Crítica de Bob Esponja: un héroe fuera del agua

Para haceros una idea de lo que podréis ver en Bob Esponja: un héroe fuera del agua nada mejor que contaros una anécdota acerca de su creador Stephen Hillenburg: cuando se plantó delante de los ejecutivos de Nickelodeon para que le comprasen su idea hizo su presentación con una camisa playera mientras sonaba música hawaiana y en una pecera que él mismo traía estaban los animales reales que protagonizan la serie... ¡Pues eso! La cinta es una locura de principio a fin de las que podemos celebrar con alegría.

Once años después de que Bob Esponja y su tropa de compañeros marinos saltaran a la gran pantalla por primera vez de la mano del propio Hillenburg y Mark Osborne (el director de Kung Fu Panda), Paul Tibbitttoma el relevo y lo hace con ambición, para mostrarnos una historia diferente.

El catalizador de la trama de Bob Esponja: un héroe fuera del agua es Plankton, que pone en pie uno de sus perversos planes para hacerse con la preciada fórmula secreta de la Burguer Cangreburguer que consumen a todas horas los habitantes de Fondo de Bikini. Cuando las existencias se agotan caen en una suerte de caos apocalíptico que deja en calzoncillos lo que hemos visto hasta ahora de Mad Max: Fury Road.

¿Cuáles son los ingredientes de la Burguer Cangreburguer? Tendréis que ver la película para descubrirlo, pero os puedo decir cuáles son los que destacan en esta divertidísima cinta animada: el magnífico humor de la serie amplificado durante más tiempo sin perder comba (los gags se suceden a un ritmo endiablado) y su originalidad, expandida también en lo que a su formato se refiere.

Por un lado tenemos todos los componentes de la serie, pero además dando un paso que lleva la película más allá: al dibujo tradicional en 2D y las tomas de acción real se suman los gráficos CGI que funcionan de maravilla cuando Bob y sus amigos salen a la superficie.

Y todo eso respetando el diseño y la expresividad de Bob Esponja, Patricio, Arenita, el señor Cangrejo, Plankton y Calamardo y exprimiendo las características de sus personalidades: desde el desaforado optimismo de Bob hasta la ambición del señor Cangrejo.

Hay quien ha señalado que la integración de los formatos en Bob Esponja: un héroe fuera del agua no es ideal, pero que me aspen si la película pretende buscar perfección formal... Ahí tenéis un vídeo del "cómo se hizo":

En la dimensión real se tendrán que enfrentar al pirata Alameda Jack, al que da vida Antonio Banderas, el flamante ganador del Goya honorífico que hace unos días recogía su galardón. Y se nota que el actor se lo ha pasado pipa dejándose llevar por su exagerado personaje.

Sus primeras apariciones sin embargo ralentizan un poco la acción aunque al final cobra todo su sentido con la clásica integración del nivel de la metahistoria dentro de la historia, ¡muy bueno!

Da gusto poder acompañar a la gente menuda al cine a ver una película que pueden disfrutar tanto ellos como los adultos, que cuenta con un humor blanco pero a la vez ingenioso y que no permite un momento de respiro: es pura evasión disparatada que incluye hasta viajes en el tiempo sin buscar mayor trascendencia.

Tiene mérito que ese pequeño universo no haya perdido ni un ápice de frescura desde que apareciera en 1999... ¡Qué buen rato te hace pasar Bob Esponja: un héroe fuera del agua! Aquí tenéis el tráiler del videojuego, por cierto.