Cine para gamers: crítica de Arcade

¡Ponte unas gafas especiales y un "ciberguante" para viajar a nuevos mundos 3D en los que hay interacción total! ¡Es la Realidad Virtual, el invento que desterrará a los videojuegos tradicionales! ¿Recordáis cuando se nos vendía a bombo y platillo que eso iba a suceder? Era la primera mitad de los años 90, en la que la fiebre por los gráficos tridimensionales parecía apuntar a que todos llevaríamos cascos especiales y apósitos en el cuerpo para entrar en entornos psicodélicos y "asombrosamente realistas". Por diferentes motivos (la tecnología nunca dejó de ser cara y aparatosa), la R.V. no llegó a imponerse, pero sirvió para dar pie a películas realmente disparatadas, como esta Arcade, lanzada en EEUU (no llegó a España) directamente en VHS.

La acción se centra en la joven Alex y su pandilla, los cuales disfrutan de las aficiones típicas de 1993: montar en monopatín, ir a los salones recreativos... Uno de estos "garitos", llamado Dante´s Inferno, es el lugar elegido por la empresa Vertigo/Tronics para testear su nuevo videojuego: Arcade. Éste consiste en un enorme mueble con su correspondientes visor y guantes. En un pequeño monitor, la cara de un ser virtual y malote los reta a llegar al último de los 7 niveles.

Magia con el ordenador

Tengo que decir algo positivo de esta peli: su "mecánica" me ha recordado a ese gran programa concurso que fue El rescate del talismán. Y es que los protagonistas de Arcade son "absorbidos" por el juego y deben escapar de sus niveles, de forma parecida a lo que sucedía en Tron, pero en unas escenas con un presupuesto y resultado muuucho más modestitos.

Los héroes van enfundados en un mono negro y llevan un casco que debió hacer el hijo del director en clase de plástica, para moverse en unos entornos creados íntegramente por ordenador... pero suponemos que fue a partir de unas plantillas que les venían instaladas en el 3D Studio de MS-DOS, porque los escenarios resultan cutres hasta para esa época. Efectos de iluminación ratoneros, texturas inverosímiles y algún personaje animado con torpeza a partir de cuatro polígonos. ¿Hace falta recordar que ya hacía dos años del estreno de la gloriosa Terminator 2 o que en ese mismo 1993 llegaría Jurassic Park?

La caspa no está sólo en la puesta en escena, sino también en el propio guión: los chavales se llevan una "versión doméstica" del juego a su casa. Cuando la conectan, el ser que controla el software, llamado también Arcade, es capaz de verlos a través de la pantalla (tendrían una webcam junto a la tele de tubo) e incluso lee sus mentes para detectar sus debilidades. El ejecutivo de Vertigo/Tronics advierte a los chicos: "Arcade tiene una IA muy avanzada, aprende, se adapta. Cada vez es más inteligente y puede buscar el modo de vencerte". Claro, y todavía faltaban 16 años para que Sheva Alomar se atascara en todos los pasillos de Resident Evil 5...

Los sufridos protagonistas intentan infructuosamente desenchufar sus teles ante la risa maligna de Arcade, que amenaza con invadir la "realidad real". ¿Qué hacer? Pues nada, golpetazo a la pantalla y a salir por patas. Cuando los dos héroes principales (interpretados por los desconocidos Megan Ward y Peter Billingsley) se giran, una amiga se ha evaporado. ¡Oh, no, ha sido absorbida por el videojuego! Ya os hacéis una idea de por dónde van los tiros: un terror muy inocentón, basado constantemente en el miedo a las nuevas tecnologías. ¿Terminaremos siendo esclavos de los videojuegos esos?

Maestros del suspense... solo que no

Os pedimos que os fijéis en esta imagen de los dos zagales. En primer lugar, porque refleja la estética que era molona en la época. ¿Camisa abierta de cuadros y gafas a lo John Lennon? ¡No había nada más "trendy"! En segundo lugar... ¿reconocéis al de la derecha? Sí, es Seth Green, el hijo del Doctor Maligno en Austin Powers, en uno de sus primeros papeles. Este actor, que interpreta al graciosillo Stilts, es el único rostro reconocible de la peli.

Sin embargo, a los que estéis metidos en el mundo del cine más underground también os sonará el nombre del director, Albert Pyun, todo un valedor de la "segunda división" en los géneros de la acción y la ciencia ficción. Suyas son joyitas como Cyborg, Dollman o la peli de El Capitán América de 1990. ¡Ah! Y el guionista es, atención, David S. Goyer, capaz de lo mejor y lo peor. Para que os hagáis una idea, es el firmante de las historias de El Caballero Oscuro: la leyenda renace o Call of Duty Black Ops II, pero también de las de El motorista fantasma o la TV movie de Nick Furia...

En fin, no podemos más que recomendaros ver esta película para echar unas risas sobre lo inocentes que éramos hace 20 años y lo mucho que han cambiado los tiempos en todos los sentidos. Arcade es mala de narices, pero por su paseo por el salón recreativo (a lo mejor es que yo era muy pequeño, pero no los recuerdo muy diferentes a este lúgubre Dante´s Inferno), por el rock teen de aquellos años y, sobre todo, por su desinhibido despliegue de cromas y efectos fantasiosos, merece la pena bajar el listón durante una hora y media. Eso sí, no olvidéis volver a subirlo cuando terminéis...

Por cierto, al acabar podéis revisar el resto de películas de nuestro especial Cine para gamers. Hay que verlo para creerlo.