Hay cosas que cambian y cosas que permanecen invariables. Perdura el color amarillo en los planos de Vis a vis: El oasis, aunque ya no por el hecho de que veamos los famosos uniformes amarillos de Cruz del Sur o Cruz del Norte sino porque se sustituyen por los del desierto de Almería en este peculiar western crepuscular con el que Iván Escobar, su guionista, ha querido zanjar para siempre el destino de sus protagonistas.
No se ha ido a lo fácil y sigue rompiendo moldes a la hora de imaginar a estas fieras en libertad: la vida rutinaria no está hecha para mujeres que han luchado por salir de las rejas con uñas y dientes y así queda de manifiesto desde el primer momento. Nos dijo en la entrevista que pudimos hacerle el pasado viernes que si algo le preocupaba era repetirse y podéis dar por seguro que no lo hace.
Los fans no van a echar nada en falta: las estrellas siguen brillando en sus papeles antagónicos sin perder su esencia: Nawja Nimri como villana de manual que ni se blanquea ni pierde carisma (recordemos que en La casa de papel, como la policía Alicia Sierra está dando también mucho juego) y Maggie Civantos como Maca, con muchos ases en la manga que irá desvelando poco a poco en su partida de póker con Zulema.
Si hay un género que ha explotado el duelo y el enfrentamiento, ese es el western así que esta ambientación le sienta de maravilla a esta historia final en la que se conjugan otros muchos elementos.
El ingrediente fronterizo se alimenta con un reparto internacional en el que asoman ecos del folklore mexicano como la noche de los muertos y ciertos detalles estéticos y argumentales que os pueden transportar a películas como Abierto hasta el amanecer o otras obras más recientes en las que hay tantos elementos de suspense hitchcockiano como de thriller de acción como ya viéramos en Malos tiempos en El Royale.
Hay más, mucho más... Las propias protagonistas se comparan con las de historias como Amor a quemarropa o la saga Ocean's 8 porque la trama tiene elementos de road movie, de peli de atracos y hasta de piratas, si se quiere. Todo un sustrato riquísimo para poner en pie una historia en la que el motor sigue siento ese cara a cara entre Maca y Zule que hasta se ha explotado en una serie de carteles promocionales que no tienen desperdicio: "Iguales o nada", podemos leer en uno de ellos.
¿Cuál es la historia que se desarrolla en Vis a vis: El oasis? Lo primero que hay que señalar es que la línea temporal está hecha pedazos. No es un recurso nuevo en Vis a vis, que ya en temporadas anteriores ha jugado con las expectativas de los espectadores adelantando información y/o mostrando retazos del pasado de los personajes pero en este caso, cobra una especial relevancia porque nos conduce a un final definitivo, cerrado y, según Escobar, también coherente con la trama y con el comienzo de la serie.
Lo primordial es que Maca y Zulema colaboran juntas para dar golpes en joyerías, bancos y casinos con los que vivir de forma despreocupada. Llegado un cierto momento, Maca decide abandonar para asentarse, pero Zulema la insta a perpetrar un último atraco. En esta ocasión, el plan es hacerse con la tiara de diamantes que lucirá la hija de un importante narco el día de su boda.
Las dos fugitivas contarán con la ayuda de Goya (Itziar Castro) y su pareja Triana (Claudia Riera), la exsoldado apodada como "la flaca" (Isabel Naveira) y la colaboración de la hermana de la novia Mónica (Lisi Linder) para realizar este trabajo. Se infiltrarán en la boda haciéndose pasar por las responsables del catering y vulnerando la seguridad de la hacienda.
Horas después del robo, el equipo tiene previsto reunirse en el Hotel Oasis para repartir el botín, pero nada saldrá como habían previsto y las cosas se les irán complicando cada vez más. Empezando por el hecho de que están siendo observadas sin saberlo por la dueña del hotel y mientras la policía les pisa los talones.
Hay un ejercicio evidente de imaginación en Vis a vis: El oasis. Es la temporada que menos se parece a sus predecesoras no solo por el cambio de escenario sino por los distintos sabores que va dejando a medida que se desarrolla y por su espíritu megalómano de llevarlo todo al extremo. Pero también hay más jugueteo que nunca con el espectador, al que se va guiando por una habitación de espejos en la que nunca tiene claras las intenciones de los personajes.
Es por eso que supone un punto de inflexión: una despedida definitiva de la Marea Amarilla (taxativamente Escobar desmintió que pudiera salir de su pluma ni un spin-off, ni una secuela, ni nada por el estilo) con una última temporada que irá cerrando flecos con personajes tan queridos como el de Alba Flores (Saray) o Ramiro Blas (Sandoval) que participan en colaboraciones especiales.
Si sois fans de la serie, vais a sufrir esperando de semana en semana hasta llegar al desenlace, que comentaremos oportunamente cuando se emita en un reportaje especial. Si no es el caso, y os acercáis por curiosidad lo mismo Zulema os atrapa con su aguijón de escorpión y os quedáis pegados a la pantalla. Tenéis las cuatro temporadas anteriores disponibles en Netflix y una cita, esta noche en Fox a las 22 para ser testigos del principio del fin.
VALORACIÓN:
Vis a vis vuelve, por última vez, para despedirse para siempre y lo hace con toda su víscera habitual, ritmo, tensión y un puñado de referencias cinematográficas y seriéfilas metidas en una batidora de la que sale una mezcla explosiva.LO MEJOR:
Esta temporada final es una ofrenda a los fans, que se encontrarán por última vez con sus personajes favoritos. Es arriesgada y brutal.LO PEOR:
La trama secundaria no termina de cuajar, sus personajes no despiertan tanto interés como el duelo de las protagonistas. Elementos que hacen "ruido".75
Bueno
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