El recuerdo de Marnie fue la última película de Studio Ghibli antes de anunciar su parón creativo en cuanto a largometrajes, y la segunda aventura como director de Hiromasa Yonebayashi después de Arrietty y el mundo de los diminutos. Esta vez el estudio japonés volvió a arriesgarse adaptando la novela juvenil del mismo nombre de Joan G. Robinson, aunque trasladando sus personajes y la trama a un entorno japonés en vez de mantener el escenario británico original.
Esta película de animación se estrenó en Japón el 19 de julio de 2014, teniendo su debut internacional en el Festival internacional de cine infantil de Nueva York al año siguiente y ganándose numerosas nominaciones, aunque terminó El recuerdo de Marnie perdiendo el Oscar a Mejor película de animación frente a Del revés.
En esta historia seguimos a Anna, una adolescente muy solitaria y sin amigos que sufre de asma. Cuando su situación empeora, su madre adoptiva la envía al campo a pasar algo de tiempo con unos familiares con la esperanza de que su salud mejore fuera de la ciudad. Una vez en el pueblo, Anna conoce a Marnie, una chica llena de misterios que vive en una gran mansión junto al pantano. Las dos empiezan a hacerse amigas durante el verano, evocando para Anna importantes verdades sobre la soledad, las relaciones familiares, y la verdad sobre la historia de la familia de Anna.
En El recuerdo de Marnie, Yonebayashi y Ghibli nos presentan una historia clásica de coming-of-age, en la que la joven Anna no encaja con las personas a su alrededor y no tiene amigos. Al mudarse a Hokkaido, su vida cambia por completo y por fin encuentra una amiga en la misteriosa Marnie, a quien en un principio solo ve en sus sueños.
Con Anna, podemos ver algunas de las partes más complicadas de ser un adolescente, como la soledad y las dudas sobre uno mismo. Gracias a su amistad con Marnie y su relación con el matrimonio Oiwa, se nos va mostrando poco a poco la importancia de las relaciones familiares. Aunque son temas que el estudio ya ha tratado anteriormente, esta vez tiene un tono mucho más agridulce y oscuro, aunque El recuerdo de Marnie sigue manteniendo ese halo de magia y misticismo que en ocasiones caracteriza a este estudio de animación.
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No os vamos a reventar ningún misterio de la trama, pero esta película animada nos presenta una buena mezcla de un drama adolescente ya conocido donde una joven trata de entenderse a sí misma con una historia supernatural con fantasmas y llena de fantasía. Eso sí, la manera en la que los guionistas Masashi Ando, Keiko Niwa y el propio Hiromasa Yonebayashi construyen la historia y van desentrañando poco a poco los secretos de la trama te mantienen pendiente del viaje de Anna durante los dos primeros tercios de la cinta.
El recuerdo de Marnie es una película lenta, que va dándonos con cuentagotas toda la información sobre la situación de Anna y la verdad sobre Marnie... hasta que la exposición nos explota en la cara de repente y de manera bastante atropellada, con una resolución que parece sacada de la nada en el último momento. Sí, el final es satisfactorio y queda bien atado, pero preparaos para que os tiren por tierra todo lo que pensábais que sabíais y quedaros preguntándoos durante un rato de dónde ha salido todo esto.
Antes os decíamos que es una película de animación con temas sobrenaturales y fantásticos, pero esta producción animada esta llena de melancolía y tristeza, con un enfoque bastante diferente de otros títulos juveniles del estudio japonés. Además de la soledad y el paso de dejar atrás a la niñez, también podemos ver en cierta manera la importancia de un primer amor, o de una primera relación significativa, y su impacto posterior.
Esta melancolía no solo nos acompaña en el guión, ya que las paletas de la película también están al servicio del tono para dejárnoslo muy claro. Todo en los pantanos del pequeño pueblo son grises, azules y verdes desaturados, con subtonos muy fríos que mantienen el aura completa de misterio y tristeza.
De nuevo, el departamento artístico de Studio Ghibli se hace con el protagonismo de la película. Aunque la animación no es especialmente espectacular para el nivel que ha alcanzado el estudio en otras ocasiones, sí es muy potable y cumple su función más que adecuadamente. Y es que aún así, lo más impresionante de la película son sus increíbles escenarios llenos de detalles, ya sea en las aguas del pantano o en cada pequeño objeto de una habitación.
El recuerdo de Marnie es una película melancólica y llena de sensibilidad, sobre la soledad de ser una adolescente llena de dudas sobre sí misma. No es de las películas más flojas de la era reciente de Ghibli, pero sí que hay que tomársela con calma y prepararse para su ritmo pausado.
VALORACIÓN:
Una película muy bella, llena de melancolía y tristeza, sobre la soledad de ser un adolescente diferente. Aunque el despliegue artístico es admirable, se queda eclipsado por la trama lenta y con un giro de tuerca final demasiado apresurado.LO MEJOR:
El departamento artístico, con su increíble atención al detalle y el precioso trabajo en los escenarios a acuarela.LO PEOR:
La trama pausada con el giro total a la trama casi sacado de la nada en tramo final de la película.78
Bueno
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