Análisis OlliOlli World, una "planchada" perfecta

Hace unos años, OlliOlli nos pilló a todos por sorpresa. Después de haber crecido con la diversión macarra de los Tony Hawk's y haber disfrutado del estilo realista de los EA Skate, el pequeño juego de Roll7 parecía un aperitivo en comparación, una curiosidad para pasar el rato. Nos equivocábamos, claro.

El secreto tanto del primero, como de su secuela OlliOlli 2: Welcome to Olliwood, es que tras todos los flips, manuals y grinds se esconde un juego de plataformas 2D. Y uno muy bueno, pues el componente skateboarder implica que no sólo hay que medir bien los saltos; también hay que hacerlo con mucho estilo y encadenando trucos para conseguir la puntuación más alta.

Siete años después del lanzamiento de la segunda parte, Roll7 vuelve a poner una tabla bajo nuestros pies para que nos deslicemos lateralmente en OlliOlli World, manteniendo las señas de identidad de los anteriores y, al mismo tiempo, presentando un buen puñado de cambios... Empezando por el nuevo y llamativo estilo artístico.

¿Ha cogido impulso suficiente como para lograr un big air? Y tanto. Lo nuevo de Roll7 vuela tan alto que logra alcanzar el Gnarvana, hogar de los dioses del skate. Os lo contamos en nuestro análisis de OlliOlli World.

Hora de patinaduras

Igual que sus predecesores, OlliOlli World se entiende mejor cuando lo clasificamos como un juego de plataformas con scroll lateral. Porque no pretende que recordemos cuál es la combinación de botones para realizar un truco concreto ni que tengamos en cuenta si patinamos de switch o de regular; sólo que logremos alcanzar el final del nivel.

De hecho, en las primeras horas, bastan un botón y el stick izquierdo para realizar trucos aéreos, grindar, hacer wallrides y demás cabriolas imposibles.

Lo que sí pretende OlliOlli World es que seamos precisos: que giremos el stick 180º con el tiempo suficiente antes de tocar el suelo, o que veamos venir con antelación la barandilla o el muro para poder aprovecharlo, coger impulso y continuar el recorrido. 

Si habéis jugado a los anteriores nada de esto os sorprenderá, pero esta nueva entrega realiza algunos cambios y añade varias novedades que mejoran la fórmula. Un cambio destacable es que ya no es necesario caer bien los trucos; por defecto nuestro personaje los plancha sí o sí, pero si presionamos el botón justo antes de que toque el suelo nos llevamos un extra de puntos.

Nos parece un gran cambio, pues facilita la jugabilidad, acercándola a un mayor público, pero manteniendo en todo momento una mecánica pensada para los locos de las puntuaciones.

Queremos destacar la curva de aprendizaje, porque aunque OlliOlli World empieza siendo sencillito, a medida que superamos niveles vamos descubriendo nuevos movimientos de manera progresiva y con un ritmo perfecto. ¿La clave? Esos movimientos están a nuestra disposición desde el principio, pero el juego se reserva los tutoriales para que no nos volvamos locos durante las primeras horas.

De nuevo, significa que han pensado al mismo tiempo tanto en los jugadores nuevos como en quienes quieren sacar el máximo partido de las mecánicas desde el minuto uno.

Por supuesto tenemos los manuals, el movimiento clave para lograr combos infinitos, y tampoco faltan los giros, los grabs o incluso la posibilidad de realizar firecrackers al caer sobre escaleras. 

Además de para conseguir grandes puntuaciones, estos movimientos también son esenciales para superar los niveles. Porque como buen plataformas 2.5D, en OlliOlli World cada "mundo" introduce nuevos elementos que nos invitan a sacar partido de estas habilidades. 

Hay cosas muy obvias que están presentes desde el principio, como una barandilla o una pared vertical, pero también hay cristales que sólo se pueden romper si los atravesamos mientras realizamos un grab. Es decir, que la cosa no va sólo de conseguir muchos puntos: también debemos estar pendientes en todo momento de lo que tenemos por delante para realizar la acción necesaria.

