Análisis de Zombie Army 4 Dead War para PS4, Xbox One y PC

Lo que ha conseguido Rebellion con la saga Zombie Army es admirable. Comenzó como un "spin-off" (un añadido para Sniper Elite V2 en la versión de PC) y fue dándole continuidad hasta desembocar en una serie con seguidores tan fieles como los del videojuego matriz.  En 2015 disfrutamos de un recopilatorio muy especial: Zombie Army Trilogy, que contaba con las dos primeras entregas remasterizadas y un tercer juego, que nos llevaba más allá de las ruinas de Berlín, hasta la boca del Infierno.

Pero la pesadilla no terminó con la muerte del Führer; ahora estamos en 1946, y las tropas de nazis resucitados por Hitler han tomado Europa; es el momento de luchar la guerra de los muertos. 

Zombie Army 4 Dead War es mucho más ambicioso que sus predecesores. El campo de batalla se amplia a diferentes ciudades del continente, y del mismo modo crecen nuestras habilidades de combate, la cantidad de zombies a los que enfrentarnos y las situaciones (uno de los puntos débiles de la trilogía). Pero la columna vertebral de la saga sigue ahí, bajo los restos de piel y carne muerta. 

Un francotirador contra los muertos

Karl Fairburne (el protagonista de Sniper Elite) y tres nuevos compañeros se lanzan contra hordas de no muertos en un desarrollo clásico de "shooter" en tercera persona. Estos miembros de la resistencia -la nueva resistencia contra los zombies- salen de las filas de los aliados, y cuentan con un armamento propio de la Segunda Guerra Mundial. En nuestro arsenal se encuentran ametralladoras como STG 44, la "vieja" Tommy Gun, escopetas de trinchera, pistolas... pero hay un arma que sobresale por encima de todas ellas. El fusil de precisión (lo que se llama coloquialmente rifle de francotirador) es una herramienta con la que vamos a disfrutar de lo lindo. 

Mientras que Sniper Elite 3 y 4 han evolucionado hacia un "sandbox" con partes de infiltración, no tiene sentido utilizar el sigilo contra los zombies. Por eso le sacamos mucho más partido a nuestros fusiles Mosin-Nagant, Springfield o M1 Garand. Podemos lucirnos con disparos a grandes distancias, con los que arrancamos los miembros de los no muertos o les hacemos estallar la cabeza, o aprovechar elementos del escenario (bidones explosivos, hélices o generadores eléctricos) para sembrar la destrucción. Este arsenal que os hemos anticipado no es muy variado, pero cuenta con un montón de mejoras -estéticas y funcionales- que podemos aplicar en bancos de trabajo. 

Análisis de Zombie Army Trlogy

El punto culminante de los disparos es la Kill Cam, una de las señas de identidad de Dead War. Como sabéis, la cámara de muerte es un enfoque automático que se activa cuando realizamos un disparo particularmente difícil. Entonces, disfrutamos de una secuencia a velocidad superlenta, que sigue el proyectil y muestra los daños internos, como si tuviésemos rayos X. No se ha escatimado en efectos gore, y la verdad es que nos sigue pareciendo una gozada. Es una lástima que el modo foto (disponible en cualquier momento del juego) esté bastante limitado durante las Kill Cam. 

La horda por toda Europa

La variedad era uno de los puntos flacos de Zombie Army, pero las cosas han cambiado radicalmente en la cuarta entrega. En Dead War tenemos dos modos de juego: horda (que consiste en sobrevivir a oleadas de muertos vivientes) y una campaña muy notable. Precisamente, la campaña es la que ofrece más situaciones distintas.

Por supuesto que todo se basa en arrasar con los zombies nazis, pero cada uno de los nueve escenarios tiene su particularidad (en Venecia, por ejemplo, vamos haciendo paradas en una barcaza que navega por los canales, mientras que Cerdeña tiene un estilo de terror más "tradicional" con bosques y viejos laboratorios, Croacia se desarrolla en un zoo y Nápoles en un volcán).

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También cambian nuestras misiones. A veces tendremos que resistir en una zona fortificada, pero también nos va a tocar explorar el escenario en busca de combustible (o de piezas para un mecanismo) y enfrentarnos a jefes finales. Cada nivel está planteado como una película de serie B, con su propio póster y la intervención de algunos personajes secundarios... aunque el argumento no es su fuerte.   

Estas posibilidades se completan con un modo horda en 4 escenarios diferentes, en que aniquilamos oleadas de enemigos para subir de nivel y desbloquear nuevas armas, mejoras y aspectos. Y sin dejar de lado que todos los modos cuentan con multijugador online para 4, que lo convierte en una experiencia mucho más divertida (la dificultad se ajusta dependiendo de los jugadores que haya en el campo de batalla). Es algo muy similar a lo que hemos disfrutado en juegos como Left 4 Dead o en el modo zombi de Call of Duty. De hecho, más profundo y variado, aunque no iguale a éstos en todos los aspectos. 

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Técnica resucitada

El aspecto técnico general supone un gran paso adelante. No sólo ha mejorado la construcción de modelos y escenarios, sino que la línea artística se ha trabajado para conseguir una estupenda sensación de mundo post apocalíptico, respetando la época original. La iluminación y los elementos de partículas (que acompañan a disparos y explosiones) se mantienen a un gran nivel, y el juego alcanza una resolución 4K (en PS4 PRO y Xbox One X). Además, la versión de PS4 hace un estupendo uso del micrófono del mando, que nos ha dado un par de sustos. Y sin embargo, también nos encontramos con fallos inexplicables. 

Nos referimos a problemas con las colisiones, fluidez y sensibilidad del mando. No es raro que nos atasquemos en pasillos si vamos a la carrera, o que tengamos que corregir la posición antes de abrir una caja o activar un interruptor. No son errores catastróficos, pero incomodan bastante al jugar, y son lo que coloca a Zombie Army 4 Dead War un escalón por debajo de otros shooter bélicos. 

Por último, hay que advertir que el juego llega con bastante DLC de pago. Nos ofrecen armas, indumentaria, personajes e incluso se anuncia un nivel extra, lo que "desanima" un poco a quienes se lo compren de salida. Da la impresión de que mucho contenido debía conseguirse jugando en lugar de en la store, aunque ninguno de ellos es necesario para acabar la campaña o disfrutar de la horda.  

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Ya he hablado en alguna ocasión de que los Zombie Army eran uno de mis placeres culpables, y con ello me refiero a juegos que no son tan buenos en los apartados técnicos, o cuyo desarrollo no tiene tanta profundidad, pero por algún extraño motivo hacen "click" en el cerebro y no podemos parar de jugar. Y esta cuarta entrega es el mejor de todos. En solitario o en el modo multijugador online, la diversión está garantizada. No hay muchos juegos en que realizar una eliminación sea tan satisfactorio... y en este caso, las muertes se cuentan por miles.