Crítica de la temporada final de Fantasmas: broche de oro para una comedia sustentada en sus personajes

¡Parece increíble pero han pasado ya unos años desde que os hablamos por primera vez de Fantasmas (Ghosts), la comedia sobrenatural de la BBC! Y a lo largo de este tiempo han pasado muchas cosas: ha habido ciertas bajas en el reparto, un remake estadounidense muy distinto al concepto de la original en forma y fondo y ahora llega el desenlace definitivo.

La quinta y última temporada de esta serie sigue siendo tan breve como es habitual. Está compuesta por seis episodios de media hora de duración que vienen a desarrollarse a continuación del especial de Navidad que sirvió de cierre a la cuarta tanda de capítulos y en la que asistíamos a varios eventos cataclísmicos para la economía de Mike y Allison.

Movistar Plus+ lanza hoy mismo, 6 de noviembre, los dos primeros y a continuación irá soltando uno nuevo cada semana hasta terminar definitivamente la emisión el 4 de diciembre cuando verá la luz un nuevo episodio especial navideño titulado Last Resort que supondrá el adiós a esta hilarante serie cómica que tan buenos momentos nos ha dado.

Después del incendio desatado por un rayo en la casa del guardés que la pareja tenía en alquiler, toca pensar cómo salir adelante (y convencer a la perito del seguro de que no fue provocado). Sobre todo porque su situación familiar está a punto de cambiar y necesitan una fuente de ingresos estable.

De modo tal que empezarán a plantearse deshacerse de una parte de su terreno, para lo cual tendrán de llegar a un acuerdo con el siempre molesto y malicioso Barclay y convencer a los entes que solo Allison puede ver de que no se trata de una gran pérdida.

Entre tanto, nuestros queridos ectoplasmas se enfrentarán a sus propios desafíos: desvelar el misterio de la muerte de Kitty, asumir una gran revelación de Robin o asuntos más profanos como llegar a un acuerdo sobre qué es mejor, si el norte o el sur, en una acalorada discusión entre Pat y Julian.

Por no hablar de la "trascendencia", ese pasar al Más Allá que nos dejó huérfanos de la presencia de Mary en la temporada anterior o la pertenencia al lugar en el que han fallecido y la presencia de otros espíritus en las inmediaciones.

En términos generales, podemos decir sin lugar a dudas que esta última es la mejor temporada de la serie. La dirige Simon Hynd (Motherland) y tanto por el ritmo al que se suceden los gags como por el corazón que se le saca a la despedida, vuela muy alto.

Fantasmas se basa en fuertes personajes y cada uno de los intérpretes que pueblan esta ficción los han hecho tan suyos, que es para quitarse el sombrero. Les sientan como anillo al dedo y saben sacarle punta a cada situación para llevarla al límite. La temporada arranca fuerte desde el primer episodio Fools, con las bromas del día de los inocentes.

Pero lo que es más importante aquí es el hecho de que proviniendo cada uno de una época distinta y por tanto con idiosincrasias muy diferentes, empastan muy bien y tienen una química estupenda: desde el hombre de las cavernas hasta el politicastro en bancarrota moral.

Y es que es enteramente suya: Matthew Baynton (Thomas), Simon Farnaby (Julian), Jim Howick (Pat), Martha Howe-Douglas (Fanny), Laurence Rickard (Robin) y Ben Willbond (el capitán) firman como guionistas y creadores además de formar el grupo de fantasmas principal. 

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Quienes hayan ido siguiendo Fantasmas saben que ellos mismos dan vida además a los fantasmas de la sala de la caldera, arrasados por la peste, así que hemos tenido ocasión de verlos muchas veces caracterizados de forma distinta y en verdad que parecen otros.

Sigue siendo una baza de éxito el tener a Allison como puente entre los vivos y los muertos, dado que es la única capaz de verlos, lo que genera habitualmente conflictos por lo bulliciosos que son.

Siempre es duro decir adiós, sobre todo cuando es tan fácil encariñarse de los personajes: desde el cinismo de Julian hasta la inocencia de Kitty o el pragmatismo de Pat. Pero hay que decir que es una serie que deja un buen sabor de boca y una sonrisa en los labios.

Ojalá muchos trabajos más en esta senda, mezclando géneros como humor y misterio y brindándole la oportunidad al elenco de escribir sus propios guiones: quiénes mejor que ellos pueden sacar lo mejor de sí mismos. Estaremos muy atentos a sus próximos proyectos.