El pasado siempre llama a la puerta. Esta frase tan recurrente en las historias sobre la venganza y los thrillers más intrigantes no se ha vuelto precisamente manida porque sea falsa, sino todo lo contrario. El efecto bumerán de nuestros actos es real. Otra cosa es saber cuándo va a golpearnos de lleno.

Esto se sostiene sobre algo tan básico como la dinámica acción-reacción. Sin embargo, en ocasiones, en el eje de esa rueda se cuela un enorme palo que detiene su movimiento o incluso llega a romperla. Y es el caso de The Clearing, la serie de televisión que está disponible en Disney+.

Creada por Matt Cameron y Elise McCredie, y protagonizada por Teresa Palmer y Guy Pearce, la serie de The Clearing es un thriller de intriga con tintes dramáticos y sectas como escenario de fondo, fundamentado en gran medida en el atormentado pasado de su protagonista.

Basada en la novela de J.P. Pomare, The Clearing se inspira en hechos reales. Más concretamente, en una secta australiana conocida como “La Familia” y que tuvo su mayor foco de actividad durante la segunda mitad del siglo pasado. Su premisa no es otra que el secuestro de una joven llamada Sara (Lily LaTorre).

La muchacha es raptada por los lacayos de Adrienne Beaufort (Miranda Otto) y llevada a Blackmarsh, la mansión de este culto que se ubica en una inquietante localización pantanosa que evoca a grandes rasgos los parajes de Luisiana, y conduce tu memoria a obras maestras como True Detective.

Sin embargo, rápidamente nos damos cuenta de que el modelo pasado-presente se va a mantener como la piedra angular en la cabina de montaje de The Clearing en Disney+, pues hay dos montajes paralelos: la historia del pasado con Sara y la historia del presente con Freya (Teresa Palmer).

En ese presente, Freya, quien nos queda claro que tuvo o tiene todavía alguna relación con la secta de “La Familia”, está preocupada por si este extraño culto australiano ha vuelto a las andadas. Hay varios niños desaparecidos. Freya cree que “La Familia” está detrás de esas apariciones, y parece saber más de lo que dice.

El montaje de The Clearing y Teresa Palmer son brillantes

De una forma muy interesante, y sobre todo inteligente, el guion de The Clearing ejerce una reflexión sobre el legado de la secta en el presente, al mismo tiempo que desarrolla o construye la historia de ese legado a través del pasado. Ambas partes componen el puzle y ofrecen una visión amplia de la trama.

Destaca especialmente la profundidad psicológica del personaje de Freya, merced en parte a la voluntad interpretativa de una Teresa Palmer que está muy por encima de sus compañeros y se sienten muy cómoda en este rol de mujer afectada por las pesadillas del pasado. Unas pesadillas que se vuelven reales en el presente y no la dejan descansar en paz.

Solo su vivienda, la cual comparte con su hijo pequeño Billy (Flynn Wandin), es un fiel reflejo de sus problemas mentales. El hogar está repleto de ventanas, más de la cuenta, y parece más una torre de vigilancia que una casa, un soporte donde sentirse seguro. Freya lo tiene claro: no puede dejar de vigilar porque sabe lo que hay más allá de esas ventanas.

Esto es, básicamente, The Clearing, la serie de Disney+ que ya podéis ver en la plataforma streaming. Un juego de espejos donde pasado y presenten se confunden mientras van tejiendo una trama inquietante, dramática y desasosegante, con tintes sureños e inspiraciones religiosas.

En ocasiones, nos ha recordado a ejercicios narrativos tan soberbios como Beatus Ille, de Antonio Muñoz Molina, donde los paralelismos entre lo que sucedió y lo que sucede se difuminan y acaban desembocando en una historia común donde todo es reconocible y, al mismo tiempo, aterrador.

Teniendo en cuenta que estamos en una época donde todos los libros, las series y las películas thrillers se fundamentan en un asesino en serie que hay que dar caza, un investigador torturado y alcohólico y una asistente muy inteligente y con grandes dotes tecnológicas… Esta serie de Disney+ se agradece enormemente.

Se siente como un soplo de aire fresco, sin reinventar ni transgredir géneros o conceptos. The Clearing no es revolucionaria, pero es práctica y magnética, atractiva. Logra captar la atención del espectador por su presentación formal del contenido, sin olvidar en ningún momento los aspectos de misterio que tanto gustan entre el público.

Por ese motivo sabemos tan poco y necesitamos saber más. Porque el puzle debe ser construido por el espectador a través de la revisión del pasado, y es en ese “Quién es quién” de The Clearing donde la serie mantiene el pulso de la narración y se permite no brillar en otros apartados.

Desde luego, no será una obra maestra… Pero a nosotros nos ha convencido enormemente su propuesta y nos ha cautivado con su montaje paralelo. Ojalá más series thriller que se atrevan a ir un paso más allá de lo que siempre vemos.