Análisis de Story of Seasons

¿Os acordáis de Harvest Moon? Pues los fans de la saga tienen un motivo para estar de enhorabuena, porque Story of Seasons es lo más parecido que hay ahora mismo en Nintendo 3DS: es un juego centrado en el cuidado de una granja donde cada pequeño detalle tiene cierta importancia y donde tu bien hacer encontrando y vendiendo recursos determinará directamente lo bien que te vayan las cosas. Vamos, que puede ser un juego que te aburra en los primeros 10 minutos o que te tenga enganchado 10 años.

Story of Seasons requiere bastante tiempo hasta que engancha, de ahí lo que decíamos más arriba. Todo se desarrolla lentamente y se explica una y otra vez hasta el punto de llegar a cansar, pero una vez puedes hacer lo que te da la gana, gestionar tu granja con total libertad y empezar a probar cosas nuevas lo convierte en un juego fantástico y para todos los públicos que es difícil de soltar. Vamos, como ocurre con los Animal Crossing, salvando las diferencias.

Así que sí, el ritmo con el que este juego se desarrolla es importante, pero también lo son las ideas que ha introducido en el género de cuidado de granjas. Por ejemplo, hay muchas acciones repetitivas y que consumen tiempo en otros juegos que aquí se pueden hacer de golpe, como recoger cosechas. También es posible pescar de varias maneras o usar el multijugador para intercambiar productos.

Tu granja es un reflejo de ti mismo

Estas son cosas que saltan a la vista, pero a medida que inviertes tiempo, te das cuenta de que permiten profundizar más aún en la propuesta. Story of Seasons es muy inteligente en este sentido e introduce un poquito de aventura, me atrevería a decir que incluso un poquito a lo Minecraft, de ir a explorar el campo y conseguir materiales o animales. El espacio que rodea tu granja es bastante grande, así que perderás muchas horas recorriéndolo, y eso es un gustazo. Oh, y hay objetos que homenajean a Super Mario Bros.

Como en otros muchos juegos por el estilo, la economía y el inventario son aspectos importantes en Story of Seasons. A diferencia de sus semejantes, aquí los intermediaros son importantes y tendrás que enviar tus productos y pagar a estas personas por sus servicios. Conseguir que ciertos productos de consumo constante estén siempre a tiempo es algo muy divertido, por ejemplo, y hacer que tu granja sea tan popular y rentable como para tener tu propio espacio en el mercado, gestionado por ti, es también fabuloso. Hay mucho por hacer en este sentido.

No todo puede ser perfecto, claro, y Story of Seasons mete un poco la pata en la gestión de tus adversarios, por llamarlos de alguna manera. Durante todo el juego, competirás con otras granjas por el espacio público donde hacer crecer tus plantaciones. Es algo que te debería empujar a jugar mejor y a ser más rentable, pero es un aspecto bastante molesto que te obliga a jugar como tú no quieres y que puede limitar cómo avanzas en el juego.

Si a esto sumamos que el desarrollo de todo, como decíamos más arriba, es bastante lento, entendería que muchos jugadores no dieran una oportunidad al juego para que este floreciera y mostrara todo lo bueno que puede llegar a ofrecer. En serio, hasta echarle mínimo 10 horas no es posible tener acceso a todas las actividades, y eso puede quemar hasta al granjero más trabajador.

Lento, pero con mucho contenido

Desde luego, esto ocurre en muchos de los juegos del género y era algo que había que tener en cuenta con Harvest Moon, pero yo lo aviso igualmente. Este título es realmente entretenido y divertido, pero va avanzando poco a poco y hasta pasado un buen tiempo, lo que a menudo te obliga a repetir actividades que ya conoces antes de conseguir otras nuevas, momento en el que el juego vuelve a remontar y entretener más.

Por fortuna, el total de Story of Seasons vale mucho más que sus defectos. Si eres fan de Harvest Moon, o incluso de Animal Crossing, me parece que te lo vas a pasar muy, muy bien con él. Hay muchos minijuegos de recolección, un interesante apartado económico y un montón de personajillos secundarios que son amor y que hacen interesante algo tan mundano como vender un montón de plantas en el mercado.

Al final, lo mejor es eso, que hace entretenido el estar todo el rato moviéndote por menús, recolectar plantas y venderlas para conseguir dinero. Si ser granjero en el mundo real fuera tan divertido, estaríamos todos emprendiendo...