Crítica de El hijo zurdo, la miniserie ganadora en Canneseries ya está disponible en Movistar+

Rafael Cobos (Modelo 77) adapta para Movista Plusr+ la novela de Rosario Izquierdo "El hijo zurdo" y lo hace con un formato bastante fresco: apenas seis episodios de entre 20 y 30 minutos que se ven en un suspiro y captan a la perfección las principales ideas que había en el libro.

Antes de llegar a la plataforma, el preestreno mundial de El hijo zurdo ha tenido lugar en Canneseries donde se ha alzado con el premio a la mejor miniserie. Uno de sus punto fuertes es el de saber recalar en una historia intimista, filtrada desde la perspectiva de una madre alcohólica y vencida por las circunstancias pero que se ha grabado con pulso, nervio y personalidad.

Puede que la banda sonora sea en este punto uno de sus mayores aciertos al conseguir imprimirle una fuerte originalidad y el ritmo necesario para comprender el momento vital que atraviesa cada personaje: no es una música que acompaña a las imágenes sino que aporta información crucial para la trama.

Rafael Cobos ha contado con Julio de la Rosa y con la colaboración de artistas como Bronquio, Nita, Rocío Márquez o Dalila. 

Y también ha buscado innovar en la propia concepción visual de El hijo zurdo, valiéndose de distintos formatos: el vertical para los recuerdos, sean buenos o malos, el horizontal para la actualidad en curso.

En El hijo zurdo conocemos a Lola, una mujer separada de clase acomodada que tiene dos hijos. Cuando Lorenzo es fichado por la policía por haberle propinado una paliza a un joven marroquí, empieza a darse cuenta de que ha caído en las garras de un grupo radical.

Lola empieza a plantearse entonces si está preparada para lidiar con este conflicto y con la maternidad misma, dado que fue madre muy joven y poco a poco se ha ido hundiendo en el alcoholismo para tratar de sobrellevar la carga de sus conflictos que pasan por la tensa relación con su exmarido y la paulatina separación de un hijo al que no comprende.

Mientras lidia con todo ello conoce a Maru, la madre de "el loco", uno de los mejores amigos de Lorenzo. Se trata de una familia de clase baja que, sin embargo será un gran apoyo para ella al estar viviendo una situación similar.

¿Qué es lo normal? Solo lo más frecuente

El hijo zurdo utiliza como metáfora el hecho de que tanto Lola como su hijo sean zocatos. A fin de cuentas, en ambos casos ninguno de los dos se ciñe al rol que les ha venido impuesto, así que ella trata de comprenderlo y de volver a atraerlo hacia su lado pensando en su fuero interno que ha salido a su imagen y semejanza.

Ambientada en Sevilla, la serie se vale de todas sus señas de identidad para establecer hilos argumentales alrededor de esta idea: desde el fervor religioso hasta las desigualdades sociales, pasando por una ambientación urbana algo sucia y siempre asfixiante. Todo lo que circunda a esta madre doliente y su hijo pródigo redunda en más información sobre ellos y qué les ha llevado a esta deriva.

El padre político y aspirante a un cargo se vale de sus contactos para ganarse a las hermandades sin cuyo beneplácito es imposible dar un paso mientras que Lola se convierte en una suerte de costalera de los pecados de su hijo, cargando con su culpa como si fuera la suya propia.

El hijo zurdo es, en última instancia, un dramón de tomo y lomo en el que María León brilla con luz propia gracias a un papel que es de esos que te hace trizas. A poco que la audiencia tenga los pies en el suelo conocerá algún caso similar en el que una familia desestructurada encuentra al final en la figura materna la roca en la que rompen todas las olas.