La laureada tecnología de animación facial, que da lugar a rostros y expresiones tan sorprendentes y realistas como -en ocasiones- absurdas, sirve para "leer" las verdaderas intenciones de los sospechosos... Y pese a sus más y sus menos, la sensación al descubrir una mentira por la forma en que un personaje arquea las cejas sigue siendo alucinante.

Originalmente, el comportamiento que adoptaba Cole al seleccionar la opción "duda" podía romper la experiencia, así que en L.A. Noire para PS4, Xbox One y Switch se ha cambiado la nomenclatura por una que resulta más apropiada: poli bueno, poli malo y acusar. Sigue sin ser lo ideal, pues la palabra 'acusar' se puede malinterpretar fácilmente, especialmente si no se jugó al original, pero al menos los arrebatos agresivos del detective ya no están tan fuera de lugar (aunque eso no quita que sea un capullo).

Se ha reescrito un crimen

Las versiones para PS4 y Xbox One de LA Noire han tenido un pequeño lavado de cara, con mejoras en la iluminación y texturas en alta resolución, pero no supone un mundo de diferencia respecto al original. El caso de Switch es curioso, pues aunque se queda un pelín por debajo (en aspectos como la distancia de dibujado, pero nada grave), el moverse en modo portátil hace que brille con mayor intensidad que en el resto de plataformas.

Ahora bien, la ausencia de cambios notables hace que los errores de LA Noire sean mucho más evidentes: la fantástica recreación del Los Ángeles de finales de los años 40 no oculta un escenario completamente vació, que apenas invita al jugador a saciar su curiosidad explorando o realizando actividades fuera de la historia principal. Pero sería un error analizar L.A. Noire desde la perspectiva sandbox: se trata de una aventura point and click con el envoltorio de un juego de mundo abierto.

De hecho, y quitando las persecuciones que tienen lugar en determinados puntos, podemos evitar la conducción dejando que nuestro compañero de faena se ponga al volante (con el detalle de permitirnos escuchar la conversación que tiene lugar antes de trasladarnos al destino seleccionado). Nos gusta compararlo con los dos primeros Mafia, en el sentido de que se trata de aventuras con una narrativa lineal, donde el escenario abierto no es una pieza clave, sino un complemento.

Y aun así, L.A. Noire es sorprendentemente rejugable. La gran mayoría de casos que componen la historia principal están construidos de forma que se pueda llegar al final por determinadas vías, ya sea encontrando todas las pruebas y teniendo éxito en todos los interrogatorios... o fallando miserablemente. En la pantalla de resultados se valora nuestra actuación, pero también se nos da pistas sobre acciones que podríamos haber realizado (como llegar antes a la escena de un crimen o volver a una localización en busca de nuevas pistas) para incriminar a más personajes o descubrir toda la verdad sobre un sospechoso.

Estos consigue que el clásico valor de volver para conseguir el 100% sea sustituido por el gusanillo de "¿qué habría pasado si...?" Es, de nuevo, la sensación de estar en la piel de un auténtico detective; darle vueltas a cómo unir los hilos rojos del corcho, sin poder quitarnos de la cabeza aquel caso en el que, quizás, mandamos a chirona a alguien que no lo merecía.

Algunos casos no escatiman en escenas grotescas y perturbadoras, de las que hacen apartar la mirada y generan repulsa, mostrando el lado más crudo del trabajo policial y hasta qué punto puede caer el ser humano en una ciudad que ha tocado fondo. Sus mejores momentos pasan por obligarnos a afrontar situaciones moralmente ambiguas, que consiguen que cuestionemos nuestras acciones y dejan un interesante poso que invita a la reflexión.  

Y esa es, al final, la verdadera magia de LA Noire. No es un juego perfecto, desde luego, pero si os dejáis atrapar por su atmósfera 'noir' (recomendaríamos jugar con el filtro en blanco y negro si no fuese porque dificulta encontrar pistas), por su ambientación decadente, por la sordidez de sus casos y por sus concienzudas investigaciones... No vais a encontrar un juego igual.