Crítica de La serpiente verde, la épica de animación china que ya puedes ver en Netflix

En los últimos años la animación china ha irrumpido con cada vez más fuerza en nuestras pantallas, en parte gracias al auge del streaming. Ya hemos ido viendo producciones como Big Fish y Begonia o La bendición del oficial del cielo, que no tienen nada que envidiar a los animes japoneses al uso.

Netflix apuesta más cada año por la animación china, ya sea con co-producciones originales como Más  allá de la luna, o licenciando nuevos estrenos. En concreto este mes ha llegado a la plataforma de streaming La serpiente verde, una película de animación CGI con fuertes inspiraciones en las leyendas y mitología china. 

Aunque por alguna razón en Netflix han elegido renombrarla como La serpiente verde a secas, esta películaes en realidad una secuela directa de La serpiente blanca, una película de 2019 también dirigida por Amp Wong que se puede ver en Movistar+.

Esta película animada de fantasía y acción retoma a los personajes de la película original, las hermanas Blanca y Verta, dos demonios serpiente que pueden tomar forma humana. Cuando ambas se enfrentan a Fahai, un monje exterminador de demonios, Blanca es apresada dentro de una pagoda.

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Después del enfrentamiento, Verta despierta en Ashura City, una suerte de limbo con aspecto de ciudad post-apocalíptica donde tanto humanos como demonios tratan de sobrevivir el tiempo suficiente para poder dejar atrás su obsesiones y reencarnarse en su siguiente ciclo. La obsesión de Verta sigue siendo rescatar a su hermana, y tratará de escapar de esta ciudad como sea posible. 

Hay que decir que aunque enLa serpiente verdetenemos un pequeño prólogo para poder familiarizarnos con las hermanas, mucho peso emocional de la trama se nos queda fuera si no habéis visto antes la primera película, así que sí que os recomendaríamos verla primero. También para hacernos mejor con el mundo, su lore, y algunos personajes que pueden repetir y que van a tener más chicha así. 

La animación de La serpiente verde mantiene el nivel de la primera película, con todavía más escenas de acción y coreografías cuidadas. Uno de los puntos fuertes es el precioso acabado del CGI, que no tiene nada que envidiarle a las superproducciones americanas, y el diseño de personajes con el que han sabido reinterpretar las criaturas de la mitología china. 

Sí que es cierto que a veces caen un poco en el "síndrome de la misma cara", con muchos personajes teniendo un aspecto muy similar, pero compensa con el resto de acabado con el estilo en sí de diseño, con una mezcla entre cartoon y realista. 

La animación de Light Chaser Animation brilla especialmente en las escenas de acción, con todo el despliegue de poderes y magia y una cinematografía preciosa y muy parecida a las películas de fantasía china, tomando los mejores elementos. 

Las coreografías y las escenas de acción son precisamente de lo mejor de la película, con los tiempos muy bien medidos y con movimientos muy claros en los que ves perfectamente todo lo que está pasando, sacándole el mejor partido a los poderes de cada personaje.

Sin embargo, todo esto queda bastante empañando por el ritmo desigual de la película, ya que La serpiente verde en ocasiones va a trompicones y da la sensación de que quieren contarnos demasiados conflictos en muy poco tiempo. 

La película de animación trata de abarcar demasiado, introduciendo muchos personajes que no van a ningún lado y muchos momentos en los que o no pasa nada absolutamente o están pasando demasiadas cosas. 

Y aún así, sigue dando una cierta sensación de que las cosas pasan porque sí sin demasiada explicación, con muchos huecos en medio, o que hay mucho que queda abierto para el futuro sin que se llegue a cerrar todo de manera satisfactoria.

Si venís de la primera película, el cambio de tono y escenario de fantasía medieval china a una especie de post-apocalipsis con tintes cyberpunk, es un poco brusco y cuesta un poco adaptarse. Pero también permite mostrarnos más del submundo de las criaturas y demonios y del lore tan rico que se está desarrollando en estas películas y experimentar más con otro tipo de acción menos idílica.

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También hay que señalar que aunque sean películas de animación con unos diseños muy "cartoon" y estilizados,La serpiente verde y su precursora no están recomendadas para menores de 12 años porque algunas escenas pueden resultar un poco gráficas. Un punto más a favor de que el estudio esté usando la animación no como género si no como un medio lleno de recursos para narrar su épica de fantasía.

Con todo esto, La serpiente verde sigue siendo una película muy disfrutable, especialmente si os gustan las películas de fantasía china. Es una producción muy valiente y cuidada que pone a la animación china al nivel de los principales estudios y que está creando cuidadosamente una franquicia de fantasía para expandir más el mundo de sus serpientes demonio.