Crítica de Ultimate Spider-Man: Veneno: La temida llegada del simbionte

A Brian Michael Bendis le podemos agradecer muchas, muchísimas cosas. Le podemos agradecer Powers, una serie de superhéroes que rompió una gran puerta dentro del genero; también le podemos agradecer algunos fragmentos, no todos, de su trayectoria en la cabecera principal de Daredevil, y, por supuesto, le debemos agradecer lo que hizo con Jessica Jones en la serie de Alias, un ejercicio fuera de lo común en Marvel Comics que sentó las bases de un personaje inmortal dentro de la editorial a día de hoy. Sin embargo, si había una tarea titánica para Brian Michael Bendis y en la que estuvo más que a la altura, esa fuera la de re-actualizar la mitología arácnida en el Universo Ultimate con este Ultimate Spider-man: Veneno como ejemplo.

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El Ultimate Spider-Man de Brian Michael Bendis era, sin lugar a dudas, la cabecera más difícil de escribir de todas. Mientras que otros personajes como Los 4 Fantásticos u otras colecciones grupales como Los Vengadores (pasaron a llamarse The Ultimates) sufrieron una actualización moderna, fresca y sin precedentes, la de Spider-Man en el Universo Ultimate planteaba muchísimas dudas. La vida de Peter Parker había sido clave dentro de la asombrosa serie arácnida a lo largo de su historia y hacer un reinicio planteaba serios problemas. Había cosas dentro de la vida de Peter Parker que no sólo funcionaban para la ficción narrativa, sino también para los fans. Y esa frontera era muy peliaguda. A Brian Michael Bendis le iba hacer claqué sobre el alambre. ¡Y vaya si lo hizo!

Después de una presentación asombrosa, una exploración del personaje a la altura de las circunstancias y un gran tomo recopilatorio de este Hombre Araña alternativo presentándose al resto de héroes alternativos de dicha dimensión, Ultimate Spider-Man: Veneno, tomo cuatro de la actual saga que está recopilando Panini Cómics en España, tenía una asignatura pendiente con uno de los mayores iconos villanescos que nos ha dado la galería de enemigos del Trepamuros: Venom. Pero ¿la llegada de Eddie Brock sería como en la anterior mitología? ¿O era hora de conectar al simbionte con Peter Parker de una manera que nunca antes habíamos visto?

La historia que era y la historia que fue

Como muchos sabréis, la historia de Venom en el Universo Marvel convencional es bastante complicada y se desarrolló con un tiempo considerable de publicación. El resumen, no obstante, es fácil de hacer. Tras volver de las Secret Wars originales, Peter Parker regresó a Nueva York con un traje completamente negro y que poseía inteligencia integrada, siendo capaz de no tener que vestir otra piel y no tener que estar cambiándose de ropa constantemente, entre muchas otras capacidades. Es evidente que Spider-Man le encontró el gusto a dicho traje negro y la serie del arácnido encontró en el cambio del aspecto físico un reclamo publicitario para hacer que tanto el viejo como el nuevo lector fuera atraído a la lectura. Sin embargo, como era de esperar, ese traje de un dimensión desconocida y con tantas habilidades extra... Guardaba un secreto.

Después de dar problemas a Peter Parker y tras consultar con Reed Richards, Mr. Fantástico le revela que ese traje no es un traje, sino un simbionte, una forma de vida inteligente pero parasitaria que se une al huésped y crea vínculos con él. A pesar del potencial del simbionte en el cuerpo del arácnido, Spider-Man rechaza su vuelta al negro en ese momento y deja el simbionte al cuidado de Reed Richards, quien se deshará de él en cuanto pueda. Sin embargo, el simbionte, consciente de lo sucedido, escapa del laboratorio de Richards y sale a una Nueva York oscura y plomiza, para caer rendido en manos de un hombre como Eddie Brock que ha jurado venganza a Peter Parker, como también lo ha hecho el simbionte llamado Veneno. Juntos, son el Venom que todos conocemos.

No obstante, Brian Michael Bendis en Ultimate Spider-Man: Veneno tuvo que hacer una actualización de la mitología completa del Trepamuros; es decir, no se conformó con actualizar al personaje titular, sino también a todos los secundarios que lo rodeaban. Y Eddie Brock también sufrió esa transformación. En este Universo Ultimate, Eddie es un poco mayor que Peter Parker y fueron amigos de la infancia porque sus padres se conocían y trabajaban juntos. Ellos apenas guardaban relación en el presente, pero en el pasado se veían cuando las familias quedaban para comer o pasar el fin de semana y así los adultos podían avanzar en sus estudios durante su tiempo libre.

La misteriosa muerte de ambas familias dejó huérfanos a Peter y Eddie, quienes no volvieron a verse hasta este momento, hasta que Peter está en el instituto y Eddie ya ha llegado a la universidad. Eddie ocupa la mayor parte de su tiempo en intentar ligar con chicas y en ayudar a descubrir qué es esa masa negra que encontró en los dossieres de su padre y que podría ser la clave para la curación de múltiples enfermedades humanas, especialmente el cáncer. Sin embargo, esa masa negra y viscosa que parecía la cura del cáncer, una noche, acaba uniéndose a Peter Parker, quien descubre todo el potencial que hay detrás del simbionte... Pero también la maldad del mismo. Furioso y sintiéndose traicionado por su amigo, Eddie hace caso omiso a las advertencias de Peter Parker y viste al simbionte para convertirse en... ¡Venom!

¿Qué más guarda Ultimate Spider-Man: Veneno?

Brian Michael Bendis, con un lenguaje muy adaptado a los potenciales nuevos lectores que se están acercando a este universo y al tipo de target juvenil que ha podido llegar hasta el personaje arácnido, realiza un ejercicio muy inteligente de re-actualización, dando todo tipo de facilidades al nuevo público sin poner en riesgo la narrativa que tiene planificada. Hablamos de una lectura rápida, fresca, ágil, dinámica y llena de detalles. En ningún momento te da la sensación de estar leyendo otra cosa que no sea Spider-Man, a pesar de que hay tantos cambios en la vida del personaje que llegas a preguntarte qué era canónico y qué no. Y esto sucede verdaderamente con personajes como Gwen Stacy o el mencionado Eddie Brock, quienes han sufrido un cambio tan drástico frente al universo convencional que uno tiene ciertas dudas de que puedan funcionar... Pero funcionan. Y a las mil maravillas.

Para lograr toda esa dinámica y ese ritmo de lectura rápido y ágil, Brian Michael Bendis se apoya en el trabajo artístico de Mark Bagley. El dibujante de origen alemán tiene un muy específico estilo cartoon plomizo que se acopla fenomenalmente a los guiones de Bendis. Bagley otorga a todos los personajes, haciendo uso de muchos primeros planos durante el relato, una heterogeneidad simple y llana, con rostros muy angulosos que acaban adaptándose a nuestros ojos y, cuando pensamos en el Ultimate Spider-Man, somos capaces de recordar. Punto a favor esos momentos de Transparency Digital adaptándose a los problemas de trabajo del dibujante (fechas de entrega) y realizando varias páginas a golpe de clic que Bendis ajustó narrativamente para que no quedaran fuera de pista.