Crítica de Cargo, película de zombies de Netflix con Martin Freeman

Lo del género zombie es algo como las propias criaturas que le dan nombre: cuando crees que está muerto, se levanta y se echa a andar. Netflix nos trae Cargo, una película australiana basada en el corto homónimo de 2013. La película llega este 18 de mayo sin grandes pretensiones y apostando por un tono serio y sin demasiados alardes de grandeza, dando prioridad a las interpretaciones de su reparto.

Y es que el reparto de Cargo cuenta como protagonista a Martin Freeman, (El hobbit: Un viaje inesperado) algo que había que aprovechar. Esta película de Netflix nos llega desde la lejana Australia. Si, ese país que en cuanto a cine es capaz de hacer joyitas como Mad Max, pero que últimamente parece que necesita a sus caras más conocidas para que sus películas crucen los mares, así que nos encontramos ante una excepción, damas y caballeros.

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¿Cómo no encariñarse?

Como hemos dicho, Cargo está protagonizada por el británico Martin Freeman. Por supuesto, tardamos unos 30 segundos en empatizar con el bueno de Andy (El personaje de Freeman). No estamos seguros de si es por los recuerdos que nos trae de Bilbo Bolsón, o si es por el hecho de que nos compadecemos de él por tener que aguantar al Sherlock Holmes de Benedict Cumberbatch en Sherlock. A lo mejor es por esos ojillos de cachorro que lleva siempre.

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Cargo (Netflix) (8 imágenes)

El caso es que la interpretación de Martin Freeman en Cargo es sobria y seria, encarnando a un padre que tiene que enfrentarse a muchas penurias para poner a salvo a su familia. Imaginaos: si el continente australiano es ya de por sí bastante hostil, cogemos y metemos unos zombies a la mezcla. El cóctel resultante es interesante para ver, pero probablemente el personaje de Freeman habría preferido algunas granjas y cosas más típicas para esconderse.

Otra Australia post apocalíptica

Solemos pensar que Estados Unidos tiene el monopolio de las catástrofes y los apocalipsis. Películas como Mad Max: Furia en la carretera o ahora esta nos demuestran que el apocalipsis en Australia tampoco supone unas vacaciones pagadas. Ya de por sí, se trata de un entorno bastante hostil en lo que a la naturaleza se refiere, con grandes zonas rurales y vastas extensiones sin civilizar. Al producirse el contagio, la situación mejora todavía más.

Para personas como Vic Carter (El personaje de Anthony Hayes) es una oportunidad de dar rienda suelta a su lado más oscuro. Todas esas armas y balas por ahí solas y abandonadas.... Esta película de zombies nos va a hacer disfrutar de unos paisajes espectaculares y unos entornos donde la naturaleza... y los infectados no darán pie a que haya descuidos.

La perspectiva aborigen

Aunque en el film no se profundiza especialmente en este hecho, una de las cosas que nos ha gustado de Cargo es poder conocer la perspectiva diferente que adquieren los aborígenes, los nativos australianos. Normalmente, las películas de zombies como Los Hambrientos se limitan a contarnos las penurias de los supervivientes humanos y punto, sin enfatizar en que cada grupo de humanos somos de nuestro padre y de nuestra madre. Será a través de la jovencísima Simone Landers como veremos parte de esa perspectiva aborigen.

Esta película de Netflix no ha llegado con grandes pretensiones, y pese a ello cumple sin problemas. La historia no es frenética, ni desborda acción por los cuatro costados. De hecho es más bien lenta, pero sin llegar a ser tediosa. Vemos algunas semejanzas a las primeras temporadas de The Walking Dead pero más allá de lo de siempre, Cargo no innova dentro de lo que es el género zombie. Claro que para innovar en un género tan trillado hay que darle muchas vueltas de tuerca a los guiones y acabar haciendo pelis de serie B.

En definitiva, concluimos este análisis de Cargo diciendo que es una de esas pelis que ves, te entretienes, y pasas a la siguiente sin acordarte de ella salvo que la mencionen. Eso sí, cuando la veas no tendrás la sensación de estar perdiendo el tiempo.