La editora Devolver Digital se caracteriza por la buena selección de juegos independientes que lanza al mercado. Después de respaldar proyectos como los españoles Gris y The Red Strings Club, o super éxitos como Fall Guys y Hot Line Miami, casi es una garantía encontrar su sello junto a un "indie". Y en el caso de Olija (un juego de Skeleton Crew Studio) la regla se cumple de nuevo.
Olija es un juego inusual. Es cierto que parte de elementos comunes: un desarrollo de acción y plataformas en 2D, con tintes de Metroidvania (género en el que brillan otros indies como Bloodstained, Hollow Knight, The Messenger o Blasphemous) pero que resulta único por su ritmo y ambientación.
El juego transcurre en un archipiélago conocido como Terrafagia, en el que naufraga el aventurero Faraday (un caballero al estilo de las viejas películas de Errol Flynn) junto a su tripulación. De hecho, nosotros controlamos a Faraday y debemos ir rescatando al resto de marinos que se encuentran desperdigados por las islas, y llevarlos a nuestro campamento en Marearroble.
Faraday es un excelente espadachín y acróbata, pero eso no es suficiente para enfrentarse a los retos de Terrafagia. Así que pronto recurre a un arpón mágico, que es mucho más que un arma. El arpón -que para unos es prodigioso y para otros está maldito- puede usarse en el combate cuerpo a cuerpo, lanzarse y recuperarse, y nos sirve como punto de anclaje para "saltar" al lugar en que lo hayamos clavado, como si fuese un garfio.
Como podéis imaginar, las implicaciones en un juego de exploración y plataformas son muchas, y cada isla nos presenta nuevos retos -hay escenarios que son casi un puzle- que se superan con un buen uso del arpón. Este sistema de navegación tan único no deja de evolucionar mientras conseguimos nuevas habilidades, como la posibilidad de electrificar la hoja (para activar interruptores) y nuevas armas, como la espada lunar que podemos clavar en el suelo, y usar como segundo punto de anclaje o como linterna.
La variedad en el desarrollo es uno de sus puntos fuertes. Cada isla apuesta por nuevas mecánicas, e incluso el juego "flirtea" con la infiltración en algunos momentos, en que debemos recorrer una fortaleza enemiga sin ser descubiertos por los centinelas.
La historia de Olija
A medida que recorremos las islas, en busca de las llaves que nos permitirán abrir la Puerta de las Sombras y escapar de Terrafagia, descubrimos que nuestra aventura es sólo una pequeña parte de la historia. Ahí es donde entra en juego la misteriosa Olija, una princesa oriental, que se encuentra cautiva, un intrigante músico, una raza de esclavos... sin tratar de "inventar la rueda", se trata e una historia emocionante y bien contada, que nos acompaña en nuestra exploración de Terrafagia.
En el centro del archipiélago se encuentra la isla de Marearroble. Allí es donde se reúnen los miembros de la tripulación que hemos rescatado, y podemos ver cómo evoluciona con la llegada de nuevos marinos. Además de convertirse en nuestro refugio, la isla es el lugar en que recuperar energía, fabricar cartuchos para nuestro mosquete, aumentar nuestra barra de vida con ayuda del alquimista, y cambiarnos de sombrero.
El sombrero no es sólo una cuestión de estilo. Cada uno de estos "tocados" nos da habilidades especiales, que nos ayudan en combate, y sólo estarán disponibles si antes hemos conseguido los materiales necesarios para su fabricación. Lo mismo nos permiten recuperar energía, nos dan inmunidad contra el ácido o añaden ataques especiales a nuestro repertorio.
Es una manera de darle profundidad al desarrollo, ya que para conseguir materiales, tenemos que organizar expediciones desde Marearroble (pagando a un comerciante) o regresar a islas que ya hayamos visitado en busca de objetos. Aunque ninguno de los sombreros resulta esencial para superar el juego.
Con todo, Olija no es un juego demasiado difícil si lo comparamos con otros metroidvania (juegos en los que hay que explorar y regresar sobre nuestros pasos cuando hemos adquirido nuevas habilidades) y el avance es bastante lineal hasta que conseguimos las tres llaves. Sólo se complica de verdad si tratamos de encontrar todos los coleccionables (40 barcos en una botella ocultos por los escenarios) y en el enfrentamiento contra Saucenegro.
Un estilo inconfundible
El estilo visual "pixelart" de Olija es minimalista, pero tratado de una forma muy cinematográfica. Tanto personajes como escenarios están recreados con una enorme economía de detalle, como hemos visto en otros "indies" como Superbrothers Sword and Sorcery o en clásicos como Another World.
Precisamente como el juego de Delphine Software (al que encontramos un guiño muy evidente) esto permite un tratamiento cinematográfico de algunos niveles, con el uso de zoom para reforzar las dimensiones de las estancias, la inclusión de elementos en primer plano, o fondos en movimiento (junto a pequeñas secuencias narrativas).
El uso del motor Unity nos permite disfrutar de un juego con una dirección artística muy especial que refuerza la sensación de aventura "clásica", al igual que la banda sonora.
El título de Skeleton Crew nos ha gustado mucho en el planteamiento; no sólo lo que se refiere al argumento de aventuras clásicas y a la inspiración oriental de los niveles, sino también en el uso del arpón y la espada lunar para movernos por los escenarios. Sin embargo, se nos queda un poco "corto".
No hay demasiadas situaciones en que estemos obligados a utilizar todas las habilidades de Faraday para avanzar, los combates son sencillos, y en general, tampoco se profundiza en el "backtracking" para acceder a nuevos lugares. Tampoco conseguir todos los sombreros tiene una gran dificultad, ni se aprovechan demasiado las mecánicas de infiltración. Es más recomendable para aquellos que no estén "curtidos" en el género.
Olija puede ser más ligero que otros representantes del género que hemos mencionado más arriba, pero resulta igualmente disfrutable, y nos encanta el modo en que han optado por un estilo clásico, tanto en lo que se refiere a la historia como en la vertiente artística del juego.
VALORACIÓN:
Olija es un metroidvania en 2D que se desmarca de otros juegos por su estilo artístico pixelart minimalista y por las mecánicas de navegación. El uso del arpón mágico y la espada lunar como si fueran garfios (además de armas) le da un toque de originalidad, pero no termina de aprovechar estos recursos.LO MEJOR:
La navegación por los escenarios, usando el arpón y la espada lunar. El estilo pixelart con toques cinematográficos.LO PEOR:
Pese a ser un "metroidvania" es bastante lineal, y no resulta muy difícil (hasta el enfrentamiento final).Plataformas:
Nintendo Switch,
PC,
PS4,
Xbox One
Versión comentada: PS4
75
Bueno
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