Apple TV+ lanza la tercera temporada de su ucronía Para toda la humanidad contando con buena parte de su reparto de regreso para la siguiente meta espacial: Marte. Estreno 10 de junio de 2022.
Para toda la humanidad, una de las series más ambiciosas y relevantes del catálogo de Apple TV+, regresa con su tercera temporada después del espectacular final de la segunda, que nos dejaba colgando del anzuelo de la imagen de Marte en la que se colaba brevemente una presencia humana en 1995.
Los nuevos episodios no nos llevan directamente a ese momento, sino a los años previos al lanzamiento de las misiones espaciales que tienen como fin el planeta rojo. Y sí, lo decimos en plural porque una de las principales características de esta nueva temporada es que entran en juego nuevos actores en esta carrera espacial alternativa.
Como novedad, la duración de los ocho episodios que componen esta tercera temporada es más homogénea, rondando siempre la hora. Sus títulos: “Polaris”, “Game Changer”, “All In”, “happy Valley”, “Seven Minutes of Terror”, “New Eden”, “Bring It Down” y “The Sands of Ares”.
A modo de breve repaso, Para toda la humanidad es una serie que se lanzó en 2019 y pronto comprendíamos que lo que íbamos a ver nos iba a llevar por un camino distinto al de la historia conocida.
El punto de divergencia lo marcaba un suceso inédito... ¿Qué habría pasado si los rusos hubiesen llegado a la Luna antes que los Estados Unidos? ¿Y si además de llevar cierta delantera hubieran colocado a la primera mujer en la superficie del satélite?
Probablemente, eso habría sido un acicate para que, lejos de languidecer, el programa espacial estadounidense se hubiese fortalecido y su orgullo herido habría buscado igualar la gesta, recuperando el programa Mercury 13 para formar a mujeres piloto en la tarea de conquistar la Luna, con un empuje para sus derechos y su representatividad en las instituciones enorme.
La primera temporada se desarrollaba por tanto a finales de los 60 y a lo largo de los 70. La segunda, nos llevaría de lleno a los 80, con nuevos retos respecto a la hostilidad creciente entre las dos grandes potencias tecnológicas en pugna y una casi inminente guerra mundial alimentada por la militarización de la NASA, el miedo a un enfrentamiento nuclear y la colisión de intereses.
Ya en los 90 al comienzo de la tercera temporada de Para toda la humanidad, los ojos están en Marte, pero a la Unión Soviética y Estados Unidos se unen nuevos actores dispuestos a cambiar el tablero de juego.
Así, entra en escena el capital privado para financiar un ambiciosísimo proyecto que adelantará las agendas para lanzar misiones tripuladas en 1994 que lleguen en 1995. Aparece la figura de un gurú (que a más de dos le traerá a la cabeza a Elon Musk) con ideas algo excéntricas pero también con una decisión implacable de alcanzar su meta.
La sociedad también sigue evolucionando. Ellie continúa con su carrera política, que la acabará llevando a liderar a los republicanos para optar a la Casa Blanca enfrentándose a Bill Clinton. En el centro del debate, la ingente cantidad de recursos que se dedican a los objetivos espaciales en detrimento de ayudas directas a cuestiones más prácticas como acabar con el hambre o el desempleo.
Aunque los problemas éticos tienen su espacio en la serie, ésta no deja de lado la tensión de la acción ya desde el primer episodio. La temporada arranca, directamente, hablando de turismo espacial, con un evento como es la boda de Danny Stevens celebrándose en Polaris, una nave que orbita la Tierra y que sufrirá un inesperado accidente.
Ed y Karen están separados y haciendo vidas por separado mientras que los hijos de Gordo y Tracy siguen caminos muy distintos. Margo sigue liderando la NASA y relacionándose con Sergei, con quien tiene una relación que va más allá de lo profesional.
Huelga decir que el diseño de producción de Para toda la humanidad sigue siendo una locura: todo funciona como un reloj para que sea razonablemente verosímil lo que sucede (con concesiones a la narrativa, como es evidente), pero también con una cierta aceleración de los acontecimientos que viene dada de la palanca que ejerce la competencia en los programas públicos.
Por otra parte, las cuestiones derivadas de la ciencia-ficción se expanden: a día de hoy se preve que el primer viaje tripulado a Marte se produzca alrededor de 2030 y sería una estancia muy breve, de apenas unos días. En la serie se manda a la caballería con el fin de encontrar agua, como sucedió en la Luna, con la cual fabricar combustible.
La tercera temporada de Para toda la humanidad está repleta de sorpresas, giros inesperados, inevitables colaboraciones entre competidores en principio irreconciliables pero unidos en la tarea de sobrevivir y conspiraciones secretas que crean precarios equilibrios entre los personajes, que tienen que enfrentarse a problemas que los ponen contra las cuerdas.
También es cierto que acusa el peso de no haber sabido desembarazarse de algunas tramas secundarias o enfocarlas de un modo distinto. Hay algún que otro personaje que incluso ha perdido su carisma, pasando de ser el centro de atención a quedar por completo eclipsado.
Sea como fuere, la serie mantiene el interés, a lo mejor con menos fuerza que las temporadas anteriores, pero aún así demostrando que puede articular un discurso pertinente valiéndose de que podría haber sido y no fue, obligándonos a mirarnos a nosotros mismosy a replantearnos cómo y por qué estamos como estamos.
VALORACIÓN:
El viaje por los años 90 alternativos de Para toda la humanidad está repleto de sorpresas y retos en una temporada quizás algo menos trepidante que la anterior pero en la que no falta la emoción.LO MEJOR:
Sigue siendo una serie emocionante: sabe plantear cuestiones interesantes desde su premisa de ¿qué pasaría si...? El uso de imágenes de archivo.LO PEOR:
A la trama le vendría bien desembarazarse de algunos personajes demasiado estirados. El final no tiene la pegada de las temporadas anteriores.78
BuenoDescubre más sobre Raquel Hernández Luján, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.