Crítica de Tu casa o la mía: Netflix pasa de malos rollos con esta comedia romántica

Tu casa o la mía ha llegado a Netflix, probablemente, en el peor contexto posible. Vamos, que no está el horno para bollos, a pesar de que la cinta es dulce por naturaleza. La plataforma streaming lleva inmersa en una crisis económica e institucional desde hace muchos meses.

Ayer, se materializaron sus planes de aumento de precios y fin del uso compartido de las cuentas. Los suscriptores de Netflix se lanzaron a las redes sociales, enfurecidos, para compartir su decepción, indignación e incluso interés por darse de baja de los servicios streaming. Me consta que muchos lo hicieron, finalmente.

En esas estamos y en esas ha aparecido en el catálogo Tu casa o la mía, una comedia romántica inocentona y sin pretensiones, como si Netflix hubiera calculado premeditadamente ofrecer un producto práctico y natural, uno de esos entretenimientos de manual que han aupado a la compañía como la "reina del streaming".

Tu casa o la mía es una película de Netflix escrita y dirigida por Aline Brosh McKenna. Esta es su primera aproximación al mundo del cine, ya que en su corta filmografía cuenta únicamente con la aplaudida serie Crazy Ex-Girlfriend, creada, escrita y protagonizada por Rachel Bloom. Y que fue todo un éxito en su día, por cierto.

La premisa de Tu casa o la mía en Netflix ofrece una gran idea de lo que te podrás encontrar si accedes a su visionado. Debbie (Reese Witherspoon) tiene un amigo llamado Peter (Ashton Kutcher). Los dos son muy diferente entre sí y se llevan muy bien. Además, tuvieron un 'affair' hace mucho tiempo, pero nunca llegaron a más... aunque parece que sí.

Debbie es una madre soltera que vive en Los Ángeles. Disfruta de su apacible vida, de la misma forma que lo hace Peter, pero en Nueva York y en constante cambio, sin una relación estable ni ningún compromiso más allá de su carrera profesional.

Entonces, de golpe y porrazo, deciden intercambiar sus vidas y sus hogares. Durante una semana, ella vivirá como una mujer soltera en Nueva York y él, como un padre soltero en Los Ángeles. Esta es, en líneas generales, la historia que os vais a encontrar en Netflix con Tu casa o la mía.

Una de las primeras cosas que hemos recordado al ver Tu casa o la mía en Netflix ha sido The Holiday (Vacaciones), la película de Nancy Meyers protagonizada por Cameron Díaz, Jude Law, Kate Winslet y Jack Black. ¿Os acordáis de aquella comedia romántica que intercambia hogares y vidas? Pues, más o menos, algo parecido, pero con matices.

Básicamente, Tu casa o la mía es una película que ahonda y profundiza en ese concepto secular del ser humano que siempre se nos aparece fugazmente por el pensamiento, día tras día. No nos gusta nuestra vida. Así de simple, no nos gusta. Queremos otra cosa, siempre queremos algo distinto.

¿Sabéis aquello de "siempre queremos lo que no tenemos"? Pues ahora imaginad que, justo aquello que queréis, te lo ofrecen. Al principio, estás encantado, pero luego comienzas a darte cuenta de que tus anhelos solo eran fantasmas, y que lo que realmente habías deseado siempre lo tenías justo delante de tus ojos, pero estabas demasiado ocupado soñando como para darte cuenta.

En ese sentido, Tu casa o la mía es un divertido entretenimiento, pero también una apertura de miras, una carta abierta para todas aquellas personas que siempre le piden más a la vida, cuando la vida ya no tiene nada más que ofrecer. Y no es por ponernos profundos, porque la película de Netflix no lo es.

Este filme es divertido y muy naif, quizás incluso excesivamente naif. Las secuencias y los diálogos se proyectan y consumen con una sonrisa en el rostro. Solo el soundtrack (de lo mejorcito de la cinta) te deja claro desde el principio que estás ante una película que no te va a obligar a nada más que a disfrutar de sus historias y sus personajes.

Unos personajes que, por otro lado, y a pesar de los esfuerzos de unos comedidos Reese Witherspoon y Ashton Kutcher, acaban resultando planos y muy poco creíbles. Todo es una cuestión narrativa, del guion. El libreto no ha querido profundizar en ellos porque ha preferido poner el foco en las parcelas más entretenidas que pudieran ofrecer.

Comprensible, por otro lado. A fin de cuentas, estamos delante de una historia bajísima en términos de ambición y muy recomendable en términos de entretenimiento. Divertida, ligera, transparente. No esconde su auténtica naturaleza, por lo que ponerse a reflexionar sobre cuestiones existenciales o darle una profundidad más dramática habría estado fuera de lugar.

En resumidas cuentas, Tu casa o la mía es una divertida comedia romántica de Netflix que ha llegado en el peor momento posible. Pero que, paradójicamente, ofrece todo aquello que ha convertido a esta empresa en líder de su industria: una forma de pasar tu tiempo frente a la pantalla y que haya merecido la pena.