Hace quince años recibimos con los brazos abiertos el lanzamiento de Silent Hill 3. La saga de Konami ya era todo un referente en el género del terror, y en esta tercera entrega para PS2 presentó nuevos personajes, un apartado técnico mejorado y una ambientación aún más refinada (y terrorífica). Para celebrar estos 15 años de terror recuperamos el análisis de Silent Hill 3 tal y como lo publicamos en su día en Hobby Consolas, una review que titulamos como "el pueblo de los malditos". A continuación tenéis el análisis reproducido de forma íntegra.
El análisis original de PS2
Ya tenemos destino para las próximas vacaciones. Es una aldea de poquísimos habitantes que aún conserva hospital, escuela y parque de atracciones... ¡y dicen que allí te lo pasas de miedo! Los juegos de terror son muy variados, y no siempre consisten en acribillar muertos vivientes dentro de una mansión abandonada. La serie Silent Hill, por ejemplo lleva tres entregas haciéndonos temblar con su ambientación terrorífica, sus deformes enemigos salidos de la peor pesadilla y unos sustos de muerte.
En eta ocasión la protagonista es Heather, una jovencita que se despierta en un centro comercial sin saber qué ha ocurrido. Peor no penséis que está allí de compras, porque pronto nos damos cuenta de que el desarrollo sigue a pies juntillas el de las entregas anteriores: recorremos unos tétricos escenarios en 3D mientras eliminamos (o esquivamos) a los monstruos, y resolvemos unos puzles que ademoás de abundantes, son los más complicados que nos hemos encontrado en cualquier "survival".
Todos los escenarios de Silent Hill 3 están a oscuras, así que nos toca investigarlos con una linterna, y también podemos equiparnos con una radio que emite ruidos de estática cuando se acerca algún enemigo, ¿no os suena? Pero encontramos algunas novedades. Para empezar, por primera vez salimos del pueblo de Silent Hill, ya que la historia comienza en una gran ciudad (también semi desierta) en que visitamos el metro, el centro comercial y unas oficinas.
Por su parte, el sistema de combate es mucho más ágil , y aprovecha los botones analógicos de PS2 para golpear de distinta manera según lo fuerte que pulsemos. Y eso no es todo: en algunos momentos del juego pasamos a otra dimensión, con un aspecto más oscuro, y podemos disfrutar de alardes técnicos nunca vistos como las paredes que sangran o los enemigos con texturas en movimiento. Y es que la ambientación vuelve a ser la gran protagonista del juego.
Ambientación terrorífica
Al decir que Silent Hill 3 se basa en el terror psicológico, nos referimos a que cada nivel está "decorado" con detalles morbosos como sillas de ruedas, maniquíes, bañeras llenas de sangre... y por si todo esto no os deja mal cuerpo, imaginad el efecto de escuchar ruidos inexplicables o ver huellas sospechosas en el suelo.
Los alucinantes efectos de iluminación y la enorme expresividad de los gestos faciales de Heather se encargan de rematar un apartado visual impresionante, que nos permite disfrutar de un sinfín de detalles sin cubrirlo todo de niebla. Sin embargo, todos estos elementos han hecho que el argumento pase a un segundo plano. Sólo a partir de la mitad del juego (cuando ya llevamos unas 3 horas) comenzamos a descubrir las razones de que Heather aparezca en este lugar.
Otra pequeña "decepción" es que los personajes secundarios, uno de lo smayore aciertos en los juegos anteriores, son sólo tre y casi no aparecen. Pese a todo, tanto misterio consigue hacernos temblar de miedo, y seguro que os lo jugáis unas cuantas veces para descubrir todos los extras que incluye (nuevas armas y traje para Heather y un segundo final).
Gracias a su perfecto equilibrio entre ambientación y gráficos de última generación, os podemos asegurar que Silent Hill 3 es la experiencia más terrorífica que hemos vivido en PS2. Corred a probarla...si os atrevéis.