Crítica del capítulo 250 de Dragon Ball Z en el que resucita el Kaioshin de hace 15 generaciones tras un pequeño accidente
Regresamos, como cada domingo, con un nuevo análisis de Dragon Ball Z, y hoy le toca el turno al episodio 250 de la serie. ¿Recuerdas lo que ocurrió en esta entrega?
Ya estamos de vuelta, como cada domingo, con una nueva entrega de Dragon Ball Z. Cada semana te traemos un análisis de un episodio de la serie de Akira Toriyama y Toei Animation, y en la actualidad estamos inmersos en la Saga de Buu, uno de los arcos más queridos por los fans.
De hecho, estaríamos ante la última etapa de la serie original, así que estamos muy ilusionados con esta recta final de los Guerreros Z, donde disfrutamos de una calidad gráfica alucinante en muchos de los episodios. ¡Incluso la banda sonora pegó un subidón tremendo con temas históricos!
Sin embargo, este episodio 250 de Dragon Ball Z no te creas que destaca por su calidad visual, ya que lamentablemente teníamos diseños que dejaban mucho que desear. Y ojo, que además, el acabado era bastante irregular, pues aunque la mayoría de las veces los dibujos no estaban a la altura, sí es cierto que en alguna escena sí daban la talla.
No hay nada peor que un dibujo inconsistente en un capítulo de la serie, y este episodio es un claro ejemplo de ello. Además, solo tenemos una gran sorpresa a nivel argumental, y el resto del episodio, es puro relleno. ¡Pese a ello, vamos a disfrutarlo viajando a nuestra infancia! ¿Empezamos?
Como bien sabes, Gohan está dominando la Z-Sword en el planeta de los kaioshin, la gran esperanza para derrotar a Majin Buu si la técnica de la Fusión de Goten y Trunks fracasa. Para poner a prueba el poderío de la espada, Goku le lanza una roca gigantesca a su hijo, como si de un lanzamiento de béisbol se tratara.
El resultado, más que previsible, termina con la roca partida en dos. Y claro, Shin decide subir la apuesta y presenta a Goku y Gohan el kachin, esto es, el metal más duro del universo. Convencidos de que la espada puede también romperlo, Goku le lanza el kachin a Gohan, pero... ¡La Z-Sword se termina partiendo por la dureza del metal!
El drama es tremendo, ya que el arma para derrotar a Majin Buu ha sido neutralizada. Sin embargo, Gohan quiere buscar el lado bueno de la situación y asegura que su nivel de combate ha aumentado tras su entrenamiento con la espada. Por el contrario, Goku se muestra más escéptico y no cree que su hijo haya aumentado tanto el nivel como para vencer al monstruo (y no le falta razón).
Y de repente, cuando el panorama parecía más negro que nunca, aparece un extraño anciano en el planeta. ¡Se tata del kaioshin supremo de hace 15 generaciones! Este dios de la creación había sido sellado dentro de la Z-Sword, por lo que tras romperse, ha sido liberado. Y no solo eso, el anciano afirma que podría desatar un gran potencial en el bueno de Gohan, así que inicia un extraño ritual.
¿Y qué está pasando en la Tierra mientras se está cociendo el regreso del Gohan más poderoso? Como podías imaginar, Goten y Trunks siguen practicando para dominar la técnica de la Fusión, y todo gracias a la tutela de Piccolo.
De hecho, cuando nos acercamos al final del episodio, vemos a Piccolo celebrar que han conseguido el objetivo. ¿Veremos la ansiada Fusión de estos pequeños saiyans en el próximo capítulo?
¡CURIOSIDADES!
1- Mientras Goten y Trunks entrenan, el resto de Guerreros Z matan el tiempo jugando una buena partida de cartas. Lo más curioso de todo es que las cards están personalizadas con... ¡Mr. Satán!
Y no solo eso, A-18 quiere que Krilín gane la partida, así que le da algunas pistas con la mirada, resultado una escena muy curiosa. Pese a las trampas de la pareja, Bulma se hace con la victoria.
2- El anciano kaioshin se antoja todo un Mutenroshi en el campo divino. Su carácter es muy similar al del antiguo maestro de Goku, y de hecho, el mismo saiyan lo comenta en el capítulo.
De todas maneras, el problema no está en que sean personajes parecidos, sino que se clonan escenas del pasado. ¿Recuerdas cuando Chi-Chi le lanza la cuchilla de su casco a Mutenroshi para comprobar si es el poderoso maestro? Pues aquí tenemos la misma escena, con Goku lanzándole una bola de energía a la cabeza del kaioshin para comprobar si realmente es tan fuerte.
¿Qué te ha parecido este capítulo de Dragon Ball Z? ¿Recordabas cómo el anciano kaioshin volvía a la vida en la serie?
Por nuestra parte, regresaremos mañana, como cada día, en una nueva entrega Z con toda la actualidad de la franquicia que tanto amas. ¡Kai, Kai!
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VALORACIÓN:
Un episodio bastante flojo, tanto a nivel gráfico como argumental. La historia apenas avanza, y si no fuera por la sorpresa del anciano kaioshin, apenas habría cosas rescatables. De hecho, hasta el anciano es un ser divino que se antoja un clon de Mutenroshi, por lo que tampoco estamos ante una novedad muy grande.LO MEJOR:
La sorprendente aparición del viejo Kaioh. A-18 haciendo trampas con Krilín para ganar una partida de póker. Las pistas musicales de la banda sonora.LO PEOR:
El dibujo tiene momentos realmente horribles. Kaioshin recuerda demasiado a Mutenroshi, básicamente un clon en el ámbito divino. Demasiado relleno.55
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