A esto tenemos que sumarle que algunos niveles exigen precisión, como salir de una rampa con la velocidad correcta o saltar de una barandilla en un punto concreto para alcanzar la siguiente parte del escenario. 

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Puede llegar a ser desafiante, pero el sistema de checkpoints nos permite volver a intentarlo en un visto y no visto.

Nada de esto sería posible sin unos controles perfectos, cosa que por supuesto OlliOlli World tiene. La sensación al lograr superar una sección complicada, encadenado diferentes trucos y movimientos en un único combo, es realmente satisfactoria. 

Esta sensación se refuerza en la versión de PS5 gracias al DualSense, pues escuchamos los sonidos de la tabla a través del altavoz del mando, logrando un fantástico "game feel".

Probablemente habéis notado que hace un momento hemos usado la palabra "mundos". Eso es porque, de nuevo igual que en los plataformas 2D, el mundo de OlliOlli World está estructurado en cinco zonas, cada una con elementos jugables y visuales que las diferencian. 

Cloverbrook, por ejemplo, se caracteriza por sus bosques y wallrides, mientras que en el desierto de Burntrock nos topamos con las misteriosas rocas que contienen el poder del skateboard.

Como ya habréis imaginado, tanto por lo que llevamos de análisis como por lo que se puede apreciar en todas las imágenes y vídeos, OlliOlli World es un juego que rebosa ideas y derrocha imaginación. 

Al adoptar un estilo artístico que recuerda al de una serie de animación (y en particular al de la genial Hora de Aventuras), en Roll7 se han permitido crear un mundo de skateboarding donde todo es posible: gaviotas culturistas, abejas gigantes, alienígenas, fantasmas... No existe límite alguno para las locuras que se pueden mostrar en pantalla.

Una decisión de lo más acertada pues también se aplica al propio diseño de niveles, donde nos encontramos verdaderas virguerías. Es la clase de juego que nunca deja de sorprender; cuando crees que ya lo has visto todo... Un nivel, un personaje o incluso un comentario te arranca una carcajada.

Porque esa es otra de las grandes novedades: OlliOlli World narra una historia en la que somos candidatos para convertirnos en la nueva leyenda que actué como enlace entre los humanos y los dioses del skateboard. 

No pretende ser nada demasiado elaborado y el tono es siempre muy cómico, pero hay que reconocer que el universo que plantea es muy interesante (¿dioses del skateboard? Joder, pues claro) y que hace un gran trabajo a la hora de presentar a los principales personajes que nos acompañan durante el viaje.

Queremos destacar también la inmensa rejugabilidad, pues pese a que OlliOlli World es un juego cortito, todos los niveles incluyen multitud de desafíos (muy variados y originales) que nos invitan a jugar, jugar y jugar hasta haber obtenido el 100% en cada uno de ellos. Y si lo hacemos, la duración se dispara.

No sólo por la satisfacción personal, también vais a querer superar los desafíos para aumentar las opciones de personalización (otra novedad). La cantidad de camisetas, gorros, gafas, tablas, ejes, etc. es elevadísima, y siguiendo la línea del estilo visual, hay auténticas locuras. 

Para rematar, OlliOlli World cuenta con diversos modos multijugador asíncronos. Por un lado tenemos la liga, algo así como un desafío diario que invita a todos los jugadores a conseguir el máximo posible de puntos en un recorrido determinado. Hay premios por alcanzar los primeros puestos en la clasificación.

Por otro lado tenemos el portal de Gnarvana, que viene a ser una suerte de generador de niveles en base a una serie de parámetros. Tras generar un nivel, se crea un código que podemos compartir para retar a nuestros amigos... Independientemente de la plataforma en la que jueguen. En efecto, OlliOlli World cuenta con juego cruzado (asíncrono) entre todas las consolas y PC. Un puntazo.

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