Crítica de The Staircase, el documental ya disponible en Netflix

Que Netflix es una con la nostalgia ya no nos pilla de nuevas a nadie. Series como Manhunt: The Unabomber lo han demostrado una y otra vez. Ahora, la plataforma de streaming lanza el chip nostálgico a los documentales al adquirir la segunda revisión del documental francés The Staircase, dirigido por Jean-Xavier de Lestrade y que podéis encontrar en el catálogo de Netflix España desde el 8 de junio de 2018.

The Staircase es, como hemos dicho, la segunda revisión del documental que se basa en el caso del asesinato de Kathleen Peterson, quien supuestamente fue asesinada por su esposo Michael Peterson. La primera parte del documental se publicó en 2004. La primera revisión se realizó en 2012 con la inclusión de dos nuevos episodios. Esta segunda revisión que viene de la mano de Netflix añade tres episodios con la conclusión, aparentemente, del caso.

Los mejores trabajos de Jean-Xavier de Lestrade

Documental puro y duro

A diferencia de series como MINDHUNTER o Narcos, que abordan situaciones reales desde un punto de vista narrativo y que incorporan elementos de ficción para incrementar el interés de la trama, The Staircase es un documental puro. Toda la acción está grabada en situaciones reales, cámara en mano y sin florituras. Las reuniones y testimonios son reales y no precisan de actores para hacer representaciones de ningún tipo.

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The Staircase (12 imágenes)

No obstante, esto es un arma de doble filo, ya que hace que el documental de Netflix carezca por completo de acción. Son 13 episodios de casi 50 minutos con testimonios, reuniones y comeduras de cabeza que se pueden hacer muy densos en determinados puntos. Vamos, que ver The Staircase del tirón es un poco pesado si no eres un enamorado de los juicios. Jean-Xavier de Lestrade trata de amenizar los episodios con alguna situación cotidiana de la familia Peterson, pero la mayoría de las veces no logra su objetivo.

Una visión sesgada

A pesar de que The Staircase hace gala de ser un documental meticuloso y preciso, no consigue ofrecer una visión realmente imparcial del caso de Michael Peterson. La visión que puede aportar el documental francés es mayormente desde el punto de vista del equipo de la defensa, más allá de alguna declaración específica de los fiscales o algún miembro de la familia que no estaba del lado de Peterson.

De hecho, en algunas declaraciones, estos propios miembros de la familia señalan a The Staircase como "un pseudo documental francés cuyo único objetivo es atacar al sistema judicial estadounidense y victimizar a Michael Peterson". Sea por esto, o porque esta parte de la familia no quiso colaborar en el documental, la visión que se ofrece, como decimos, es bastante sesgada.

Crítica feroz al sistema

Lo que si que vamos a encontrar en The Staircase es una buena dosis de críticas y palos al sistema judicial estadounidense y a los medios de comunicación. Y en buena parte bien merecidos. Entre otras delicias, muestra algo a lo que estamos tristemente acostumbrados a día de hoy en nuestro país, que es la manipulación que ejercen los medios de comunicación sobre cualquier cosa. Por desgracia lo que vemos en la tele es más cierto que lo que vemos con nuestros propios ojos en muchos casos.

El documental de Netflix también muestra la negligencia y corrupción del sistema policial, judicial, político y de investigación del estado de Carolina del Norte. Incluso los supuestos expertos presentados originalmente por la acusación tenían de expertos lo mismo que Hannibal Lecter de vegetariano.

En definitiva, The Staircase es un documental muy interesante. Si eres de esos que te encantan las leyes y los casos de asesinato disfrutarás como un niño pequeño con todas las pesquisas legales que guardan sus 13 episodios. Pero si eres más de ver a Bruce Willis partiendo caras sigue buscando porque el documental no es para ti. 

No creemos que pase mucho para que todo lo relacionado con el caso de Michael Peterson dé el salto a la ficción, y nos encontremos al novelista encarnado por Ian Mckellen o alguna cara conocida. Eso si, productores a la caza de ideas, añadan sus dosis de acción en forma de licencia creativa, que para tertulias y largos silencios hemos tenido nuestra dosis con The Staircase.