Crítica de Mythic Quest temporada 2, ya disponible en Apple TV+

Queridos lectores, seáis o no jugones, tenéis en Apple TV+ una serie divertidísima y muy apegada a la actualidad que os hará reír con ganas: Mythic Quest: banquete de cuervos. Si no la conocéis, os damos unas pinceladas: se desarrolla en el entorno de trabajo de una empresa que se dedica al desarrollo de videojuegos y lidia con sus problemas cotidianos entre los que se encuentra no defraudar a los usuarios, pasar por el aro de los influencers de turno que tienen en sus manos una gran exposición, llegar a los plazos de entrega y realizar los oportunos testeos previos al lanzamiento entre los que hay capturas de pantalla, renderizados de última hora y una plétora de trámites que os resultarán familiares.

Ian, a quien da vida el creador de la serie, Rob McElhenney (actor conocido por series y películas como Latter Days o Colgados en Filadelfia) es el dueño de la firma mientras que Poppy es la ingeniera que le ha dado forma al bombazo Mythic Quest. Ella es la que se encarga de bajarle los humos para que pise tierra firme y domine su ego. 

Contando con un reparto coral y con muchas situaciones cómicas, podemos ver cómo se desarrollan las pugnas por el poder mientras basculan a su alrededor un guionista, un contable, un par de testadoras y otros personajes más o menos recurrentes.

El parecido de la serie es obvio con otras anteriores en las que la personalidad de los personajes es muy distinta y están "obligados" a remar en la misma dirección: puede recordaros a The Office, Community o Parks & Recreation (y no es decir poco, como veis, dado que son, las tres, series sensacionales).

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Descúbrelas

Entre las novedades de esta nueva temporada encontramos algo poco común: que la ficción ha fagocitado la pandemia de COVID-19 y los personajes vuelven con una mentalidad muy distinta. De hecho, ha habido dos episodios especiales fabulosos intercalados entre la primera y la segunda: "Quarantine" y "Everlight". Una de las principales armas para tener tanto impacto es que la serie sabe aunar humor absurdo con situaciones muy humanas con las que es fácil identificarse. Así que podemos señalar que esta nueva remesa de episodios cumple con nota la función de seguir siendo divertida aunque introduciendo cierto punto de madurez que le sienta muy bien.

Ian y Poppy continúan centrando una rivalidad por momentos explosiva pero de la que ambos tienen que aprender: él necesita más humildad y ella gestionar su parcela de poder en un rol al que no está acostumbrada. También evoluciona la relación sentimental de Rachel y Dana a raíz de la asunción de nuestras tareas, David sigue siendo el punching ball y Jo y Brad se consolidan como los personajes más surrealistas de la serie.

La temporada 2 de Mythic Quest: banquete de cuervos sigue mostrando de una forma muy grandilocuente y alocada en qué consiste el mundillo del desarrollo de los videojuegos, que sirve como vehículo para ir generando situaciones desternillantes pero lo mejor es que la galería de personajes se va desarrollando: todos ellos ganan en profundidad y humanidad y de paso la serie, de forma muy inteligente aprovecha las restricciones de las condiciones de trabajo para volcarse en las relaciones que hay entre ellos aunque sin dejar de lado del todo los momentos grupales.

Es imposible hacer esta reseña sin hacer mención al gran F. Murray Abraham y a su personaje CW Longbottom, que adquiere un gran protagonismo en esta segunda temporada con dos episodios excepcionales dedicados a él.

De momento, eso sí, y a pesar de que Mythic Quest demuestra con esta segunda temporada que tiene un gran potencial por explorar, la serie aún no ha sido confirmada para tener una tercera entrega de episodios. Crucemos los dedos para poder seguir disfrutando de ella.