Análisis Tetris Effect: Connected para Nintendo Switch

Existen dos tipos de personas: las que han empezado leyendo estas mismas líneas y las que se han ido directamente a ver la nota. 

Dentro del segundo grupo, hay un porcentaje de gente que tras comprobar lo elevado que es el número para tratarse de un juego tan viejo y manido como "el Tetris", ahora están leyendo esto en busca de respuestas.

Si perteneces a ese grupo, enhorabuena: este análisis de Tetris Effect: Connected para Nintendo Switch es para ti. 

No vamos a perder demasiado tiempo explicando los entresijos de Tetris Effect: Connected. En primer lugar, porque para eso ya le dedicamos en su momento un análisis a la versión para PS4 y PlayStation VR; consultadlo si queréis profundizar.

Y en segundo lugar porque es Tetris. Todo el mundo conoce Tetris, todo el mundo ha jugado alguna vez a Tetris. Incluso alguien que odie con toda su alma los videojuegos ha tenido en sus manos una Game Boy con un cartucho de Tetris. Es el puzle más popular de la historia. Tetris es parte de la cultura popular.

Y por supuesto eso es Tetris Effect: Connected: tetriminos descendiendo a velocidades variables dentro de un espacio cerrado con forma rectangular. Cuando llegan a la parte inferior, se detienen. Si los encajamos hasta formar una línea horizontal, ganamos puntos. Si el terreno de juego se llena y un tetrimino toca la parte superior, se acaba la partida.

A esta fórmula tan clásica se suman dos aspectos relativamente nuevos: la posibilidad de guardar un tetrimino en la recámara para usarlo cuando más falta nos haga, y la Zona, una mecánica que nos permite detener la caída de las piezas para obtener unos valiosos segundos de respiro y aún más puntos.

Hasta ahí todo dentro de lo normal. Pese a este par de novedades, sigue siendo Tetris. ¿Qué lo hace entonces tan especial? Es difícil de explicar porque es de esos juegos que hay que experimentar; un viaje que hay que vivir. De ahí que de manera muy apropiada, el modo principal para un jugador se apode "viaje".

En él debemos superar una serie de niveles hasta llegar al final, intentando conseguir la mejor puntuación por el camino. 

Y cada nivel sólo se puede definir como una experiencia sensorial: los efectos de luz, partículas e imágenes que se van formado alrededor del campo de juego; la forma y la textura de los tetriminos; los sonidos que se escuchan al moverlos, siempre al ritmo de las melodías; y las propias melodías, forman un todo, una especie de sueño psicodélico difícil de describir con palabras.

No en vano, Tetris Effect: Connected es un juego de Tetsuya Mizuguchi, conocido por ser el creador de otras experiencias audiovisuales como Rez, Lumines o Child of Eden.

Además del modo viaje tenemos los modos Effect, una serie de desafíos que nos imponen normas de lo más variopintas (Misterio es una de nuestras favoritas). Y dado que estamos ante la versión Connect, la misma que se lanzó en Xbox One, Xbox Series X|S y PC en noviembre de 2020, eso significa que también se incluye el modo homónimo, o lo que es lo mismo: multijugador.

Ya sea través de Internet o en modo local, cooperando o compitiendo, en partidas clasificatorias o amistosas, podemos participar en una serie de modos que nos invitan a demostrar nuestras habilidades en compañía. 

De nuevo, hay muchas modalidades entre las que elegir, rangos y recompensas que nos invitan a seguir jugando.

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¿Y qué hay de la versión de Tetris Effect: Connected para Nintendo Switch? Pues que es un port realmente sorprendente que poco tiene que envidiar a los del resto de plataformas. 

Es muy probable que la resolución sea menor y que los efectos no tengan la misma calidad... pero desde luego es difícil apreciarlo; creemos que se ha hecho un trabajo espléndido trasladándolo a la consola híbrida...

... Porque ese es el gran punto a favor de esta versión frente al resto. 

Puede que no incluya ninguna novedad, pero el hecho de poder jugarlo en cualquier parte gracias a las características de Nintendo Switch, además de ser muy práctico, nos evoca un profundo sentimiento de nostalgia, recordándonos todas esas tardes jugando a este mismo juego... Sólo que con gráficos monocromáticos en lugar de con miles de explosiones de luz y color.