Después de la brillante presentación de Legión (Legion) en su episodio piloto, cuajado de sorpresas, sentido del humor y con algunos aliños más de fantasía y romance, el segundo episodio, titulado tal cual "Chapter 2", se antoja un pelín menos estimulante (asume menos riesgos a nivel formal), si bien la trama sigue desarrollándose con fuerza gracias a la puesta en escena, la originalidad del enfoque y un magnífico David Haller en manos del expresivo Dan Stevens, que sigue dándolo todo en el rol protagonista.
Después de la fuga que presenciamos en el "Chapter 1" con la División 3 pisándoles los talones, David se encuentra a salvo con la señora Bird y un grupo de personas que dicen estar dispuestas a ayudarle a recordar cuándo empezaron a materializarse sus poderes asegurándole que no padece esquizofrenia. De hecho, parecen estar potenciándose de alguna manera, como si al dejar de tratar de contenerlos pudiera acceder a todo su potencial con mayor facilidad. Aunque eso puede implicar liberar aspectos de su personalidad bastante disfuncionales...
Lo más aterrador es que él mismo parece bloquear ciertos recuerdos por temor a lo que pueda suceder si los libera... Si en algún momento Legión es fiel a algunos de los aspectos del cómic del que bebe, David Haller es un mutante nivel Omega como Jean Grey, Apocalipsis o Bruja Escarlata. Es decir, poderosísimo y peligrosísimo también.
Recuerdos de un futuro pasado
La tónica de la serie de los viajes en el tiempo y en concreto al pasado por vía de los recuerdos es todo un acierto y un desconcierto a la vez para el espectador. Parece ser que vamos a ir reconstruyendo los retazos de la identidad de David Haller por medio de su desestructurada mente en la que se asoman de forma recurrente algunos fantasmas del pasado.
En esta nueva vuelta de tuerca a las series de superhéroes y en concreto al universo mutante empezamos a ver a otras personas con dones muy peculiares como el del memoartista Ptonomy que le lleva a introducirse en esos recuerdos fragmentados en los que el miedo siempre acaba asomándose de una manera muy peculiar.
Motivos para seguir enganchado
El punto álgido de este episodio de Legión es aquel en el que preguntado por su psicólogo rememora que su padre era astrónomo y que un día le confesó que hablaba con las estrellas (muy poéticas e inspiradas las imágenes, por cierto). Solo que David no lo hacía de forma figurada sino literal. Cuando el psicólogo profundiza para que David le cuente qué le decían la puerta del armario se abre y David recula: no quiere ni puede seguir hablando de ese momento a pesar de que el doctor le dice que no pasa nada... pero el montaje final se encarga, con un breve destello, de mostrarnos la amenaza: ese demonio de ojos amarillos que de forma recurrente te atenaza desde las sombras (se le relaciona con el villano Mojo por su parecido, pero la serie puede salir por cualquier sitio...).
En muchos sentidos nuestro protagonista es como un niño que no hubiera llegado a crecer: su historia de amor imposible con Syd, que sigue rehuyendo el contacto físico, se define como "un romance mental"; lo vemos mascando regaliz de forma compulsiva y sus miedos infantiles cobran un gran relieve cuando recuerda atemorizado como su padre le lía el libro "El niño más enfadado del mundo" por la noche... ¿Una metáfora de algo que él mismo hizo y no se atreve a confesar?
De momento, David trata de asumir sus poderes y acaso controlarlos aún con la presión de "el ojo" de la División 3 tratando de capturarlo aunque puede que de lo que más tenga que protegerse es de sí mismo.
Por ahora Legión sigue dándole al espectador lo prometido: misterio, acción y sobre todo grandes interpretaciones al servicio de una historia impredecible y alejada de cualquier visión sobre los mutantes precedente, algo que, junto al próximo estreno de Logan, va a ir ensanchando la frontera del cine y las series de superhéroes para llevarlas a un nivel más alto. Bienvenido sea este refrescante cambio de perspectiva.
¿Curiosidad por saber por dónde irán los tiros en el próximo episodio? ¡Normal! Recuerda que aquí tienes la crítica del episodio piloto y un avance de lo que está por llegar:
VALORACIÓN:
El segundo episodio rebaja un poco el nivel respecto al primero pero sigue teniendo toda nuestra atención gracias a los mismos elementos mostrados en el piloto.LO MEJOR:
Los leit motiv de la serie (el libro, el monstruo, etc.) que se introducen como pesadillas que acosan a David y mantienen alerta al espectador.LO PEOR:
Respecto al piloto es un episodio con un planteamiento más convencional y es la prueba de fuego: si lo superas seguirás viendo la serie.85
Muy bueno
Descubre más sobre Raquel Hernández Luján, autor/a de este artículo.
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